La ONU alega que si no hay enviado para el Sáhara Occidental « no es por no intentarlo »

La Secretaría General de la ONU ha defendido que el nombramiento de un nuevo enviado especial para el Sáhara Occidental « no es una tarea fácil » y ha señalado que, si el cargo permanece vacante desde hace casi dos años, « no es por no intentar » buscar un sustituto del expresidente alemán Horst Koehler.

Koehler dimitió en mayo de 2019 alegando motivos de salud. Bajo su mandato, el Gobierno de Marruecos y el Frente Polisario, que controla la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), retomaron los contactos, pero la situación permanece a día de hoy estancada y con las partes igual de distanciadas que en las últimas tres décadas.
La potestad del nombramiento recae en el secretario general de la ONU, António Guterres, y su portavoz, Stéphane Dujarric, ha insistido este viernes en que « sigue con sus trabajos » en busca de un sustituto. « No es ni pesimista ni optimista, está decidido », ha alegado Dujarric en rueda de prensa.
La ONU siempre ha defendido que buscar un sustituto a Koehler « no es tarea fácil » y deja claro que, si no hay aún un enviado, « no es por no intentarlo ». « Habéis visto las mismas informaciones que yo de rumores sobre diferentes personas que han sido bloqueadas por una u otra razón », ha señalado el portavoz.
Fuentes diplomáticas citadas esta semana por la agencia de noticias oficial marroquí, la MAP, han acusado al Polisario y a Argelia de rechazar las propuestas del exprimer ministro rumano Petre Roman y del exministro de Exteriores portugués Luis Amado. Rabat, según estas fuentes, sí había aceptado las candidaturas planteadas por Guterres, que el Polisario considera afines a las tesis de Rabat.
El Consejo de Seguridad de la ONU celebró el miércoles una reunión a puerta cerrada para analizar la situación del Sáhara Occidental y recibir un informe de la misión de paz (MINURSO). El Polisario advirtió de que « la falta de medidas concretas » por parte del Consejo de Seguridad ante la « intransigencia » de Marruecos podría provocar un recrudecimiento del conflicto armado, tras el estallido de enfrentamientos en noviembre en el paso de Guerguerat.
Notimerica, 24 avr 2021

El silencio de Biden deja en el aire la posición de Estados Unidos sobre el Sáhara Occidental

El Consejo de Seguridad de la ONU tratará el próximo miércoles la situación del territorio de la mano de la MINURSO 

MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) – El 10 de diciembre de 2020, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, movió el tablero político en el Magreb. Reconoció la soberanía marroquí en el Sáhara Occidental, un movimiento simbólico de apoyo a Rabat que ahora ha heredado el actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, por ahora reacio a dar ningún nuevo paso sobr …

Trump argumentó entonces que « un Estado saharaui independiente no es una opción realista » y concedió a Marruecos una victoria por la que el rey, Mohamed VI, mostró « profunda gratitud ». Llegaba aparejada de un acuerdo para el restablecimiento de relaciones entre Marruecos e Israel, un hito que también se atribuyó Trump.

La Administración Biden aún no se ha pronunciado con claridad sobre este asunto, a pesar de que el tema sigue candente. A mediados de febrero, más de una veintena de senadores escribieron al presidente para instarle a reconsiderar una decisión que consideraban « equivocada » y promover la convocatoria de un referéndum de autodeterminación en la antigua colonia española.

El Departamento de Estado norteamericano ha evitado aclarar a preguntas de Europa Press si habrá o no un cambio a corto plazo, limitándose a una posición oficial que sigue siendo ambigua. « Estados Unidos seguirá apoyando el proceso de la ONU para aplicar una solución justa y duradera a la disputa sobre el territorio del Sáhara Occidental », esgrime un portavoz.

Entre los escenarios que se plantean a futuro figura la posibilidad de que Biden termine de aplicar la doctrina de Trump, por ejemplo con la apertura de un consulado en Dajla y una ampliación del Acuerdo de Libre Comercio para incluir terrenos y aguas del Sáhara Occidental, algo « improbable » en opinión de los investigadores Haizam Amirah-Fernández e Isabelle Werenfels, que han analizado el tema para el ‘think tank’ Real Instituto Elcano.

Estos expertos también desconfían de que el actual Gobierno de Estados Unidos revierta formalmente el anuncio de Trump y se vuelva a la casilla de salida, algo que « llevaría a la vuelta del ‘statu quo’ previo y prolongaría el estancamiento indefinidamente ».

El ministro de Exteriores saharaui, Mohamed Salem Salek, se pronunció este mes a favor de esta posibilidad, emplazando a Biden a « anular el atroz crimen que cometió Trump antes de salir de la Casa Blanca, por suponer « una violación de la Carta de Naciones Unidas y de la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ».

UN NUEVO IMPULSO 

La vía intermedia pasa por aprovechar que Trump puso de nuevo el foco en un conflicto estancado para impulsar una solución política, lo que implicaría aglutinar a todas las partes en torno a un diálogo que se resiste. Amirah-Fernández y Werenfels consideran que hay una « ventana de oportunidad » que puede aprovecharse ahora.

Para avanzar, en cualquier caso, hace falta el concurso de todas las partes. Rabat no se ha movido un ápice de su plan de autonomía, mientras que el Frente Polisario, que controla la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), reivindica sin ambages el derecho de autodeterminación.

Tradicionalmente, el peso de la mediación ha recaído en Naciones Unidas, aunque el proceso ha vivido numerosos altibajos desde el acuerdo de paz de 1991, que dio pie también a la creación de la misión de paz (MINURSO) y al compromiso –recogido en el propio nombre de la misión– de la convocatoria de un referéndum.

