Catégorie : Sahara Occidental

  • Marruecos se encuentra en « confrontación real y sin precedentes » con la comunidad internacional (presidente saharaui)

    Marruecos se encuentra hoy en « confrontación real y sin precedentes con la comunidad internacional », una confrontación que podría agravarse si llega a oponerse a la visita prevista en la región del Enviado Personal del Secretario General de la ONU, Christopher Ross, dijo el presidente saharaui Mohamed Abdelaziz.
    « Marruecos está en confrontación real con la comunidad internacional, ya que se opone a los esfuerzos del Sr. Ross, se niega a respetar los derechos humanos y continúa el saqueo de las riquezas naturales del Sáhara Occidental, al mismo momento que prohíbe a los observadores internacionales el acceso a los territorios ocupados del Sáhara Occidental y organiza en sus tribunales militares juicios sumarios del que son víctimas ciudadanos inocentes », dijo el Sr. Abdelaziz en una entrevista con la APS en el marco del 2º Congreso de la Unión de Estudiantes de Saguia El Hamra y Río de Oro celebrado en los campamentos de refugiados saharauis de Auserd. 
    Marruecos « se encuentra por primera vez en confrontación directa con toda la comunidad internacional, debido a su posición de ocupante despótico contraria a la legalidad internacional », dijo.
    « Estamos en espera de la respuesta del Reino de Marruecos en lo que concierne a la visita del Sr. Ross en septiembre. Obviamente, es la dilación que tienen como objetivo, como es de costumbre, impedir esta visita « , añadió. « El rechazo de esta visita pondría Marruecos en una posición de confrontación real y sin precedentes con toda la comunidad internacional dando muestras así de su intención de seguir haciendo caso omiso de la legalidad internacional, sobre todo teniendo en cuenta que el Sr. Ross debe elaborar un informe final que someterá al Consejo de Seguridad antes de su reunión de octubre consagrada a la cuestión saharaui », agregó.
    Frente a una situación así, « ya es hora de que la ONU ejerza una presión real, palpable y concreta sobre el Gobierno marroquí para obligarlo a respetar el derecho internacional y organizar un referéndum libre y democrático para la autodeterminación del pueblo saharaui « , dijo Abdelaziz.
    ¿Qué esconde el estado de alerta del ejército marroquí? 
    Por otra parte, el presidente saharaui, dijo que estaba sorprendido por la decisión de Marruecos de poner sus fuerzas armadas en estado de alerta, en particular en los territorios saharauis ocupados. « ¿Se trata de una intención por parte de Marruecos de llevar a cabo una bárbara agresión contra los territorios liberados de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en paralelo a su rechazo del papel de la MINURSO? O más bien es un intento de colocarse como objetivo potencial de actos terroristas con el fin de erigirse como frente de defensa que Occidente debe apoyar? « , se preguntó el presidente saharaui.
    Para el Sr. Abdelaziz, « se trata de una maniobra de la que todavía no se esconde el objetivo, sobre todo porque el régimen marroquí no ha dado una explicación sobre las razones que lo llevaron a poner su ejército en estado de alerta desde hace casi dos semanas « . Por otra parte, el presidente saharaui subrayó la contribución del Frente Polisario en « preservar la seguridad en la región del Sahel », expresando la « disponibilidad » del Polisario para trabajar por el restablecimiento de la paz y la seguridad en la región .
    Para ello, recordó que el Frente Polisario trabajaba en este marco en coordinación con la Unión Africana (UA) de la que es miembro, y ello « de conformidad con la estrategia de seguridad establecida », precisando que  » la región del Sahel se encuentra ante un verdadero peligro a causa del tráfico de drogas al que se dedica Marruecos a través de bandas criminales ». 
    Cada vez más solidaridad internacional con la causa saharaui a pesar del bloqueo informativo
    En este marco, el presidente Abdelaziz afirmó que el apoyo internacional a la causa saharaui « está en constante crecimiento, evidenciado por la posición africana de apoyo a la causa saharaui, que tiene el mismo apoyo de los países de América Latina y Europa » . « A pesar del bloqueo mediático, la causa saharaui encuentra surca su camino con confianza y éxito, porque se trata de una cuestión de descolonización, de conformidad con el derecho internacional y las resoluciones de la ONU », subrayó el Presidente Abdelaziz.
  • Marruecos instrumentaliza el desamparo y la miseria de los subsaharianos

    Charles Ndour, senegalés degollado el viernes en Tánger
    Inesperada, la nueva querella entre Marruecos y España recordó a los españoles que las relaciones con el vecino del Sur están condenadas a un estado permanente de tensión mientras el problema del Sáhara Occidental no se haya resuelto.
    Los españoles descubrieron que el tapiz rojo desplegado hace unas semanas al rey Felipe VI en pleno Ramadán y la habladuría sobre la excelencia de las relaciones entre los dos países no era más que pura y mediocre comedia. Los últimos acontecimientos hicieron olvidar la fastuosa recepción de las Mil y Una Noches reservada al nuevo joven rey de España. Porque como dice el adagio “sólo la verdad perdura” y la verdad es que si España sigue apoyando el principio de autodeterminación para el Sahara Occidental su relación con Marruecos seguirá atravesando turbulencias y el vecino del Sur seguirá instrumentalizando la reivindicación de Ceuta y Melilla y la cuestión de la inmigración para la que guarda más de 30.000 subsaharianos sobre suelo marroquí para utilizarlos como arma de ataque como acaba de ocurrir.
    En su intento de imponer su punto de vista en la cuestión del Sáhara, Marruecos utiliza los desgraciados candidatos africanos a la emigración como medio de chantaje. Para obligar España, Europa, Argelia y Mauritania a cambiar de posición o abandonar el apoyo a los saharauis, Marruecos no vacila en los instrumentos con los que cree que podrá realizar su sueño de dominar el Sáhara Occidental y sus atractivas riquezas naturales.
    Es una vergüenza constatar que Rabat no vacila ante ninguna bajeza como la instrumentalización de la miseria de los emigrantes africanos con el despreciable objetivo de hacer presión sobre España.
    El gobierno marroquí, después de haber perdido el apoyo incondicional de Francia, reacciona como una fiera herida que vive sus últimos momentos, deviene peligroso. Sa mediatización de la amenaza terrorista recuerda al sangriento atentado del 11-M.
  • UN PEDAZO DEL SAHARA SE LLAMA COLOMBIA

    Aquí, al otro lado del Atlántico, en este lugar poderoso que visto desde la ventana del avión se antoja como otro mar, un mar cobrizo y seco, también hay rastros de Colombia porque nuestra reputación se extiende incluso hasta estas latitudes, hasta El Desierto, así en mayúscula, porque el Sahara lo es por antonomasia.
    Con la cámara colgada del cuello, camino entre los grandes salones de adobe y las haimas, esas enormes tiendas de campaña que, simulando la estructura de las tradicionales en la vida nómada, son hoy de un plástico verde manchado de arena. El lugar que recorro es uno de los seis campamentos de refugiados saharauis en Tindouf, aquí en la hammada argelina, en el desierto del desierto, el infierno según los árabes. Este es el lugar estéril y agreste donde no crece nada, donde no pasa nada, pero, aun así, es el hogar prestado que desde hace casi cuarenta años aloja a muchos saharauis, el lugar donde prospera la vida y donde un pueblo se inventa un Estado lejos de casa. Y aquí, en las puertas del Sahara, decir que vengo de Colombia puede significar dos cosas. 
    Camino por una callejuela donde se vende, a precios irrisorios, gasolina en garrafas. Ha de ser por eso que los míticos LandRover, las camionetas 4×4 y los robustos Mercedes no apagan sus motores cuando sus pilotos se detienen a saludar o a hacer cualquier compra. De lejos espío a un grupo de hombres reunidos en círculo que conversan tomando un té espumoso. Yo, cámara en mano, los fotografío mientras un hombre joven me interroga con dulzura.
    —¿Cómo te llamas? ¿Por qué tomas esas fotos? ¿De qué parte de España eres? Yo he ido a Andalucía. 
    —No, española no. Soy de Colombia, allá en Latinoamérica. 
    —Me casaría con una chica de Colombia encantado. Yo sonriente lo miro de soslayo, casi sin quitar el ojo del visor de la cámara, no sé si se refiere a mi país o al Farsia, una daira, que han dado en llamar así: Colombia. 

