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  • Realpolitik, par Moncef Wafi

    Ceux qui ont douté un moment, un seul, que le traitement médiatique à la sauce française des «Panama Papers» allait annuler, ou du moins retarder, la visite de Valls en Algérie en sont pour leurs frais. Qu’Alger proteste contre la une du Monde, que Lamamra convoque l’ambassadeur de France ou que les Algériens trouvent excessive la position de Paris sur le dossier sahraoui ne changent pas grand-chose lorsqu’il faut signer les contrats. Et ce sont les contrats qui seront au centre de la visite du Premier ministre français avec, dans ses bagages, une forte délégation ministérielle à la sauce marocaine. 
    Dans l’avion, se trouveront deux ministres françaises d’origine marocaine, Najet Vallaud-Belkacem et surtout Audrey Azoulay, promue à la tête de la Culture en remplacement de Fleur Pellerin. Une nomination, rappelons-le, qui avait soulevé des commentaires en Algérie, son père n’étant autre que André Azoulay, l’un des anciens conseillers des rois du Maroc, Hassan II puis Mohammed VI. C’est lui qui avait œuvré en 1994 au rétablissement des relations diplomatiques entre Israël et le Maroc, recevant la Légion d’honneur des mains de Michel Rocard pour services rendus. Cette appréhension s’est cristallisée lors de la venue d’Ayrault interpellé par Lamamra, le chef de la diplomatie algérienne, du soutien inconditionnel de Paris à la marocanité du Sahara occidental au détriment du droit international. La France ne donnera aucune suite à l’appel de l’Algérie. Outre le dossier sahraoui et le suivisme français, cette visite sera sous haute tension, non pas à cause de Bouchouareb cité dans l’enquête médiatique, mais de l’intrusion intentionnelle ou maladroite de la photo de Bouteflika dans l’illustration d’un article sur l’affaire Sonatrach-Saipem. Les Algériens qui crient au complot savent pertinemment, et ils l’ont dénoncé, que Le Monde roule pour le Quai d’Orsay lequel est complètement inféodé aux thèses marocaines sur le Sahara. 
    Sur les «Panama Papers», les Français s’interrogent naïvement si leur ministre de l’Economie et des Finances allait rencontrer Bouchouareb cité dans cette affaire. La réponse est à chercher du côté de Hollande qui a remis la Légion d’honneur au prince héritier saoudien, ministre de l’Intérieur d’un régime responsable de 70 exécutions depuis le début de l’année. C’est dire que la realpolitik est le premier levier des relations entre les pays en attendant de voir la réaction de l’Algérie en face de ce pragmatisme cynique. L’opinion publique s’interroge également sur ce besoin tout algérien de dépendre économiquement d’un pays qui ne fait pas trop cas de la dignité des Algériens. Comme s’il n’y avait pas d’autres partenaires économiques beaucoup plus stratégiques que les contrats français.
  • Charla en Rosario: “Exilio, nomadismo, utopía: impresiones del Sáhara Occidental”

    Fuente: Voz del Sahara Occidental en Argentina // Fotos: VSOA / Museo de la Memoria / UNR / Fearab
    .Rosario, 08/04/16 (VSOA).- El miércoles 6 de abril, se realizó en la ciudad de Rosario (Santa Fe, Argentina), la charla-debate “Exilio, nomadismo, utopía: impresiones del Sáhara Occidental”. La misma fue organizada por el Centro de Estudios de Epistemología y Filosofía de la Cultura (Ceefic), de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario, con el apoyo de la Municipalidad de Rosario y de Fearab (Federación de Entidades Argentino Árabes).
    El encuentro tuvo lugar en la sede del Museo de la Memoria, con disertaciones de la filósofa mexicana Silvana Rabinovich (IIFL-UNAM) y el antropólogo argentino Omar Arach (UNC). Seguidamente, se dio lugar a la proyección del documental saharaui “Lalia” y, tras ello, Mohamed Salem Bachir, representante del Frente Polisario y de la República Saharaui en la Argentina, abordó diversos aspectos de la temática, como la historia de la lucha saharaui contra el colonialismo español y la ocupación marroquí y la grave situación motivada por los últimos actos desafiantes del Reino de Marruecos a la comunidad internacional.
    Respecto de este último tema, Bachir destacó sobre Marruecos “su irresponsable actitud contra el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon (y su enviado personal para el Sahara Occidental, Christopher Ross), con el objetivo puramente intencional de obstaculizar sus esfuerzos por encontrar una solución pacífica al conflicto saharaui”, recordando que ello ha llevado recientemente al mencionado secretario general a expresar su “enfado y decepción” ante los injustificados ataques marroquíes contra su persona y contra la ONU.
    “De este modo, Marruecos se enfrenta decididamente a la comunidad internacional y rechaza la paz y la legalidad a través de provocaciones y chantajes, tomando inadmisibles decisiones unilaterales como la concretada el pasado 16 de marzo, por la cual expulsó del territorio que ocupa a 84 miembros de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (Minurso)”, destacó el representante del Frente Polisario y la RASD, agregando que esto “pone en serio peligro el alto el fuego supervisado por la ONU desde hace más de 25 años, acordado por las dos partes en conflicto: el propio Marruecos y el Frente Polisario”.
    Asimismo, el representante saharaui, hizo hincapié en “la grave situación de los presos políticos saharauis, particularmente los 23 activistas civiles saharauis de Derechos Humanos del campamento de Gdeim Izik, condenados ilegalmente por un tribunal Militar marroquí en 2013 a penas de prisión perpetua o hasta 30 años de reclusión, quienes entraron en huelga de hambre durante 36 días, desde el 1 de marzo hasta el 5 de abril de 2016 y cuya salud se está agravando de manera vertiginosa debido a las torturas, los malos tratos y la falta de atención médica”.
    Al mismo tiempo, Bachir llamó la atención de los presentes sobre “el bloqueo sobre los territorios ocupados y la expulsión de observadores internacionales independientes, mientras sus fuerzas de ocupación cometen todo tipo de atrocidades contra la población civil en el territorio a pesar de la presencia de la Misión de Paz”. De la charla participaron alumnos, docentes y público en general.
    Seguidamente, el representante saharaui, acompañado por el Prof. Néstor Suleiman, secretario general de la Fearab, fue invitado al acto de homenaje a las Islas Malvinas, compartido con la comunidad educativa de la Escuela de Enseñanza Media para Adultos “Brigadier General Juan Manuel de Rosas” y la Escuela “República de Irak”. Tras ello, Mohamed Salem Bachir se entrevistó con periódicos locales.
  • Saharaui abofeteada por manifestarse y agredida por denunciar