El último enviado especial de la ONU, el expresidente Horst Koehler, logró resucitar el diálogo, pero su dimisión en mayo de 2019 ha sumido al proceso en un nuevo limbo. La Secretaría General de Naciones Unidas, en la que recae la responsabilidad del nombramiento, se limita a decir que sigue buscando un candidato que encaje en el cargo y lo acepte.

« Es un puesto complicado », admitió a finales de marzo en rueda de prensa el portavoz de dicha oficina, Stéphane Dujarric, que confía en « encontrar a la persona adecuada » para el puesto. Los medios regionales han puesto sobre la mesa en los últimos meses varios nombres, sin que por ahora ninguno de ellos haya suscitado un mínimo consenso.

Este miércoles, 21 de abril, el Consejo de Seguridad de la ONU tiene una nueva cita con el Sáhara Occidental, para evaluar la situación y escuchar el informe del jefe de la MINURSO. 

EL PAPEL DE FRANCIA

Francia ha desempeñado históricamente un papel clave en el escenario saharaui, por su abierto respaldo a la causa de Marruecos. Como Trump, París también defiende el plan autonómico de Rabat para la antigua colonia española, si bien en los últimos días se ha visto obligado a salir al paso de una polémica que involucra al partido el presidente galo, Emmanuel Macron.

La República en Marcha (LREM) anunció la apertura de una oficina en la localidad de Dajla, lo que fue recibido con críticas por parte del Polisario. Inicialmente, el Ministerio de Exteriores francés rehusó a valorar el paso, limitándose a defender una « solución política justa, duradera y aceptada por las dos partes », pero ha terminado por posicionarse.

El secretario de Estado de Exteriores para Asuntos Europeos, Clement Beaune, explicó esta semana ante la Asamblea Nacional que se trata de « una iniciativa adoptada localmente », pero dijo « lamentarla ». « No cambia nada la posición de Francia sobre este tema muy sensible », añadió, con un respaldo explícito a la MINURSO y un llamamiento para que haya un nuevo enviado especial de la ONU.

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La ONU fracasa al buscar enviado para Sahara Occidental con otro candidato afín a Rabat

La ONU ha fracasado en el enésimo candidato propuesto como enviado para el Sahara Occidental, el exministro portugués Luis Amado, rechazado por el Frente Polisario por su afinidad con Marruecos. La ONU lleva dos años sin cubrir este cargo, reflejo de su gestión estancada en el conflicto saharaui.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha vuelto a sufrir otro revés en su búsqueda de un enviado para el Sahara Occidental, un puesto que Naciones Unidas lleva sin nombrar durante casi dos años, con la negativa de la RASD y el Frente Polisasrio a aceptar un candidato portugués afín a Marruecos.
«Este no es el primer candidato en ser rechazado» por alguna de las partes, «es el enésimo», lamenta un diplomático bajo condición de anonimato.
Durante los dos años en los que el cargo ha estado sin ocupar, otros candidatos también han sido descartados, en ocasiones después de pedir un período de reflexión ante la gestión particularmente difícil de un conflicto bajo enormes presiones.
El último candidato ha sido un exministro de Relaciones Exteriores portugués, Luis Amado, compatriota pues de Guterres.
Pero tanto Argelia como el Frente Polisario lo han rechazado recordando sus declaraciones mientras era ministro y destacando su inclinación a favor de Marruecos
Apoyo a Marruecos
El hecho de que su candidatura fuera avalada por Rabat «fue motivo suficiente para que los saharauis se opusieran», según otro diplomático.
«Alentamos todas las iniciativas destinadas a superar un estancamiento en un problema que ha estado allí durante mucho tiempo. […] La iniciativa marroquí, que nos parece positiva, encaja en esta perspectiva», declaró Amado el 17 de abril de 2017 durante una visita oficial a Rabat.
En 2020, circularon rumores sobre el nombramiento del ex primer ministro rumano Petre Roman como enviado especial de la ONU para el Sahara. También Argelia y el Polsario se opusieron.
EEUU presiona
De hecho, según una fuente diplomática de la ONU, estos movimientos tienen su origen en la presión de Estados Unidos para que el asunto del emisario para Sahara Occidental se zanje de una vez.
El expresidente de EEUU Donald Trump reconoció al final de su mandato la soberanía de Marruecos sobre el Sahara Occidental.
El nuevo presidente estadounidense, Joe Biden, no ha desvelado aún su política hacia el conflicto saharaui ni el destino que pretende reservar para la proclamación de Trump. La decisión del expresidente no fue respaldada por la ONU, que continúa adhiriéndose a las resoluciones adoptadas durante 30 años, aunque en la práctica ha abandonado la misión de organizar un referéndum de autodeterminación, como se comprometió en 1991.
La próxima reunión del Consejo de Seguridad sobre este tema del Sahara, a puerta cerrada, está prevista para el 21 de abril.
El Frente Polisario exige que se cumpla la celebración del referéndum programado por la ONU y que da nombre a la misión de Naciones Unidas. Marruecos, que ocupa alrededor del 80% del territorio, propone un plan de autonomía bajo su soberanía y cuenta con los fuertes apoyos de Estados Unidos, Estado francés y el Estado español, la antigua potencia colonizadora.
Desde noviembre, la situación se ha vuelto tensa tras el anuncio de la ruptura del alto el fuego de 1991 por parte de los saharauis en respuesta a una operación militar marroquí en el extremo sur del Sahara Occidental.
A principios de abril, Addah Al-Bendir, jefe de la gendarmería del Frente Polisario, murió en un ataque con drones sin precedentes por parte de Marruecos.
NAIZ, 15 abr 2021
Etiquetas : Sahara Occidental, Frente Polisario, Marruecos, ONU, Antonio Guterres,