    Los campamentos de refugiados saharauis están organizados en wilayas, núcleos urbanos, que recuerdan las ciudades hoy ocupadas por Marruecos; “para no olvidar”, ha dicho alguien. Cadawilaya está organizada en dairas o barrios, y cada daira en zonas. No hay números ni nombres para las calles, una haima o casa se busca siguiendo el nombre de la wilaya, la daira y la zona; después se recurre a la infalible técnica de preguntar a los locales por el nombre de la familia que se busca.
    En la wilaya de Smara hay una daira, Farsia, que algunos llaman Colombia, y por supuesto no se trata de un halago. En Farsia han detectado algunos pequeños focos de consumo y tráfico de “chocolate”, hachís infiltrado de Marruecos, el paraíso del hachís y hasta hace poco el primer productor del mundo (hoy, según algunas fuentes, es el segundo después de Afganistán). Para los saharauis en los campamentos de refugiados no sería honorable apodar a Farsia con el nombre del enemigo al otro lado de la frontera, al otro lado del muro, así que Farsia entre los lugareños es conocida como Colombia, aunque el “chocolate” es marroquí. 
    Aun cuando las relaciones entre Argelia (donde se ubican los campamentos de refugiados saharauis) y Marruecos son hostiles desde hace varias décadas y las fronteras están cerradas desde 1994, la ruta del hachís que suele iniciar en las montañas del Rif, en el norte de Marruecos, luego atraviesa la frontera oriental con Argelia desde donde continua su camino a Europa y Oriente.
    La relación de Argelia con el tráfico desde Marruecos, e incluso su lucha en contra es de vieja data, pero los saharauis, asentados en el suroccidente, no han tenido un gran contacto comprobado con el negocio —“somos gente del desierto, nómadas que la naturaleza misma ha mantenido al margen de las drogas”, me dijo uno de ellos—. Aun así, en 2008 se incautó un cargamento de kif que cruzaba la frontera Marroquí-Argelina no por el norte como suelen hacerlo estas rutas sino por el suroccidente, cerca de Tindouf (la ciudad argelina más cercana a los campamentos de refugiados) lo que a los ojos de muchos organismos resultó un evento extraño ya que esta es un zona altamente protegida y custodiada por las dos partes: el ejército argelino vigila la frontera y protege a los refugiados saharauis, y el ejército de la corona marroquí se mantiene alerta para evitar incursiones saharauis y cerrar su entrada a los territorios del Sahara Occidental que están bajo su control. En otra ocasión, el ejército saharaui, según ellos mismos, fue quien incautó un cargamento que iba rumbo a Malí. 
    De cualquier manera, muchos saharauis aseguran que el Farsia (Colombia) y las esporádicas apariciones de hachis o de rutas de traficantes no son más que una estrategia marroquí para que, en complot con el exceso de tiempo libre que tienen los jóvenes en los campamentos de refugiados, puedan minar el futuro de la causa saharaui, su lucha contra marruecos y la búsqueda de su autodeterminación.
    El chico aquel que me interroga sigue hablando y me dice que si mi trabajo es fotografiar debería hacerlo de cosas tristes y feas, niños con hambre, lugares sucios, que de otra manera no voy a conseguir vender las imágenes. Y es que este lugar no se asemeja mucho al imaginario que muchos occidentales tenemos alrededor de los campamentos de refugiados. Aunque entre los saharauis planea la nostalgia y la tristeza, no los convierte en lugares lúgubres y caóticos donde los cooperantes internacionales navegan entre hileras infinitas de gente en condiciones miserables. No, los campamentos tienen una organización administrativa y física evidente, una economía naciente, aquí se respira un poderoso interés por mantener viva una cultura y una historia, y por lograr, mientras tengan que seguir aquí, una cierta independencia de la ayuda humanitaria.
    Al chico le contesto que las fotos son para mí, para recordar, y entre lo que no quería olvidar también estaba la belleza. Él sigue cuestionándome tranquilamente mientras juega con un cigarrillo entre sus dedos, “eso no sirve, a nadie le importa un pueblo sin país”. Sin territorio, a lo mejor quería decir. Sin mirarme me dijo con amargura que yo debía buscar otro pueblo, uno más miserable. Y es que yo no le llamaría miserable a este, trágico tal vez, un pueblo trágico como el nuestro. 
    Esta es, según listados oficiales de la ONU, la última colonia de África. Aunque Marruecos, ocupante ilegítimo del Sahara Occidental, originaria tierra de los saharauis, no lo cree así. Para Marruecos la descolonización se completó en 1976, cuando lograron sacar a los españoles por medio de la mal llamada Marcha Verde, donde en realidad quienes fueron expulsados con napalm y fósforo blanco, fueron los saharauis. Para la corona marroquí, las colonias de África siguen siendo Ceuta y Melilla, esos dos enclaves españoles que día a día aparecen en noticias de la península cuando se reporta la masa informe de africanos subsaharianos que, en una odisea por el continente, llegan hasta esas vallas para pisar suelo europeo.
    Lo que condujo a este pueblo valiente y paciente, muy paciente, a estos campamentos de refugiados, que mirándolos como al descuido son casi ciudades, fue una repartición maliciosa de su tierra, como hicieron las potencias con toda África por allá en 1885. Un buen día de 1975 los saharauis se acostaron a dormir siendo una colonia española, con un colono amistoso y en apariencia dispuesto a liberar su tierra, y al día siguiente se levantaron en medio de la ocupación marroquí y mauritana. España los abandonó a su suerte, Franco entregó el territorio y se fue a su rinconcito del otro lado del Mediterráneo.
    Desde entonces mucho ha pasado. Me lo cuentan los niños que tienen su historia reciente claramente aprendida, con fechas, nombres, lugares. Me lo cuentan los viejos, con sus caras apergaminadas. Desde el interior de las haimas me relatan la vida de antes, nomadeando el Sahara, persiguiendo las nubes, que les darán la lluvia para alimentar a los camellos, el sustento del frig, el campamento de varias haimas.
    Me cuentan de la huida salvaje, de la guerra donde las tribus se unieron para sacar a los invasores logrando quitar del medio a Mauritania. Me cuentan de cómo guerreando consiguieron el rescate de esa parte de su territorio, el desierto libre y poderoso. Me cuentan del muro que tendió Marruecos, ocho muros a lo largo del territorio, muros minados, muros llenos de armamento y militares marroquíes, muros división de familias y pueblo, muros en pie todavía.
    Mirando el campamento desde este lado del vidrio de la camioneta, viendo el siroco, esa arena infinitesimal que como fuego se desliza violentamente por el suelo, se levanta como un muro y se mete hasta el ultimo rincón del cuerpo, solo puedo pensar cómo se verá este lugar cuando todo termine.
    ¿Cómo se verá la hammada argelina sin los saharauis precariamente poblándola? Si hoy, cadáveres de autos y restos de viejos contenedores de agua están sembrados como si algún gigante los hubiera esparcido al azar o los hubiera apilado caprichosamente, ¿qué quedará cuando los saharauis regresen a la añorada badía (badía designa algo como nuestro campo;beduino, campesino, poblador de esos espacios extensos y poderosos). Añorada incluso por aquellos que no la conocen más que por las nostálgicas historias de los ancianos y por las imágenes fragmentarias y tantas veces frías de la TV. Yo misma he visto más badía que muchos de los niños y jóvenes de los campamentos.
    —Se vive bien en Colombia, ¿cierto? 
    Más o menos dice el conductor en un español chapuceado, porque él, como muchos saharauis, solo habla hassania, un dialecto derivado del árabe. Yo, por mi parte, no sé cómo explicarle que en Colombia no se vive lo que diríamos “bien”, que no tenemos un campamento de refugiados, pero según algunos informes somos el país con más desplazamiento interno del mundo, aunque los países de África subsahariana constantemente compiten con nosotros por tener tan deshonroso título. Y claro, nuestros problemas alrededor del narcotráfico son mas complejos que un grupo pequeño que consume hachís enviado por el vecino-enemigo. 
    Colombia, todo el mundo parece saberlo, nuestra reputación nos sigue, nuestros problemas viajan con nosotros. 
    —¡Ah! Bogota (no Bogotá), FARC, Escobar, mafía, mafía… —me han dicho en varias ocasiones junto a sutiles gestos con el dedo bajo la nariz, desde París, en el aeropuerto de Alger, aquí mismo en los campamentos, aunque claro, estas historias son casi un cliché del viajero con pasaporte colombiano. 
    Mientras el conductor me sigue haciendo preguntas que me resultan ininteligibles y terminan en las risas de ambos, solo pienso en cuando todo termine. Pero, ¿cuál ha de ser el camino que conduzca a los saharauis de regreso? Llevan 22 años apostándole al Plan de Paz, al diálogo, a que Marruecos finalmente abandone sus artimañas burocráticas para poder realizar el referéndum donde los votantes identificados por la ONU digan si prefieren ser una nación independiente y autodeterminar su destino, o si sienten más pertenencia con Marruecos. Pero este proceso, a mis ojos y a los de otros tantos, resulta dilatado hasta el estancamiento. 
    Un pueblo pacífico y paciente, como lo prueban tantos años de espera, también llega a hartarse, también llega a concebir en las armas que ya una vez empuñaron, la única forma de salir de esta provisionalidad que cada vez parece más permanente. De varios lo he escuchado, algunos jóvenes me lo han dicho: “hay que ir a la guerra, y si deciden que así sea yo iré, todos iremos… incluso algunas mujeres irán”, dijo uno. 
    —Pareciera que siempre los que nos visitan tienen más prisa que nosotros. No hay nadie que quiera más lograr nuestro propósito que nosotros mismos —me ha dicho un chico muy joven cuándo le pregunté por la guerra y la paz, un chico que estudió en España y espera prestar el servicio militar y luego ser adjudicado a alguna misión por parte de su gobierno de acuerdo a su conocimiento de otros idiomas y sus habilidades; un chico que no duda sobre las capacidades de los dirigentes saharauis para elegir el mejor camino, sabe que si ellos consideran que la vía diplomática sigue siendo la conveniente, ha de ser una buena elección.
    ¿Qué vendrá para los saharauis, para los que están aquí en los campamentos, para los que viven en la ocupación marroquí, para los que consiguen nomadear? Seguirán esperando que la ayuda humanitaria no se reduzca por el coletazo de “la crisis”. Seguirán naciendo y muriendo, multiplicándose y levantando la haima de una nueva familia junto a la de la generación anterior. Seguirán haciendo el té en las dunas. Seguirán cruzando el Mediterráneo cada tanto para hacerse un lugar en cualquier trabajo que les dé dinero para suplir las necesidades de sus numerosas familias en los campamentos. Seguirán regresando a la casa prestada por Argelia, porque como me dijo aquel chico que se fue a España siendo un niño y regresó de 21 años: “aquí se vive con menos, pero más feliz”.
    Camino por Colombia, por Farsia, una zona de Smara como cualquier otra, con mujeres ocupándose de mil tareas domésticas y administrativas, con hombres trabajadores y niños jugando fútbol, “¡Falcao Falcao!”, gritan cuando saben que soy colombiana. Camino por Colombia y pienso que cuando los saharauis finalmente consigan regresar a su territorio, por la vía que sea, aquí, en la hammada argelina, quedarán restos de las haimas como enormes globos aerostáticos desinflados. Quedarán corrales de cabras y camellos, ya de por sí construidos con escombros. Se verán desde lejos las ruinas de grandes salones de adobe. Voces encerradas entre las gruesas paredes, risas e interminables historias se alcanzarán a oír en medio del silencio. Después de los saharauis, en la hammada quedará olor a incienso sobre la tierra reseca.
  • El campo de minas más largo del mundo