    (Alfonso Lafarga).- Asistió en El Aaiún a una manifestación por los presos políticos saharauis y fue abofeteada, presentó una denuncia por la agresión y volvió a ser agredida. Fueron los “delitos” de Zainab Abdelahi Bachir Musa, una mujer saharaui dueña de su libertad.
    Se dirigieron hacia ella coléricos, ya habían reprimido la manifestación de los saharauis en apoyo de los presos políticos pero esa mujer seguía allí, sola, en la acera, junto a la parada de taxis, con su melfa verde y gafas de sol.
    Los policías, hasta cinco en algún momento, todos de paisano, los conocidos como “escuadrones de la muerte”, la rodearon e increparon. Uno de ellos, con sudadera negra y gorra deportiva también negra, se encaró con ella, alzó la mano y le abofeteó.
    Zainab Abdelahi Bachir Musa, que procuró en todo momento dialogar con sus agresores, no se amedrentó e intentó defenderse, pero solo consiguió coger las gafas al vuelo antes de que cayeran al suelo.
    Ese día, el 2 de abril, salió a la calle en solidaridad con los presos políticos saharauis en huelga de hambre del grupo de Gdeim Izik, los condenados hasta con cadena perpetua por un tribunal militar. Estar allí fue su decisión, lo mismo que cuando en marzo viajó a los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia) para celebrar el 40 aniversario de la Republica Saharaui. Allí participó en el Maratón Internacional por el pueblo saharaui y cuenta que con un buen resultado, “digno de la mujer saharaui”.
    Cuatro días después de la agresión acudió por la mañana a presentar una denuncia y nada más salir de la oficina judicial fue abordado por un agente de paisano, que intentó arrebatarle el sobre donde llevaba el escrito, que acabó roto.
    La bofetada y el maltrato fueron grabados por un equipo de periodistas saharauis. Es “doloroso y vergonzoso”, dice Zahra Ramdán, presidenta de la Asociación de Mujeres Saharauis en España (AMSE). “Un policía de ocupación marroquí avasallando a una mujer saharaui, tenemos que seguir luchando”, afirma esta activista que tuvo que huir de El Aaiún para no ser encarcelada.
    Para Hayat Rgueibi, que con 19 años padeció tortura y prisión, lo ocurrido a Zainab Abdelahi “es la situación que se vive allí, hay muchos casos, en esta ocasión ha quedado grabado”.
    La actuación de Zainab Abdelahi “es la fuerza de la mujer contra la ocupación, la lucha por sus derechos”, afirma Hayat y “representa la dignidad y la resistencia de la mujer saharaui, señala Zahra.
    Pero lo ocurrido el 2 y 6 de marzo no han sido casos aislados. Cuando llegó el 4 de marzo de los campamentos de refugiados, junto con otros 90 compatriotas saharauis, en el aeropuerto de El Aaiún había un gran despliegue de fuerzas de seguridad y policías marroquíes. Este es su relato, publicado en EIC Poemario Sahara Libre:
    “Nos sometieron a un estricto y humillante cacheo, nos requisaron nuestras pertenencias, como libros, banderas, celulares etc. Mi teléfono móvil se lo llevaron y al cabo de un rato me lo entregaron y al abrirlo me di cuenta que el jefe de policía seleccionó las más de 75 fotos personales y las había enviado a su teléfono personal, marca XperiaZ2, y el envío lo había realizado a través de Bluetooth. Al darme cuenta me desvanecí por la rabia y la impotencia ante el injusto y cruel trato que había sufrido ese día. Junto a los otros compañeros nos echaron a la fuerza del aeropuerto”.
    “Toda la persecución contra mí –continúa- se debe a mi militancia y mi desafío como la primera chica saharaui de los territorios ocupados que ha osado a participar en nombre de las otras mujeres en la maratón. Y desde aquí mi respeto y mi admiración a todas las mujeres saharauis. Y que sepa nuestro enemigo marroquí que a pesar de sus agresiones contra mí no van a doblegarme, sino que me llenará más de fuerza, más de resistencia pacífica y más de desafío. Y que sepa el ocupante que la mujer saharaui no es aquella que está confinada en su casa o sometida a los quehaceres de ésta”.
    Lo ha dicho Red Radio Maizirat, un grupo de periodistas saharauis, al difundir la grabación de la agresión: “La mujer saharaui en su cultura es la dueña de su libertad, no se concibe el maltrato a la mujer, que se considera una parte fundamental de la sociedad”.

    [youtube https://www.youtube.com/watch?v=MoBDZH-20Dg]

    http://www.elespiadigital.com/index.php/noticias/historico-de-noticias/12952-saharaui-abofeteada-por-manifestarse-y-agredida-por-denunciar

  • Observando las manifestaciones del Sahara Occidental (vídeos)

    El pasado 19 de marzo, 26 personas resultaron heridas, en la ciudad de El Aaiún, capital del Sahara Occidental, según informaron fuentes locales, cuando la policía reprimió una protesta pacífica en apoyo a presos políticos en huelga de hambre y que pedía la celebración de un referéndum por la autodeterminación para el territorio ocupado por Marruecos. Una de las heridas fue la activista mediática Salha Boutanguiza, corresponsal de la RASDTV, a quien un policía vestido de civil le rompió la nariz. 
    Las lesiones son un producto frecuente de las manifestaciones que se producen de manera cotidiana en el Sahara Occidental, territorio no autónomo pendiente de la descolonización cuyos habitantes originarios saharauis llevan 40 años luchando por la independencia. 
    La presencia de medios de comunicación y observadores de derechos internacionales en el territorio es prácticamente inexistente debido a su prohibición por las autoridades marroquíes, por lo que la única manera de que el mundo pueda ver estas manifestaciones es a través de los videos grabados por activistas mediáticos, compartidos en YouTube, Facebook o grupos de chat. Son imágenes grabadas desde la clandestinidad por activistas mayoritariamente autodidactas, y por ello un público no familiarizado con la situación en el territorio puede experimentar dificultades para entender lo que está viendo. A continuación ofrecemos una introducción a estos videos basada en nuestras observaciones derivadas de monitorear canales mediáticos del Sahara Occidental desde finales de 2015. 
    ¿Por qué se manifiestan? 
    Las manifestaciones tienen lugar diaria o semanalmente en la capital de El Aaiún, así como en otras ciudades. Muchas de ellas forman parte de un amplio movimiento social centrado en reivindicar derechos económicos para el pueblo saharaui. Las protestas denuncian el hecho de que a esta población se le niegan puestos de trabajo decentes y que ésta tampoco se beneficia de la explotación de los recursos naturales en el territorio — principalmente la extracción de fosfatos, la pesca y las prospecciones petrolíferas. 
    Las protestas reivindican además el derecho a la autodeterminación en el Sahara Occidental y la celebración de un referéndum que permita al pueblo saharaui elegir entre la opción de crear un Estado independiente o de integrarse en el Reino de Marruecos — un plebiscito que fue prometido cuando se firmó el alto el fuego mediado por Naciones Unidas hace 25 años pero que todavía no se ha llevado a cabo. 
    Recientemente, los saharauis se manifiestan contra la decisión de Marruecos de ordenar a una parte significativa de las fuerzas de pacificación de la ONU que abandonen el Sahara Occidental, después de que el Secretario General de la ONU Ban Ki-moon se refiriera a la situación en el Sahara Occidental como una « ocupación ». Estas fuerzas forman parte de una misión llamada MINURSOestablecida hace 25 años para vigilar el cumplimiento del alto el fuego y la celebración del referéndum. Su expulsión por Marruecos, calificada como un hecho « sin precedentes » por la oficina del Secretario General, ha provocado la crisis más grave de los últimos 25 años en el Sáhara Occidental. 
    Tácticas de activistas y autoridades 
    Sin importar su tamaño o temática, prácticamente todas las protestas saharauis son agresivamente reprimidas por las fuerzas de seguridad marroquíes. Si pueden, las autoridades sofocan una protesta antes incluso de que ésta se produzca. En las imágenes que siguen, por ejemplo, policías de civil tardan menos de un minuto en reprimir una manifestación de cinco mujeres y cuatro hombres en una esquina de una calle en El Aaiún. 

    [youtube https://www.youtube.com/watch?v=4nG7om722RE]

    En este video de una protesta el pasado diciembre se puede observar una situación parecida. Seis mujeres sujetan una pancarta con las imágenes de 15 activistas el día del décimo aniversario de su desaparición. Varios agentes de civil se acercan, destruyen la pancarta y ordenan a las mujeres que se dispersen. Un grupo de agentes uniformados les persiguen. 
    Para llevar a cabo manifestaciones grandes, los activistas deben planificar estratégicamente para que una masa de personas se concentre rápidamente antes de que las autoridades puedan dispersarla. El siguiente video muestra este tipo de manifestación. Durante el primer minuto, casi cien manifestantes aparecen como desde la nada para concentrarse en una calle de El Aaiún, antes de que pueda reaccionar el agente de civil que aparece con un walkie-talkie en la mano.

    [youtube https://www.youtube.com/watch?v=aZ3G4W_GKRk]

    Aquí las fuerzas de seguridad emplean una táctica que hemos observado en muchas manifestaciones grandes. Responden enviando a un gran número de agentes, éstos se alinean enfrentados a la protesta y, todos a la vez, se abalanzan contra los manifestantes para dispersarles (en el video de arriba esto ocurre en 10:00). 
    Resistencia no violenta 
    En muchas protestas, las y los activistas emplean tácticas de resistencia no violenta para enfrentarse a las fuerzas de seguridad. En la manifestación documentada más abajo se ve cómo un grupo de hombres jóvenes se sienta mientras las mujeres permanecen cantando de pie detrás de ellos. Cuando los agentes se les aproximan, el grupo les muestra la señal de la paz y todos entrelazan sus brazos. Los activistas, pertenecientes a colectivos que demandan empleo para saharauis, dicen « derechos humanos, miradlos bien. » « No piedras, no cuchillos, » es otro cántico común, reafirmando el compromiso de los activistas con la no violencia.

    [youtube https://www.youtube.com/watch?v=N6uK04q18pM]

    Los agentes intentan extraer a los manifestantes de las protestas de manera individual estirándoles de las extremidades y arrojando a la gente al suelo. 
    Lesiones 
    La fuerza empleada por las autoridades marroquíes para dispersar las manifestaciones y atacar a activistas es suficiente para producir lesiones. En muchas protestas la llegada de las fuerzas de seguridad es seguida por la de las ambulancias para llevarse a los heridos. En algunas podemos ver a los agentes empujar con fuerza a activistas (a partir de 2:20 en este video), o producir daños a manifestantes pacíficos. Frecuentemente estos ataques los realizan los agentes de civil, algunos de los cuales son conocidos por los activistas por su violencia y agresividad

    [facebook url= »https://www.facebook.com/marwa.sahara.3/videos/vb.100002244031641/ » /]

    Las limitaciones del video grabado por testigos 
    Las imágenes que se comparten en Internet ofrecen un atisbo importante pero a la vez limitado hacia las protestas en el Sahara Occidental ocupado. Como dijo un activista a WITNESS, quienes graban estas imágenes deben tener cuidado para no llamar la atención de las autoridades. « Si hay una cámara grabando todo lo que hace Marruecos, primero buscan la cámara antes de ir a por los demás. » 
    La mayoría de los videos se graban desde lejos, frecuentemente desde azoteas o balcones. Otros parecen estar filmados a escondidas desde el nivel de la calle, y al final de este video podemos ver cómo los agentes parecen darse cuenta de la presencia del activista mediático y se le acercan. También se puede ver a agentes de civil grabando las manifestaciones para sus propios fines. 
  • El Sáhara Occidental, en el acto por el 40 º Aniversario de la APDHE