    Mitch Swenson ha escrito para War is Boring sobre el muro marroquí en el Sáhara Occidental, al que llama “el campo de minas más largo del mundo”
    Habla del impasse en el conflcito y de cómo los grupos yihadistas que operan en la región han tratado de reclutar a jóvenes saharauis. 
    El asunto fue tema para un artículo reciente en la revista Foreign Policy donde David Conrad cuenta que el Frente Polisario ha creado una “fuerza antiterrorista” que patrulla los alrededores de Tinduf. Ha surgido preocupación entre los líderes saharauis tras el secuestro en Tinduf de tres cooperantes en el año 2011 y la infiltración el año pasado de reclutadores de Al Qaeda en el Magreb Islámico. 
    Ahora el Frente Polisario escolta convoyes de funcionarios de la MINURSO como medida de seguridad. Conrad cita a Omar Bashir Manis, el sudanés al frente de la Oficina de Enlace de la MINURSO en Tinduf, que habla del emergente “arco de inestabilidad” en la región. 
    Un momento importante tendrá lugar cuando la estadounidense Kosmos Energy empiece a explotar yacimientos de petróleo “off shore” frente a las costas del Sáhara Occidental.
  • Las dudas del ministro del interior español

    Mohamed VI en la misma lancha que fue controlada por la Guardia Civil
    El ministro español del interior Jorge Fernández Díaz no disimuló sus dudas sobre la posibilidad de que vuelva a repetirse una avalancha de inmigrantes similar a la del 11 de agosto en la que más de 1400 subsaharianos pudieron embarcar desde Marruecos y llegar hasta Andalucía sin que las fuerzas marroquíes lo impidiesen.
    “Lo normal” es que no vuelva a producirse una llegada de pateras como la del 11 de agosto, dijo el ministro al mismo tiempo que negaba que el abordaje de la Guardia Civil al barco del rey Mohamed VI generase ningún “incidente”.
    El ministro no contaba, sin duda, con que los hechos lo iban a desmentir tan pronto. Esta madrugada, decenas de emigrantes subsaharianos intentaron entrar en Melilla saltándose la valla que la rodea. Algunos de ellos llegaron al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, según Europa Press.
    Por mucho que las autoridades de España y Marruecos quieran disimularlo, el chantaje marroquí seguirá mientras España no acepte defender la propuesta de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental. De ahí, que Fernandez Díaz tenga una respuesta dubotativa.  
    Desde la derrota de PSOE en las elecciones del 2012, el gobierno del PP apoya la decisión de la ONU de solucionar el conflicto del Sáhara Occidental respetando la voluntad del pueblo del Sáhara Occidental de acuerdo con lo establecido por la ONU en materia de descolonización.
  • Otro infiltrado marroquí en los medios asociativos españoles

    Basta con ver su nombre para darse cuenta de que es un infiltrado marroquí, otro lobo que se hace pasar por cordero. Su nombre Stolen es el título de una película pagada por los marroquíes denunciando la esclavitud en los campamentos de refugiados. La foto de perfil es la de un saharaui de raza negra. Además, indica claramente que está ubicado en el « Reino Jerifiano de Marruecos » así como el nombre de su página web.
    Su último tweet nos habla de un conflicto interno en el partido que gobierna en Argelia. Un tema que interesa mucho a los servicios secretos marroquíes. El anterior habla del encarcelamiento de miembros del movimiento amazigh en Argelia. Enfin, lleva Argelia en su corazón o es una verdadera obsesión de un señor que se dice saharaui.
    Luego viene una película recién hecha por una egipcia pagada por el Majzén y la maniobra hecha ayer por el Rey de Marruecos para interferir en la mediación argelina para resolver el conflicto de Mali. El ministro de asuntos exteriores marroquí recibe a líder del movimiento tuareg MNLA.
    En resumen, su página tweeter sólo lleva despachos de la agencia de prensa oficial marroquí MAP y propaganda marroquí.
    Por esta razón denunciamos a este nuevo inflitrado que se añade a otro que se hace llamar García Corera. Todos ellos forman parte del club de los pretendidos “Saharauis Indignados”, que recordamos se descubrió que su IP estaba registrada en Marruecos.
    Los marroquíes se agitan desesperadamente en un desesperado intento de frenar los éxitos y la simpatía cosechados por la causa saharaui tanto a nivel diplomático como a nivel solidario en la sociedad civil.

    Cabe recordar que la cuestión del Sáhara Occidental atraviesa en la actualidad un momento crucial para su resolución. De ahí, la ofensiva marroquí contra España en materia de inmigración, amenazas terroristas, bloqueo del acuerdo pesquero, etc. Marruecos ha sacado sus últimas armas para ganar este pulso contra la ONU y la legalidad internacional que defienden una solución basada en el derecho de autodeterminación para el pueblo del Sáhara Occidental.

  • Marruecos impide la entrada en el Sáhara a una delegación encabezada por la alcaldesa de Zamora

    Rosa Valdeón con Emboiric Hmudi, delegado saharaui en Castilla
    El Aaiún, Sahara Occidental, 29 agosto 2014.- Las autoridades de ocupación marroquíes impidieron hoy viernes la entrada en la ciudad del Aaiún, capital ocupada del Sáhara Occidental, a una delegación de mujeres de Castila y León encabezada por la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, acompañada de la presidenta de la de la Unión de Asociaciones de Castilla y León Solidarias con el Pueblo Saharaui (UACyL), inés Prieto.
    La delegación tenía en su agenda reunirse con diversas asociaciones y colectivos saharauis y percatarse de la situación de los derechos humanos en los territorios ocupados del Sáhara Occidental.
    Según Equipo Media, el número de expulsados extranjeros desde la última resolución del Consejo de Seguridad llega a 42 personas, entre ellos observadores, abogados y periodistas.

    Fuente : https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10203766492301199&set=a.3465861483689.141553.1185598310&type=1