    La dramática situación del Sáhara Occidental estuvo muy presente en el acto con el que ayer se celebró en Madrid el 40º aniversario de la Asociación Pro Derechos Humanos de España, la organización más veterana en España en la defensa y promoción de los derechos humanos y la persecución de sus violaciones, en España y en cualquier parte del mundo. La delegada del Frente Polisario, Jira Bulahi fue una de las invitadas a este evento en el que actuó como madrina la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.
    “La cultura de los derechos humanos hace que los más vulnerables crezcan”, dijo en su intervención la alcaldesa de Madrid al subrayar que la labor que ello requiere exige “independencia”. “Allá donde hay una vulneración de los derechos humanos estaremos nosotros”, dijo también al destacar la labor realizada en este ámbito por la APDHE desde su creación en 1976.
    Eugenio Sánchez Suárez, veterano y conocido militante de la causa saharaui, fue uno de los miembros de la APDHE que subieron al escenario del salón de actos del Conde Duque donde tuvo lugar el acto para recordar los diferentes escenarios de España y del mundo ­en los que esta organización ha contribuido a la lucha para erradicar el recurso al genocidio, la desaparición y la tortura así como lograr la reparación de las víctimas. Su papel fue recordar la batalla que esta organización ha librado desde los primeros años de la ocupación marroquí para denunciar la invasión ilegal y las atrocidades sufridas por el pueblo saharaui.
    Sánchez, que dirige en la APDHE la campaña con que esta organización viene exigiendo a los Gobiernos de España que se declare oficialmente nulos los llamados acuerdos de Madrid del 14 de diciembre de 1975, recordó la ilegalidad de la farsa que sirvió para justificar ante la opinión pública española la entraga a Marruecos y una renuncia unilateral de España a sus responsabilidades de potencia administradora con el pueblo saharaui que las Naciones Unidas nunca validaron. También mencionó el decisivo apoyo que el equipo jurídico la APDHE encabezado por el abogado y ex presidente de la asociación Manuel Ollé, ha dado al proceso por genocidio en el Sahara Occidental actualmente en marcha ante la Audiencia Nacional.
    En su repaso a la intensa labor realizada por la APDHE en relación al drama saharaui, Sánchez recordó cómo esta asociación fue la primera en organizar una campaña a comienzos de los ochenta por los desaparecidos saharauis en las cárceles secretas marroquíes con el envío de miles de postales con los retratos de las víctimas y sus identidades junto a la leyenda “Desaparecidos saharauis ¿dónde están?” a los responsables del entonces Gobierno de Felipe González. Sánchez recordó que esta campaña fue clave para salvar la vida a centenares de saharauis que el Gobierno de Marruecos acabó liberando y para que en Rabat se reconociese la muerte de otros muchos en estas cárceles donde permanecieron varios años sufriendo graves torturas y padecimientos. Recordó que todavía hoy queda por verificar la suerte de centenares de saharauis que siguen desaparecidos.
    Muchos saharauis conocen a Sánchez por haber sido el responsable de la liberación del llamado “grupo de los 21”, un grupo de jóvenes saharauis que decidió huir del norte de Marruecos, adonde habían sido enviados por las fuerzas de ocupación para alejarlos de sus familias, en los años ochenta. Sánchez no se entretuvo en este episodio que tuvo un final feliz gracias al apoyo de la APDHE frente a los intentos del Gobierno español por impedir la entrada en España de estos jóvenes huidos, muchos de los cuales ocupan hoy altos cargos en la diplomacia de la RASD. Sí recordó en cambio este tenaz activista otro episodio que protagonizó, cuando todavía era piloto en activo, en septiembre de 1989, en el marco de la campaña para dar visiblidad a la tragedia de los desaparecidos.
    Ocurrió durante una visita a Madrid del entonces rey Hassán II de Marruecos. Con el pretexto de trasladar piensos en una avioneta, Sánchez sobrevoló el Ayuntamiento de Madrid desplegando en pleno vuelo una pancarta que llevaba escrito con grandes letras el lema de la campaña “Desaparecidos saharauis ¿dónde están?”. El relato sobre cómo le obligaron a aterrizar e intentaron represaliarle por el disguto que este acto provocó a Hassán II suscitó los aplausos más entusiastas de la velada.
  • Contra el silencio mediático al que ha sido condenado el Sahara Occidental

    «El Sahara Occidental lleva 40 años luchando por la independencia. Su historia está directamente relacionada conel silencio y el olvido de los medios profesionales que apenas informan de un conflicto que ha sumido a su población en la miseria y la desesperación.
    «En este tipo de contextos el periodismo ciudadano juega un papel fundamental para permitir a los ciudadanos dar testimonio de la situación que están viviendo.
    «Internet se ha convertido en el único espacio, al margen de los medios internacionales, que los saharauis tienen para documentar los abusos y la violación de derechos humanos a los que son sometidos, de ahí que el Media Lab de WITNESS, (@WITNESS_Lab), haya iniciado una campaña para dar visibilidad a esta situación.
    Más, en «Videoactivismo para defender los derechos humanos en el Sahara Occidental», por Paula Gonzalo,Periodismo Ciudadano.
  • Una delegación de Elorrio visita los campamentos de refugiados del Sahara Occidental

    29 personas de la villa han acudido “a conocer y a ayudar, en la medida de lo posible”, a los refugiados saharauis en los campamentos de Tinduf, Argelia.
    Con el objetivo de conocer, tratar de ayudar y mostrar su apoyo al pueblo saharaui, la concejala del Ayuntamiento de Elorrio, Aratxu Uriarte, ha visitado los campamentos de refugiados de Tinduf, Argelia. Junto a Uriarte, han viajado a tierras africanas las y los alumnos del Instituto de Elorrio, ex alumnos y alumnas del centro, y el director y un profesor del Instituto. Unos meses antes, en Navidades, fue el turno de los alumnos y alumnas de Txintxirri Ikastola y de las y los miembros de la asociación Lajwad. En total, han sido 29 las y los elorriarras que han participado en el viaje solidario.
    Durante los días que ha durado el viaje, la delegación elorriarra ha llevado a cabo distintas actividades con el objetivo de ayudar a paliar la dura realidad en la que vive el pueblo saharaui. Por ejemplo, tras comprar 40 depósitos de agua, dichos depósitos han sido repartidos a 40 familias diferentes. Además, han tratado de paliar una pequeña parte de los destrozos tras las fuertes inundaciones ocurridas hace unos meses en los campamentos de refugiados. Por ello, la delegación ha estado raseando y pintando la pared de un dispensario de salud y reconstruyendo una pared derruida del Ayuntamiento. Por último, en tres de las escuelas del pueblo de Amgala se ha repartido el material escolar, juegos o incluso los peluches donados por las y los elorriarras.
    · Diferentes visitas · La delegación se ha reunido con portavoces del colectivo Afapredesa, asociación que lucha por los derechos de las y los presos políticos y desaparecidos saharauis. Se informaron, sobre todo, de la actual huelga de hambre que están llevando a cabo en estos momentos. Además, la concejal Uriarte ha visitado un centro para mujeres donde se trabaja con la agricultura experimental. Por último, la delegación vasca ha acudido a las instalaciones de RASD TV, la televisión saharaui.
    Uriarte ha quedado impresionada con la actitud de las y los saharauis: “Sobre todo, nos han acogido con risas, risas y risas. Teniendo todo en contra, nunca he conocido a un pueblo que sonría tanto. Una de las mejores cosas que le ha enseñado el pueblo saharaui al mundo es que la esperanza y la dignidad son las últimas cosas que se deben perder. Como pueblo y como personas, tenemos mucho que aprender de ellas y ellos. Como portavoz del Ayuntamiento de Elorrio, quiero transmitir todo mi apoyo a las miles de personas que, en pleno desierto de Argelia, sobreviven en estas condiciones”.
  • Ban Ki.moon a eu le courage de dire la vérité (Naama Asfari)