  • El conflicto de guerra olvidado



    Por Francisco Javier de la Uz Jiménez
    La última guerra de África en la que combatieron nuestras Fuerzas Armadas, fue la de Ifni-Sahara, desde noviembre de 1957 a febrero de 1958. Fue una guerra breve, justa, dura, difícil y victoriosa.
    Breve, porque se supo llegar en un corto espacio de tiempo, tres meses, a imponer la paz.
    Justa, porque España pretendía defender lo que en derecho le pertenecía y, de hecho, tanto le convenía.
    Dura, porque hubo de realizarse en un terreno inhóspito, contra un enemigo correoso, con un Ejército de Tierra mal dotado, con una Armada vieja y una Aviación anticuada.
    Difícil, porque, en su tiempo, una guerra colonial de este tipo estaba condenada al fracaso. Eran aquellos años cincuenta en que la poderosa Francia y la poderosa Inglaterra perdían sus inmensos imperios coloniales.
    Victoriosa, porque España supo imponer, contra viento y marea, contra el llamado «viento de la historia» y contra la marea de la presión internacional, su paz.
    El territorio de Ifni fue cedido a España a perpetuidad por el sultán de Marruecos Mohammed IV por el Tratado de Wad-Ras, fue firmado en Tetuán el 26 de abril de 1860.
    Tras obtener en 1956 la independencia, Marruecos empezó a expresar su interés por descolonizar las posesiones españolas, fundadas en los proclamados vínculos históricos y geográficos de dichos territorios con Marruecos. El sultán marroquí, Mohammed V, alentó los esfuerzos para reclamar las posesiones españolas y personalmente financió a los conspiradores anti-españoles en Ifni.
    La Guerra de Ifni, enfrentó a fuerzas españolas con marroquíes en la pretensión por parte de estas últimas de controlar el territorio de Ifni y Villa Bens/Tarfaya, por entonces bajo administración española como parte de sus posesiones en el Sáhara Occidental al norte de África, entre noviembre de 1957 y febrero de 1958 y que culminó con el abortado asedio de la ciudad de Sidi Ifni.
    Diez años después el Gobierno de España, en acuerdo de 12 de Octubre de 1968 otorgaría la retrocesión de Ifni a Marruecos.La Bandera española se arrió de Sidi Ifni el 30 de Junio de 1969.
    La guerra fue dirigida fundamentalmente por elementos del Ejército de Liberación Marroquí, la antigua fuerza de liberación que luchó por la independencia contra los franceses, liderados por el dirigente del Istiqlal, Ben Hammú. Una vez obtenida la independencia, mientras que aproximadamente la mitad de los miembros del ejército de liberación se constituían en el Ejército Real Marroquí, el resto se dirigió al sur a conquistar las posesiones españolas en el norte de África. Los grupos armados marroquíes operaban por todo el territorio del Sahara.
    Las Bandas Armadas del llamado Ejército de Liberación contribuyeron eficazmente a la independencia de Marruecos, especialmente en la zona del protectorado francés. Una vez declarada la independencia y establecida la competencia de las Fuerzas Reales Marroquíes, las bandas armadas iniciaron su desplazamiento a la región sur del país.
    El 10 de Agosto se produjo la primera agresión a una fuerza armada española. El antiguo puesto fronterizo marroquí de Tiguisit-Igurramen, situado en nuestro territorio, aparecía desde días antes ocupado por un contingente de 80 a 100 hombres del Ejército de Liberación. Una patulla española, cuya misión era reparar una línea telefónica cortada, recibió fuego de fusilería al pasar por las proximidades del puesto marroquí. Se repelió con fuego al enemigo y se retiró la fuerza.
    El 24 de Agosto se acusa ya la existencia de una importante masa de 800 hombres entre el Aaiún del Draa y Eglimin, o lo que es igual, entre el enclave de Ifni y el río Draa, frontera entre Marruecos y la zona sur de nuestro protectorado.
    Mientras tanto, las tropas marroquíes se agruparon en las inmediaciones de Ifni. El 23 de Octubre, dos pueblos en los alrededores de Sidi Ifni, Goulimine y Bou Izarguen, fueron ocupados por 1.500 soldados marroquíes (muyahidín). El cerco había comenzado.
    Debido a los acontecimientos, las autoridades españolas deciden enviar por vía aérea desde Melilla, entre los días 5 y 11 de Noviembre, la II Bandera de la Legión a Villa Ben, transportada por aviones T-3 (Douglas). La VI Bandera, había sido transportada desde esta ciudad por mar a bordo del Crucero “Canarias” y del Destructor “Méndez Núñez” a Las Palmas de Gran Canaria y posteriormente en avión y por los mismos medios, desdela Base de Gando, llega entre el 7 y el 11 a El Aaiún; donde ya se encontraba la XIII Bandera. Quedando desplegada la quinta Unidad Legionaria en Villa Cisneros con la IV Bandera. También se desplazaron a Ifni la II Bandera Paracaidista y dos Compañías del Regimiento de Infantería de Fuerteventura.
    Tras una serie de incidentes en los meses previos, la Guerra de Ifni-Sáhara comenzó el 23 de noviembre de 1957, cuando el Ejército de Liberación atacó de forma coordinada el polvorín de Sidi Ifni y las posiciones defensivas españolas.
    El 20 de noviembre, los servicios de inteligencia españoles en Ifni supieron que los indígenas de la zona de Hameiduch, al norte del territorio, hacía tiempo que se dirigían al Zoco el Jemis, en Marruecos, donde se les entregaban armas y se les organizaba en escuadras y pelotones. También se sabía que 1.500 hombres de las BAL, a las órdenes de Ben Hammú, habían salido de sus campamentos habituales con destino desconocido; así que los ataques de los marroquíes, eran inminentes.
    Gracias a esto y a otras informaciones, tales como una de origen francés, en la que se sabía tenían como objetivos el campo de aviación y el Bu Laalam que domina de cerca la población, no hubo sorpresas.
    A las cuatro de la mañana del día 23 de Noviembre de 1957, quedaron cortadas todas las líneas telefónicas con los puestos avanzados en la frontera. Se intentó el enlace radio con los puestos en los que se contaba con ella. Uno a uno fueron saliendo. Había inquietud en todos, pero la única novedad era el corte de la comunicación telefónica. Se esperaba algo. No estaba claro dónde ni cómo sería el estallido.
    A las 5,30 horas de la mañana se resolvió la incógnita. La tormenta estalló sobre el mismo Sidi Ifni. El enemigo infiltrado, intentaba alcanzar el depósito de municiones. Un escucha, al ver las sombras dio el alto. Las sombras siguieron y el muchacho disparó su arma. Un grupo de indígenas inició el fuego mientras otros corrían hacía el objetivo. La guardia del Depósito hizo fuego con sus viejos Máuser repeliendo la agresión junto con un Retén que se unió a ella. Los asaltantes se quedaron sorprendidos y tras un fuerte tiroteo, fueron desapareciendo de la vista y siguió la pelea por el fuego, desde lejos.
    Aunque el asalto a la capital fue repelido con éxito, varias posiciones cayeron en manos del enemigo, mientras que otras, como las de Telata y Tiliuin, fueron sometidas a un duro asedio.
    Quizá la situación más grave era el caso del Zoco de Telata de Sbuía, en el Sur. Era un nudo de comunicaciones importante situado en una gran hondonada, rodeado de montañas, no muy altas, pero sí muy quebradas. Había en él una importante guarnición, constituida por la Plana Mayor de la 3ª Compañía del Grupo de Policía de Ifni y la 12ª Compañía de Fusiles del III Tabor, más una Sección de ametralladoras de Tiradores de Ifni y un destacamento de transmisiones. Con un conjunto de no menos de 130 hombres, entre los que casi un 40 por ciento eran indígenas.
    A las 06.30 de la madrugada del 23 de noviembre de 1957, varios grupos del Ejército de Liberación Marroquí atacan el puesto de Telata, con intenso fuego de fusilería, ametralladoras y morteros. El ataque había sido muy duro desde el primer momento. Y no sólo por el fuego, sino que hubo un asalto a la posición y un furioso combate dentro de ella. Arrebataron los asaltantes un fusil ametrallador, pero el Sargento Salomón, don Salomón Díaz Andrés, Sargento de Infantería, se lo arrebató de las manos a bombazos, resultando gravemente herido en una pierna. El jefe de la Sección de Policía Indígena, Brigada de Caballería Luis Gutiérrez Nalda, resultó también gravísimamente herido al repeler al enemigo, obligando a éste a abandonar la posición.
    La gravedad de las heridas de estos hombres ejemplares aconsejó su evacuación inmediata. Sólo una intervención quirúrgica podía salvarles la vida. No se dudó. Se organizó lo más rápidamente que fue posible un Destacamento de Socorro, compuesto por una Sección de la II Bandera Paracaidista, al mando del Teniente Ortiz de Zárate, reforzada con un pelotón de ametralladoras y un equipo de destrucciones y transmisiones, cuyo cometido era llevar a Telata una ambulancia con un Oficial médico y un Brigada practicante. La salida se produjo a las cuatro de la tarde desde un Sidi Ifni cercado por el enemigo. Parece que el Teniente Ortiz de Zárate, hombre de excelente temple militar y moral, dijo a sus hombres en este momento una frase breve, a manera de arenga: “A Telata o al Cielo. » Era la aceptación del sacrificio por un soldado ejemplar. Aunque la distancia no es grande, 35 km, la marcha no pudo ser rápida. El enemigo, dueño del campo, hostilizó a la pequeña columna, tratando de detenerla, sin conseguirlo.
    El día 24 de noviembre la situación empeora. En Telata los heridos siguen muy graves. La Sección del Teniente Ortiz de Zárate avanza muy lentamente por la pista que unía Sidi Ifni y Tiliuin (los camiones no podían ir campo a través, dado lo abrupto del terreno ifneño), puesto que los irregulares marroquíes habían interpuesto piedras en el camino. A esto había que añadir las frecuentes emboscadas realizadas por los marroquíes que, al día siguiente, causaron varias bajas, forzando a la expedición a abandonar los camiones y salir de la pista por la que transitaban. A pesar de ello, ha sido vista por la aviación avanzando hacía el puesto, con grandes dificultades, totalmente rodeada de enemigos y con víveres y agua en cantidad tan limitada que exigen el abastecimiento por vía aérea.
     