    LETTRE DE NAAMA ASFARI écrite le 06.04.2016
    Garde ton calme.
    On a besoin de préserver nos énergies dans des moments pareils. On suspend la grève mais pas le combat car ce n’est pas le nôtre c’est notre combat à tous. Pas seulement celui des sahraouis mais celui de tout le monde et des marocains eux mêmes. C’est une cause de justice et de liberté, de dignité.
    A une cause juste il faut des avocats compétents. Je viens de rencontrer les avocats amis: Me Boukhaed et Bazaid. Ils sont convaincus que les procédures juridiques dans un état d’occupation c’est juste pour gagner du temps.
    Juridiquement dans des affaires de droit commun cela ne peut pas dépasser un an alors que pour ceux de Gdeim Isik ils ont la demande de cassation depuis trois ans. La réponse de Sabar du CNDH a été : la question est purement et simplement politique.
    Les avocats sont dans leur rôle mais je leur explique que nous sommes dans notre rôle, on fait que l’occupant ne soit pas laissé dans le vide. Nous devons tous, Prisonniers, Militants du territoire occupé, Militants sahraouis en exil et notamment en Europe, Nos amis dans le monde, tous ensemble on doit saisir le moment pour plus de pression sur l’occupant mais aussi sur ses complices, les deux gouvernement impérialistes, néocolonialistes, LA FRANCE ET L’ESPAGNE.
    Les avocats européens qui vont arriver aujourd’hui. Ils sont nos avocats, ils sont les ambassadeurs de leurs peuples mais aussi leurs représentants légitimes comme nous sommes aujourd’hui les représentants de notre peuple.
    Le combat pour des grandes valeurs est le combat de tous mais aussi le devoir de tous et les premiers sont les peuples des pays démocratiques quoi que ce mot soit devenu un gros mot. Pardon pour l’expression. Le monde globalisé est devenu un théâtre de non droit, de non justice mais la question qu’on doit tous se poser : c’est la responsabilité de qui?
    Aujourdhui nous sommes comme des dizaines de prisonniers politiques sahraouis, je pense notamment à Yahia Mohamed Elhafed, Daoudi Mbarek, Labsir Salah (qui se trouve depuis 10 jours en cachot à la prison de Ait Malol parce qu’il a demandé à être isolé des prisonniers de droit commun.
    Je pense à tous les autres prisonniers sahraouis dans les prisons de l’occupant. Mais aussi aux prisonniers politiques au Maroc et partout dans le monde, en Palestine où l’occupation israélienne est de même nature que l’occupation marocaine au Sahara occidental.
    C’est pour tout cela qu’on voulait profiter de cette suspension de la grève pour dire haut et fort qu’il n’y aura pas de suspension de la lutte pour la liberté de notre peuple, de tous les peuples.
    Pas de suspension du combat pour la dignité de tous les êtres humains dans ce monde injuste. Que tout le monde doit prendre ses responsabilités et pour ce qui nous concerne l’ONU et principalement les membres du Conseil de Sécurité Nous sommes des détenus civils d’un territoire non autonome.
    Aucun des pays des cinq membres du conseil de sécurité ne reconnaît au Maroc la souveraineté sur le Sahara occidental. Le FRONT Polisario, notre seul représentant est un mouvement de libération nationale et a adhéré aux 4 Conventions de Genève. Le Maroc aussi est adhérent de ces Conventions.
    La MINURSO mission de l’ONU a eu pour objectif principal le référendum d’autodétermination qui reste pour le monde entier la base sur laquelle tous les pays colonisés ont eu leur indépendance et la liberté de leurs peuples. Notre territoire est la dernière colonie en Afrique.
    La 4e commission de l’ONU examine tous les ans la situation.
    Le SG de l’ONU Mr BAN KI MOON a eu en Algérie et dans les territoires libérés de LA RÉPUBLIQUE SAHRAOUIE, le courage de dire la vérité, ce que les autres ne disent pas officiellement.
    La paix et la sécurité dans la région du Maghreb passe, par la force des choses, et avec une vision réaliste et même pragmatique où tout le monde trouve sa place même les deux anciennes puissances coloniales, doit passer par un règlement de la question sahraouie, et une solution garantissant notre droit inaliénable à l’autodétermination et l’indépendance.
    Condamnés de 20 ans à la perpétuité nous sommes inflexibles quant à l’objectif de notre peuple et à la libération totale de notre terre.
    Nous n’attendons rien de ceux qui contribuent à l’humiliation de notre peuple.
    Notre peuple est exemplaire.
    Notre organisation est unique dans la légitimité des moyens utilisés pour notre combat national.
    Que la pression ne cesse pas jusqu’à la liberté totale.
    Merci infiniment.
  • El Intergrupo del Sáhara Occidental reitera su solidaridad con los presos de Gdeim Izik

    El Intergrupo del Sáhara Occidental, del que es vicepresidenta la eurodiputada de IU Paloma López, celebró el miércoles 6 de abril una nueva reunión en el Parlamento Europeo en la que sus miembros reiteraron su solidaridad con los presos políticos saharauis de Gdeim Izik, ante la huelga de hambre que han mantenido durante más de un mes.