    A partir de este momento, se les provee de víveres y agua por avión. Pero el enemigo no cesa en su ataque. El día 26 muere el Teniente Ortiz de Zárate. El Sargento Moncadas toma el mando. Al final, cuando son rescatados, el balance de bajas es de cinco muertos y catorce heridos graves. Se concede al Teniente y al Sargento la Medalla Militar Individual.
    En los otros puestos grandes sigue la resistencia. La situación más delicada, incluida la de la Telata con sus muertos y heridos graves desde el primer día, era la de los Puestos más alejados: al Norte, Tabelcut, Bifurna y Hameiduch; al Sur: Tiliuín.
    Tiliuín en el Sur, a muy escasos kilómetros de Egleimín, uno de los centros de organización de las Bandas Armadas de Liberación en territorio marroquí, parecía el más peligroso de todos los Puestos. La guarnición había sido bombardeada desde el primer día con morteros. En un intento de ocupación del puesto a la fuerza, el enemigo había llegado al botiquín. Componían la guarnición de Tiliuín una Sección de la Policía y otra de Tiradores de Ifni, unos 60 hombres, de los que una tercera parte eran indígenas.
    A parte de estas acciones en el interior del territorio, la Fuerza Aérea española intensificó sus servicios de transporte, con los cinco Junkers Ju-52 que tenían en Sidi Ifni. El día 25 saltaban en paracaídas 75 paracaidistas (15 de cada avión) de la II Bandera, sobre el puesto avanzado de Tiliuin, en tanto que un sexto lanzaba armas y suministros. Estas fuerzas también quedaron cercadas en el poblado.
    El ataque general del 23 de noviembre tuvo un éxito limitado a la ocupación de los puestos aislados de Policía y de los puestos de importancia del Norte. Sidi Ifni, objetivo principal, había repelido con dureza el ataque.
    El día 26 de noviembre quedan algunos puestos, entre ellos, Telata y Tiliuín. Tealta había sufrido el mayor número de bajas, veintidós, pero también era, después de Tigsa, el puesto de guarnición más numerosa.
    El caso de Tiliuín era el más comprometido, sus bajas superaban ya el diez por ciento de sus efectivos y los ataques arreciaban en el puesto fronterizo del Sur.
    Según el Diario de Operaciones del Grupo de Tiradores de Ifni, el comentario del Gobernador General del África Occidental español, General Gómez Zamalloa, en un resumen de la situación del día 26 de noviembre es claro: “Tiliuín. Situación gravísima. No me extraña se perdiese. Actuación este puesto es verdaderamente heroica”. En lo que se refiere al Teniente Ortiz de Zárate dice: “Sección Bandera Paracaidista apareció cerca de Telata. Los hemos reconocido vía aérea. Teniente fenómeno. Continúa combatiendo”
    La nueva orden del Estado Mayor Central, fue recibida en la madrugada del día 29 de noviembre, en ella se dispone la liberación de los puestos cercados, aunque imponiendo una serie de condiciones imperativas. La primera y más importante, es que no se haga nada hasta que los refuerzos llegados “aseguren por completo la defensa y mantenimiento de Sidi Ifni”.
    El día 30 termina de llegar a Sidi Ifni la VI Bandera de la Legión, se incorpora una Compañía de Infantería de Marina, desembarca un Batallón expedicionario, el del Regimiento de Infantería Soria nº 9 y toman tierra los primeros elementos del Batallón de Pavía nº 19. Se inicia el periodo de la recuperación de los efectivos militares y personal civil aislado en los puestos del interior.
    Se dispone, como elementos de maniobra, de las dos Banderas de Paracaidistas, la VI Bandera de La Legión, uno de los Tabores de Tiradores, el IV, y dos Compañías del Regimiento Infantería núm. 9. Se propone el Gobernador General con esta fuerza, realmente importante ante los efectivos que pudiera reunir enemigo, liberar en una sola operación a los puestos de Telata. Tilliuín y Mesti.
    El día 3 por la tarde alcanzaron la zona del Vértice Agri, donde liberaron a la Sección de paracaidistas y, poco después, Telata. Tiliuin fue alcanzado, por tierra, el día 4 y evacuado inmediatamente, replegándose la agrupación el 5, primero sobre Telata y después sobre Biugta, con la protección, a partir de Anamer, de la 1ª Bandera de Paracaidistas, que había acudido desde Biugta. Las fuerzas españolas se replegaron entonces hacia Sidi Ifni, tras desmantelar las instalaciones de Telata y Tiliuin para evitar que pudieran ser utilizadas por el Ejército de Liberación.
    El resultado en conjunto fue muy positivo. Lo que el Mando se había propuesto se había conseguido, a pesar a las adversas circunstancias atmosféricas y a pesar del enemigo. Las guarniciones fueron rescatadas en su totalidad, junto con el personal civil que se encontraba en los puestos, sin que para ello hubiera que librar grandes combates. Este hecho cambió considerablemente el aspecto del conflicto.
    Sidi Ifni, abastecida logísticamente desde el mar por buques de la Armada española y protegida por una línea de posiciones defensivas, establecidas a lo largo de un perímetro de 27 kilómetros y a 8-10 Km. del centro de la ciudad, que para el 9 de diciembre albergaba unos 7.800 defensores, Sidi Ifni resultó inexpugnable. Debido a la orden del EMC en un telegrama al Gobernador General, “Esta línea se defendería a ultranza”.
    Parece ser que Ifni podía ser atacado por fuerzas procedentes del Norte, con conocimiento y ayuda – o sin ellos – del Gobierno marroquí. También podía ser atacado, quizá simultáneamente, por las bandas concentradas en la región norte del Sahara, abandonada por orden superior y que parecía ser centro de movilización de estos contingentes en el Sur. La carretera Agadir- Mirleit – Tabelcut –Sidi Ifni podía ser el eje de avance de las partidas del Norte.
    La defensa, para ser eficaz, tiene que tener un carácter activo. Las fuerzas de tierra de Sidi Ifni no podían activar esta defensa hasta que el enemigo no llegara a estar al alcance de sus armas, hasta que alcanzase la posición defensiva. Sin embargo, la Armada y el Ejército del Aire podían llegar con su amenaza o su acción a las zonas en que se incubaba el peligro o a aquéllas que podían ser camino para llegar a Sidi Ifni.
    Ambas se pusieron en práctica.
    Los aviones recibieron órdenes de atacar Tantán, de «bombardear masivamente Tantán ». Los buques la de hacerse ver entre Sidi Ifni y Mirleit y, caso de que vea objetivo conveniente, batirle por el fuego.
    Por otra parte, la actividad de las Banderas Paracaidistas españolas fue determinante en la defensa de Ifni. Por primera vez en la historia militar de España se lleva a cabo el empleo táctico de tropas paracaidistas en acción de guerra; para las Fuerzas Paracaidistas este fue su “bautismo de fuego”.
    El asedio, que duró hasta junio de 1958, transcurrió sin grandes incidentes y relativamente sin derramamiento de sangre, ya que las fuerzas españolas y marroquíes concentraron sus recursos en los escenarios del Sahara español.
    En enero de 1958, Marruecos redobló su dedicación a la campaña contra España, reorganizando todas las unidades militares en territorio español, como el Ejército de Liberación Saharaui. Mientras tanto, la IX Bandera de la Legión es enviada al Sahara español a reforzar las tropas allí estacionadas.
    Para completar los planes trazados desde Madrid, y antes de iniciar la colaboración plena con los franceses, parecía conveniente hacer una comprobación que confirmara el grado razonable el concepto de despliegue enemigo y para ello se realizó el último reconocimiento armado.
    Le corresponde esta dura misión a la XIII Bandera de la Legión, bajo las órdenes de su Comandante, Ricardo Rivas Nadal. Con ella había de actuar la 2ª Compañía de la VI Bandera, un destacamento del Grupo de Policía Indígena nº 3, una Sección de Automovilismo expedicionaria y dos vehículos de Transmisiones de la Compañía expedicionaria del Regimiento de Transmisiones de el Pardo.
    A primera hora de la mañana del 13 de Enero de 1958 sale de El Aaiún la XIII Bandera y las unidades de refuerzo, atravesando la Saguia en dirección Sur – Norte. Lleva en vanguardia, en misión de seguridad de la columna, a la 2ª Compañía, mandada por el Capitán Jáuregui.
    A las 10,15 horas, en las proximidades de Edchera, a unos veintiocho kilómetros de El Aaiún, la vanguardia recibe fuego enemigo procedente de la Saguia. El Capitán ordena a su Compañía atacar a la resistencia aparecida. Conforme avanza contra el enemigo, recibe un fuego cada vez más intenso, bien dirigido, que le produce abundantes bajas. Una vez establecida la base de fuegos, la Bandera inicia el ataque a la resistencia enemiga. 
    Los sangrientos ataques continuaron hasta la caída de la noche, cuando las fuerzas marroquíes, demasiado desperdigadas y sin hombres suficientes para continuar el ataque, se desvanecieron en la oscuridad.
    Al amanecer puso al descubierto la magnitud de las pérdidas. Muerto el Capitán Jáuregui, muertos los Tenientes Gómez Vizcaíno y Martín Gamborino. 
    Muertos el Brigada Fadrique Castramonte y el Legionario Maderal Oleaga pertenecientes a la XIII Bandera, se les concede la Laureada de San Fernando.
    El número total de bajas entre los días 13 y 14 es de ciento doce. De ellos 64 heridos y 48 muertos. Pertenecientes a la XIII Bandera, Transmisiones, VI Bandera, Grupo de Policía Indígena y dos conductores de Automovilismo.
    El 19 de febrero de 1958 la destrucción del enemigo en la zona de la Sguia el Hamra era un hecho. Por lo tanto, lo que las operaciones en la Saguia el Hamra habían demostrado era la posibilidad de volver a ocupar todo el Sahara español sin especiales problemas.
    Quedaban en el sur de este extenso territorio algunos núcleos de las Bandas Armadas en actitud rebelde. Tenían a su favor, como siempre, su facilidad de ocultación y su conocimiento del medio ambiente. En contra, tenían la escasez de sus efectivos, la actitud de la población y su incomunicación con Marruecos.
    En febrero de este año, tropas franco-españolas lanzaron una importante ofensiva que desmanteló con éxito al Ejército de Liberación Sahariano. La maniobra concebida era que los españoles y los franceses cooperaran en la acción desde sus respectivas posiciones, asignando a los primeros la zona ocupada por el enemigo con mayores efectivos.
    Se crearon, cuatro Agrupaciones de combate, dos españolas y dos francesas. El ejército español, avanzando desde El Aaiún y Villa Cisneros (Operación Teide), junto a tropas francesas que operaban desde Fort Gouraud y de Port Etienne (Operación Ecouvillón), atacaron contundentemente a los marroquíes el 24 de febrero, destruyendo las concentraciones del Ejército de Liberación Sahariano entre Bir Nazaran y Auserd. Por primera vez, el poder aéreo masivamente superior de los europeos fue aplicado, ya que Francia y España desplegaron una escuadra de 130 aviones.
    Los carros de combate M –24 desembarcaron en Villa Bens de las barcazas K -2. El apoyo de la Armada fue condición necesaria de la acción terrestre. Diez había en la División de Caballería y los diez fueron al Sahara y resultaron útiles por su acertado empleo.
    Ambas Agrupaciones españolas, el día 21 alcanzan sus puntos de destino iníciales. Los de El Aaiún, Bit Nazaran, por la tarde; los de El Aargub, Auserd, a medio día. El día 22 por la tarde, la Agrupación que partió de El Aargub se dirigió a la zona de Agracha, cerca de Sebja de Tennuaca, donde de esperaba encontrar resistencia. No tardó, en efecto el enemigo en presentarse a la cita.
    El día 23 de febrero, el Batallón de Cabrerizas perteneciente a esta Agrupación, abordó muy de mañana la posición enemiga. El combate fue duro desde el primer momento. El enemigo, encerrado irremisiblemente entre las dos agrupaciones españolas y las dos francesas, sin ninguna posibilidad de escape, se defendió con tenacidad. Los de Cabrerizas atacaron con dureza legionaria. Fue un combate a muerte entre dos adversarios bien adiestrados y dispuestos a llevar hasta sus últimas consecuencias la lucha. Una lucha sin frentes ni retaguardia, en la que el fuego de las armas aparecía y desaparecía como por arte de magia. Una lucha en la que nadie podía estar seguro en ninguna parte.
    La noche vino a poner un obligado descanso. Las unidades se reagruparon. Vino el recuento de bajas. El doloroso recuento. Habíamos tenido diecinueve heridos.
    La pretendida «limpieza» del sur del Sahara estaba costando más trabajo y sangre de lo que se había pensado. El enemigo, acorralado, estaba dando una prueba de fortaleza inesperada. Parecía lógico que con el nuevo día la resistencia desapareciera.
    No fue así. El 24 estaba previsto perseguir al enemigo. Se esperaba, una vez más, que escapara, que se esfumara, como se esfumó en la Saguia. Pero el enemigo, el poco enemigo que quedaba, vendió cara su piel. Las tierras altas al oeste de la Sebja de Tennuaca fueron nuevamente testigos de una dura lucha, aún más dura que la del día anterior. Era imposible en aquellos cerros rocosos hacer sentir los efectos del superior armamento español. De nada servía la Aviación donde los hombres se escondían en las grietas de las rocas, en los escarpados calizos cortados a pico, en la sombra obscura de las acacias y de las talhas.
    El tributo de sangre de los bravos hombres de Cabrerizas fue aún mayor. Un total de siete heridos y cinco muertos. Y esta fue, prácticamente, la última sangre que se derramó por España en combate abierto con un enemigo exterior.
    Terminada la acción, las agrupaciones francesas se retiraron de nuestro territorio. Una de ellas por tierra, hacia Fort Gouraud, y la otra por mar, embarcando en Villa Cisneros.
    Formación en línea de loa ametralladoras-cañón, compradas en Francia de segunda mano, para el Grupo de Escuadrones de Santiago. Material viejo que dio un excelente resultado tratado por manos expertas.
    Una de las dos Agrupaciones todavía prosiguió las operaciones de limpieza, mientras que la fuerza procedente de El Aaiún se mantuvo en su mayor parte en la región de Bir Nzarán-El Aar ub, pasando a formar parte del IV Tercio de La Legión, Alejandro Farnesio, de guarnición en Villa Cisneros.
    El 1 de Abril se firman los acuerdos de Angra de Cintra entre los Gobiernos español, y marroquí. Por este acuerdo se entregaba a Marruecos Cabo Yuby, entre el río Draa y el paralelo 27º 40´, excluyéndose Sidi Ifni y el resto del Sahara español.
    A pesar de ello, España acabaría entregando también Ifni once años después, en cumplimiento de la Resolución2072 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobada en 1965. Esta resolución se refería también a Saguia el Hamra y Río de Oro, agrupadas entonces con el nombre de Sáhara Español, pero el abandono de esta provincia no se produjo hasta 1975, tras la Marcha Verde.
    NACIONES UNIDAS
    ASAMBLEA GENERAL
    Resolución 2072 (XX). Cuestión de Ifni y el Sáhara Español
    La Asamblea General,
    Habiendo considerado los capítulos de los informes del Comité Especial encargado de examinar la situación con respecto a la aplicación de la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales referentes a Ifni y el Sáhara español24,
    Recordando la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales conte­nida en su resolución 1514 (XV), de 14 de diciembre de 1960,
    Considerando que la Declaración se inspira en el vivo deseo de la comunidad internacional de poner fin al colonialismo en todas partes y en todas sus formas,
    1. Aprueba lo dispuesto en la resolución referente a Ifni y al Sáhara español aprobada el 16 de octubre de 1964 por el Comité Especial encargado de examinar la situación con respecto a la aplicación de la Declara­ción sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales25;
    2. Pide encarecidamente al Gobierno de España, como Potencia administradora, que adopte inmediata­mente todas las medidas necesarias para la liberación de los Territorios de Ifni y del Sáhara español de la dominación colonial y que, con ese fin, emprenda nego­ciaciones sobre los problemas relativos a la soberanía presentados por estos dos Territorios;
    3. Pide al Comité Especial que informe sobre el cumplimiento de la presente resolución a la Asamblea General en su vigésimo primer periodo de sesiones;
    4. Pide al Secretario General que transmita la presente resolución a la Potencia administradora.
                                                     1398a. sesión plenaria
                                                    16 de diciembre de 1965
  • Sahara Occidental : Sentimientos de una anciana militante