    El Intergrupo volvió a reclamar la anulación de las sentencias y la inmediata puesta en libertad de los detenidos ya que, tal y como expicó López, “fueron condenados por un tribunal militar marroquí de la potencia ocupante, procedimiento expresamente prohibido por la Cuarta Convención de Ginebra e incluso la Constitución marroquí”.
    El Intergrupo del Sáhara Occidental reitera su solidaridad con los presos saharauis de Gdeim Izik Han transcurrido cinco años y medio desde la detención arbitraria del grupo de Gdeim Izik y tres años desde que fueran condenados por un tribunal militar marroquí a sentencias de entre 20 años y cadena perpetua por su lucha pacífica contra la ocupación marroquí. Después de una primera huelga de hambre los días 24 y 25 de febrero, varios miembros de Gdeim Izik, a los que se unieron en solidaridad otros presos saharauis, reiniciaron su huelga de hambre el 1 de marzo. Huelga que se prolongó durante más de un mes, a pesar de las dificultades encontradas, incluida la negación de asistencia sanitaria. Celebramos su valentía y la de los numerosos manifestantes que salieron a las calles para apoyar y denunciar la situación de los presos políticos saharauis, desafiando el silencio impuesto por Marruecos en los Territorios Ocupados durante la visita de Ban-Ki Moon a los campos de refugiados de Tinduf y los territorios liberados del Sáhara occidental. En nombre del Integrupo del Sáhara Occidental, exigimos la anulación del juicio militar que condujo a la condena del grupo de Gdeim Izik y reiteramos la llamada del Parlamento Europeo a la liberación inmediata de todos los presos políticos saharauis « Los prisioneros se han manifestado pacíficamente contra la explotación ilegal de recursos por parte de la UE. Piden la liberación o una apelación y una rápida transferencia a la prisión de El Aaiún, con el fin de estar más cerca de sus familias. La reclusión y el encarcelamiento de por vida por participar en una manifestación pacífica está fuera de proporción « , declaró el eurodiputado Norbert Neuser, Presidente del Intergrupo (S & D, Alemania) « Marruecos debe obedecer la ley y las reglas del juego democrático. Después de años de ocupación ilegal y violaciones de los derechos humanos de la población saharaui, Marruecos tiene la oportunidad de demostrar que tiene un mínimo de respeto por estas jóvenes vida liberando a estos presos políticos de inmediato, conforme a lo solicitado por el Parlamento Europeo » declaró el eurodiputado Ivo Vajgl, Vicepresidente del Intergroupo (ALDE, Eslovenia). « Los presos de Gdeim Izik fueron condenados por un tribunal militar marroquí de la potencia ocupante, procedimiento expresamente prohibido por la Cuarta Convención de Ginebra e incluso la Constitución marroquí » declaró Paloma López (GUE / NGL, España), Vice-Presidenta del Intergrupo del Sáhara Occidental en el Parlamento Europeo. « El procedimiento penal ha estado plagado de numerosos errores que la invalidan jurídicamente, tales como el uso sistemático de la tortura para obtener confesiones durante las investigaciones según observadores internacionales, entre ellos miembros del Parlamento Europeo. Por lo tanto, el grupo de Gdeim Izik debe ser puesto inmediata e incondicionalmente en libertad « . « Saludamos la fuerza de los presos de Gdeim Izik, que han continuado su lucha política en el aislamiento y la dureza de las prisiones de Marruecos, a cientos de kilómetros de sus parientes en el Sáhara Occidental », concluyó Paloma López. « Hacemos hincapié en que el rechazo del Gobierno marroquí a las legítimas demandas de los presos políticos saharauis de Gdeim Izik es una violación flagrante de los requisitos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el derecho a la vida. Reiteramos las repetidas solicitudes de la Parlamento Europeo pidiendo la liberación inmediata de todos los presos políticos saharauis y el respeto de los derechos fundamentales del pueblo del Sáhara Occidental « , concluyó Fabio Massimo Castaldo, Vicepresidente (EFDD, Italia).
  • Sin salida en el Sáhara Occidental: los jóvenes piden la guerra