    Aquí estoy con las manos llenas de nada y vacías de todo, caminando por caminos inciertos esperando ese instante; abandonada al tiempo y al olvido de aquello que fue mi hogar:. No hay nada aqui que pudiera reclamar como mío.
    He visitado tierras ajenas, y me he sentido ajena a personas y sus ideas…
    He conocido, he visto, y he pensado. He hablado otras lenguas y me he empapado de nuevas ideas,pero mi mayor anhelo es esa tierra, mi tierra.
    Había sido muy feliz en aquellas tierras, lo poco que me acuerdo, es cierto que el tiempo ayuda a cicatrizar las heridas, pero tarda.
    Tengo lo que pedía, lo que mi esfuerzo merecía y mis sacrificios correspondían, y aún siento que me falta algo, ese algo que nos lleva a seguir adelante porque hay que hacerlo.
    Soñé durante años con mi regreso. Incluso llegué a imaginar mi regreso con todos mis conocidos aplaudiendo, como a una héroe. Pero ahora no están, todos ellos desaparecieron y se fueron hace tiempo.
    Sobrevivo como puedo al día; pienso que lo más fácil sería dejarse vencer y caer a merced de las corrientes, sé que dejaría incompleta la promesa, y posiblemente jamás me lo perdonarían, pero es tan dura esta lucha…