    Eugenio G. Delgado – 07-04-2016
    La Republica Árabe Saharaui Democrática (RASD) cumplió el pasado 27 de febrero 40 años en el exilio. Demasiados para una juventud conectada constantemente al móvil, que ha perdido la confianza en la comunidad internacional para encontrar una solución pacífica y que se muestra hastiada con sus propios políticos del Frente Polisario por inacción y falta de soluciones cercanas.
    Cuarenta años después, los saharauis siguen divididos entre los campamentos de refugiados en Argelia, los territorios liberados –un 20% del espacio total que reclaman– y los ocupados por Marruecos –80%–. Cuarenta años que se traducen en los asentamientos en hartazgo y pérdida de confianza entre la juventud saharaui en una solución pacífica a través de la comunidad internacional, pero también ante sus propios políticos a los que reclaman más acción y soluciones inmediatas. Una situación sin salida, empantanada en 1991 cuando se firmó un alto al fuego entre el Sáhara Occidental y Marruecos, promocionado por la ONU, para que se celebrase un referéndum de autodeterminación, que continúa en el limbo ante las trabas alauitas para establecer el censo. El Sáhara Occidental es el único territorio de toda África aún por descolonizar.
    Dejando de lado las coincidencias rituales –culturales– que durante siglos han compartido las tribus nómadas mientras perseguían las nubes y sus lluvias para encontrar terrenos de pasto fértiles para sus camellos en el desierto, la conciencia ideológica, política y nacional de un país llamado Sáhara Occidental se forjó como consecuencia de la época colonial española (1885-1976), quedando cristalizada en los últimos estertores de Francisco Franco Bahamonde. Al Movimiento de Liberación Saharaui de Basiri (1969) le siguió el Frente Polisario, nacido en 1973. La República Árabe Saharaui Democrática (RASD) se proclamó el 27 de febrero de 1976. Unos meses antes, el 14 de noviembre de 1975, Madrid había firmado el Acuerdo Tripartito con Marruecos y Mauritania por el que se marchaba del Sáhara Occidental, la provincia número 51 de España, sin mirar atrás y transfiriendo la administración a estos dos países sin reconocimiento de la ONU. Y el 20 de noviembre, también de 1975, murió Franco, el dictador español.
    Smara es el asentamiento saharaui más grande en la hamada negra argelina de los cuatro principales (El Aaiún, Auserd y Dajla son los otros tres), más la capital administrativa, Rabouni. Se encuentra en mitad de la nada, en un desierto de arena y piedras, conectado con Tinduf por una carretera bien asfaltada y salpicada de controles militares argelinos. Llanura en la que se pierde la mirada sin llegar nunca al horizonte y que carece, casi por completo, del atractivo de las dunas. Allí, en casas de adobe rematadas con tejados de uralita sujetos por grandes piedras –para que no se vuelen con el viento siroco y las tormentas de arena–, y jaimas como punto de reunión social y familiar alrededor del té –el omnipresente té–, sobreviven de la ayuda internacional entre 40.000 y 50.000 personas de los, aproximadamente, 175.000 refugiados saharauis que aún permanecen en los campamentos. En los territorios ocupados por Marruecos continúan unos 500.000. En total, la población de un Sáhara Occidental libre ascendería, según datos del Frente Polisario, a unas 800.000 personas, incluidas las que también residen en España, Francia o Cuba.
    En Smara los jóvenes tienen poco que hacer y mucho que pensar y que teclear en sus móviles. La comunicación es barata y está presente y activa, lo que les permite un contacto con el mundo exterior al que no accedieron sus mayores. Como ejemplo de conectividad no es raro el préstamo amistoso del router de un vecino a otro durante una tarde o un día para que coja “la wifi”.
    Pasean, y mucho, pero en coche –el que más se ve es el Mercedes 190 con piel de cabra en el salpicadero– por la pista de arena que cruza el campamento a modo de calle principal y arteria social. Detienen el “carro”, dice vacilando el conductor, que ha estudiado en Cuba, después de preguntar “¿De dónde eres?” –requisito indispensable para que ellos te cuenten dónde han estado fuera de los campamentos–. Tres amigos con sus tres respectivos móviles se sientan en uno de los pocos bares que hay –he contado tres en Smara– para tomar “una Coca y un bocadillo de patatas fritas”, aderezado con una especie de carne rosa fluorescente –algo así como concentrado de cordero y ternera–, kétchup y mahonesa. Comen y hablan. Y lo que muchos piensan es que la situación es insostenible.
    No queremos estar otros 40 años aquí como han pasado nuestros padres. Tenemos que hacer algo porque nadie nos hace caso en el mundo. Nuestros políticos también tienen responsabilidad después de tantos años. Deben moverse porque, si no lo hacen, lo haremos nosotros”, comenta Brahim Salek, de 23 años, el cubano recostado en una silla de plástico de terraza de verano, dentro de un local que vende –recalienta– pizzas traídas de Tinduf, la ciudad argelina más cercana, a 50 kilómetros de los campamentos de refugiados saharauis, y a cuyo aeropuerto militar es obligatorio volar para llegar a ellos.
    Nuestra’ familia saharaui
    « Aquí no se puede trabajar ni pensar en un futuro, solo ir a la guerra, esperar como nuestros padres o intentar irnos a España dejando a nuestras familias. Esta última opción no nos gusta a los saharauis. Tenemos que estar juntos para luchar por nuestro país cuando llegue el momento. No creo que el referéndum llegue nunca”, comenta enfadado Babia Mohamed, un chico de 19 años que conoció la vida occidental en un pueblo de Pontevedra hasta los 12 gracias al programa Vacaciones en Paz, que permite acoger a 10.000 niños saharauis cada año durante dos meses en España en verano, cuando el termómetro alcanza en los campamentos de refugiados en Argelia más de 50º centígrados y no existe sombra para protegerse. Únicamente, permanecer en casa hasta la noche.
    n los días que pasan con sus familias de acogida les realizan chequeos médicos completos, revisiones dentales y les tratan de enfermedades que puedan sufrir, la más habitual la desnutrición crónica. Además, se establece un vínculo con las familias españolas que permanece en los años con visitas temporales a los campamentos de refugiados, envío de dinero, material médico o ropa. Esta es la labor que realiza por ejemplo la asociación Rivas-Sahel, según comenta Jesús Olmo Adalid: “La situación que sufren es totalmente injusta y a nadie parece interesarle. España tiene mucha responsabilidad en buscar una solución. Se te parte el alma cuando acoges a un niño o niña y luego se tiene que ir porque ves que su problema tiene una solución muy complicada y no parece cercana”. Junto a su mujer, África Sánchez Hijón, han acogido los dos últimos años a Tfarah, pero la niña ha cumplido 12 y ya no podrá volver a España. “Si ves sus dibujos, siempre aparecen banderas saharauis o referencias a la libertad. Lo tienen interiorizado y no van a parar hasta tener su libertad. Ella y su familia son nuestra familia saharaui y esperamos que lo consigan pronto”, afirma África, educadora infantil.
    La opinión de las mujeres
    La sabiduría popular saharaui afirma, al ser preguntadas ellas por lo que a vista de un occidental es la mujer musulmana más avanzada del mundo árabe –por ejemplo, porque pueden divorciarse– que la razón nace en que ellas, y solo ellas, asumieron toda la responsabilidad de los campamentos de refugiados cuando los hombres se marcharon a luchar junto al Frente Polisario contra la ocupación marroquí. Cuando volvieron, ellas no perdieron su papel central. Por supuesto, las mujeres tienen una opinión al respecto del futuro del conflicto con Marruecos.
    “Los jóvenes se radicalizan para exigir al Polisario ir a la guerra contra Marruecos, pero no para convertirse en terroristas y eso que lo hubieran tenido fácil porque muchos países de nuestro entorno están enfrascados en ese problema. Si nuestros jóvenes estuvieran tan ansiosos de ser yihadistas solo tendrían que cruzar la frontera”, asegura Jadiyetu El Mohtar, responsable de relaciones internacionales de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis (UNMS), una labor que le lleva a recorrer el mundo por la causa.
    Faiti y Gamal, dos primas de 22 y 23 años, respectivamente, son más pesimistas o más realistas, según como se mire: “Vemos difícil volver a nuestra tierra”. La primera quiere ser fotógrafa y tiene siete hermanos; y la segunda, enfermera, y tiene cuatro. Han estudiado hasta los 18 años en Argelia y ahora permanecen en los campamentos, estancadas, a la espera, encargándose de los asuntos del hogar que son limpiar la jaima, lavar la ropa, hacer la comida y preocuparse de sus hermanos y hermanas pequeñas para que vayan a la escuela: “Nos gustaría marcharnos a España, pero no abandonaremos a nuestra familia. Aquí nos necesitan”.
    Entre los cuatro campamentos trabajan más de cien mujeres policías. ¿También irían a la guerra? Raffa, agente saharaui de 34 años (ejerce el oficio desde 1998), comenta que su función es “ofrecer seguridad y ayudar a los saharauis y a los extranjeros que vienen a colaborar con nosotros a los campamentos, en colaboración con el ejército de Argelia”. Y apunta: “Ahora mismo no hay mujeres en el ejército, pero durante la guerra sí que las hubo y muy combativas y entregadas. Allí estaremos si hay que volver a coger las armas”.
    La versión institucional siempre es más diplomática. Engaya, política en Smara que se dedica a organizar toda una daira –entidad inferior a la wilaya (provincia) y superior al ayuntamiento y al barrio– se muestra más esperanzada: “Espero que se llegue a una solución pacífica a través de la ONU, porque este es un problema de colonialismo sin solucionar todavía”.
    La tía de la joven Faiti, la futura fotógrafa a cargo de siete hermanos, Fatimatu, profesora en la escuela infantil en el mismo campamento, comenta con una expresión de tristeza, salpicada de resignación contra la que disimula, que ve “difícil” volver a “nuestro” Sáhara Occidental. “Por ahora, es todo esperar, esperar y esperar”, se lamenta esta maestra de 36 años.
    Cíticas al ‘amigo’ argelino
    También se empiezan a escuchar voces críticas con Argelia, un tabú, o al menos una cuestión incómoda, en los ambientes políticos, pero no a pie de hamada. “Yo no veo solución porque hasta nuestro mejor amigo hace negocio con nosotros. Al final, somos una fuente de ingresos. Les tenemos que comprar todo: comida, agua, ropa, gasolina… Y si queremos salir de Argelia solo lo podemos hacer en sus aviones”, comenta Saleh Ahmed, de 39 años, unido a la conversación con los tres chicos tras presentar sus respetos y dar las gracias por venir a los campamentos “para que no se nos olvide”. Regenta una tienda de ultramarinos en Tinduf –se puede decir que ha prosperado en un entorno hostil– y ha viajado a Smara para la celebración del 40º aniversario de la RASD, aunque este año los grandes fastos se celebran en el asentamiento más alejado, Dajla, a unos 100 kilómetros de aquí. Además, trae ropa, comida y dinero para su familia en Smara. “Si un saharaui va a la ciudad, los argelinos les suben los precios. Es inadmisible”, asegura.
    El tercer joven del Mercedes –prefiere no dar su nombre ni su edad y aún no había hablado–, que ha estudiado en Andalucía, ha conocido “la vida del otro lado” y tiene como familia a un reconocido cantante saharaui, apunta –con un acento que si cerraras los ojos no pensarías nunca que es un saharaui, sino un chico de Cádiz– un sentimiento que se está extendiendo por los campamentos entre la juventud: “A nuestros propios dirigentes no les interesa que cambie la situación porque ellos y sus familias viven muy bien fuera de aquí. Es una pena, pero hay saharauis que se están aprovechando de otros saharauis. Existe mucha corrupción”.
    A poco más de 30 kilómetros de Smara, en Rabouni, la capital administrativa y donde se encuentran protegidas las sedes de todas las organizaciones no gubernamentales, Biuhebaini Yahia, presidente de la Media Luna Roja Saharaui, advierte –rodeado de contenedores, a modo de muro defensivo, con los lemas escritos Universalidad, Unidad, Voluntariado, Independencia, Imparcialidad, Humanidad–: “Nos encontramos en un situación muy peligrosa porque la comunidad internacional está trasladando a nuestros jóvenes que para que te hagan caso tienes que cometer actos terroristas, no 40 años de resistencia pacífica como mantiene el pueblo saharaui”. 
    La respuesta política
    “Esta zona está expuesta a todo tipo de peligros. Hay yihadismo, hay extremismo, hay narcotráfico, trata de personas, crimen organizado… De todo. Pero nosotros lo hemos evitado durante 40 años y no es nada fácil. Los jóvenes son los que más reivindican y los que apuestan por la guerra como única opción cuando ven que la comunidad internacional no responde. Nos empujan y nos presionan para que no nos quedemos parados ni inactivos y muchas veces nos piden volver al conflicto armado. Nosotros, como dirección del Polisario, hemos tenido hasta ahora mucha dificultad para convencer a los jóvenes y al resto de saharauis para seguir apostando por el arreglo pacífico, pero si no llega, ¿qué es lo que podemos hacer?”, comenta Jatri Aduh, presidente del Parlamento del Sáhara Occidental y presidente de la Comisión 40º aniversario RASD, en un aparte y en perfecto español, tras acabar de hablar con la nube de periodistas argelinos, mayoría en estas celebraciones reivindicativas.
    La responsable de relaciones internacionales de la UNMS, Jadiyetu El Mohtar, inicia también una defensa contundente: “La idea del yihadismo es una sospecha que proyecta Marruecos para manchar la imagen del Frente Polisario, pero no lo ha conseguido. Cuarenta años de lucha limpia avalan al Polisario y todos los informes de las agencias de inteligencia de todos los países saben que no somos un movimiento terrorista ni tenemos en nuestras filas a terroristas. Solo luchamos por nuestra libertad. Somos un movimiento de liberación popular”.
    Mientras, al lado físicamente, y poco después en el tiempo, Sein Sidahmed, secretario general del Ujsario (Unión de Jóvenes Saharauis) y miembro del comité nacional del Frente Polisario, afirma que “el Frente Polisario se reserva el derecho de utilizar todos los medios que considere oportunos para defender sus derechos. Cabe la posibilidad de retomar las armas. No esperaremos hasta el infinito”.
    Finalmente, Jatri Aduh subraya esta línea de pensamiento, aunque todavía no de acción: “Desgraciadamente, no estamos lejos de que nuestro pueblo pierda la paciencia. La comunidad internacional está intentando evitarlo y nosotros, desde el Polisario, tampoco queremos eso, pero estamos cerca de la guerra. Literalmente. Este conflicto podría poner en peligro la seguridad en toda la zona. Todo el mundo debe saber que la estabilidad que vende Marruecos se logra solo gracias a que los saharauis no han perdido lo poco que les queda de esperanza y de paciencia. En el momento en que las pierdan, Marruecos se va a convertir en una zona complicada”.
    Sin embargo, estas palabras de sus propios políticos suenan “huecas y repetitivas” para la mayoría de jóvenes saharauis en Smara. “Queremos que pase algo ya. El pueblo saharaui lleva 40 años esperando y no vamos a estar otros 40 así”, aseguran Babia, el cubano y el chico que prefiere no dar demasiados datos personales cuando se han terminado el bocata de patatas, la Coca-Cola y se levantan para montarse en el Mercedes 190. Echan un vistazo al móvil, mandan un mensaje y siguen haciendo nada en los campamento de refugiados.
    Eugenio G. Delgado (Madrid, 1978) es periodista. Ha trabajado una década en el periódico 20 Minutos, ha escrito en el diario As, colabora con la revista de ciclismo urbano Ciclosfera y dirige la web de deporte femenino Campeonísimas. Apasionado de la información internacional, con la mochila siempre preparada –no pueden faltar boli, libreta y cámara de fotos– y las botas en la puerta para empezar a caminar y seguir comprendiendo el mundo. En Twitter: @eugenioGdelgado.