    Fuente : https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10203766492301199&set=a.3465861483689.141553.1185598310&type=1
  • Abdellahi Eljarshi, otra víctima mortal de las minas del muro marroquí. Y van…

    Abdellahi Eljarshi tenía 31 años, estaba soltero y se ganaba la vida pastoreando un rebaño de cabras. Esta vez se fue lejos de Bojador, 50 kilómetros hacia el este, y llegó a una zona conocida como El Madelshiat, muy cerca del Muro Marroquí que divide en dos el Sáhara Occidental.A
    Y allí, a pocos metros del primero de los seis tramos del muro militar marroquí, que cierra al sur del Cabo Bojador parte del segundo muro más largo del mundo, tras la Muralla China, una mina antipersona acabó el 25 de agosto con la vida de Abdellahi Eljarshi.
    Según información facilitada por la organización Dales Voz a Las Víctimas, su cuerpo quedó tendido en el desierto y un familiar que le acompañaba dio la voz de alarma, además de tener que reagrupar el rebaño, que había huido despavorido.
    Una patrulla de Gendarmería marroquí trasladó el cuerpo de Abdellahi al hospital Hassan II de El Aaiún, a 180 kilómetros, donde le fue practicada la autopsia por indicación del Procurador General, aunque sus padres, Fátima Ment Ibrahim y Ahmed Eljarshi, no querían al considerar que “la mina ha bombardeado su cuerpo y no hace falta saber más”. El cuerpo de Abdellahi fue entregado después a la familia.
    Dales Voz a las Víctimas han señalado que la autopsia aportará la certificación de la causa de la muerte del joven saharaui para que sea incluido en el registro oficial de víctimas por accidente de mina que han de entregar anualmente las autoridades marroquíes y del Frente Polisario, para el Informe Monitor y el registro que la MINURSO aporta al Consejo de Seguridad de la ONU.
    La de Abdellahi Eljarshi no es la única víctima por la explosión de una mina de las entre cinco y siete millones, según diferentes fuentes, sembradas por Marruecos en el Sáhara Occidental, en especial a lo largo del muro de 2.720 kilómetros de extensión.
    Su muerte se suma a la de otros civiles saharauis que llevan sus rebaños de ganado por las cercanías del muro en busca de mejores pastos, como le ocurrió el pasado mes de abril a Ahmeitu Mahmud, de 29 años. Falleció a consecuencia de las graves heridas que le ocasionó la explosión de una mina, a 30 kilómetros de la ciudad de Smara, cuando cuidaba de una manada de camellos. Un mes antes, un niño de diez años perdió una mano y unos dedos de la otra a causa de una mina en Meheris. En otra explosión, la víctima perdió las dos piernas. El 28 de enero el equipo de cineastas formado por Samir Abujamra, brasileño; Tito González, franco-chileno, y Ahmed Mohamed Lamin, saharaui y director técnico de Dales Voz a Las Víctimas­,sobrevivieron a la explosión de una mina antitanque al final del muro, en la frontera con Mauritania, en la zona conocida como La Güera.
    Morir desangrado
    Dales Voz a Las Víctimas ha señalado que los pastores nómadas suelen salir solos con su rebaño y cuando pisan alguna mina en el desierto tienen muy pocas opciones de sobrevivir y lo habitual es que fallezcan desangrados a consecuencia de las tremendas amputaciones que ocasionan las minas en las extremidades inferiores.
    Además, agrega, resulta muy complicado obtener información sobre estos accidentes pues en los territorios ocupados se trata de ocultar cualquier denuncia relacionada con el muro marroquí, rodeado por millones de minas terrestres, municiones de racimo y otros explosivos abandonados tras el fin de la guerra, en 1991.
    El número de víctimas de las minas del muro marroquí, al que la Asociación Saharaui de Víctimas de Minas (ASVM) califica como “el asesino más silencioso y silenciado del mundo”, no se conoce con exactitud y varía según las fuentes. En los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia) además de las víctimas totalmente impedidas, se calcula hay unas 1.500 personas con lesiones, pero que no han perdido totalmente la movilidad.
    Estos son testimonios recogidos por Elisa Pavón para RASD News: 
    -Manfoud Alí, de 12 años, acompañaba a su padre a pastorear por las cercanías de Mheriz. Encontró una bola un poco extraña, la golpeó con una piedra para ver si podía abrirla y le explotó en las manos. Era una bomba de racimo, una de las armas más letales que existen, prohibidas por todas las convenciones internacionales. Sufrió amputación completa de 4 dedos de la mano derecha.
    -Chejmami Mohamed Lamin tenía 14 años cuando pisó una mina antipersona cerca de Tifariti, en los territorios liberados del Sáhara Occidental. Estaba con su hermano mayor, ayudando a la familia en las labores de pastoreo. “No recuerdo nada, ni siquiera el día en que ocurrió”, comenta. “Si pudiera pedir un deseo, pediría haberme dedicado a otra cosa”. Con la pierna amputada desde la cadera, aprendió a adaptar su vida en el campamento de Auserd donde vive con su familia.
    -Muna Hafed tenía cuatro años cuando le explotó entre las manos una bomba de racimo, que ella creía era una pelota. Los fragmentos metálicos se incrustaron en varias partes de su cuerpo y rostro. Tuvo mucha suerte, porque el metal salió despedido en dirección contraria a ella. Si se hubiera dirigido directamente hacia su cuerpo, podría haber muerto. Restos de metralla, aunque apenas se aprecian, continúan clavados en su cráneo, complican su correcto crecimiento y desarrollo.
    -Erdif Mohamed Moulud, 60 años. Cuando apenas tenía 24 años, pisó una mina antipersona que le amputó la pierna derecha por encima de la rodilla y que, además, le causó otras múltiples lesiones en el resto del cuerpo.
    -Awala Lehbib Embarek tenía sólo 20 años cuando seguía a sus cabras en un coche junto a un compañero, al sur de los territorios liberados, lindando con la frontera mauritana. El rebaño tardaba en regresar y bajó del vehículo para intentar recogerlo. Estaban demasiado cerca del muro, pisó una mina y la explosión le arrancó el pie derecho, dejando sólo su tobillo y un manojo de músculos colgando.
    -Sidi Budi Bibi viajaba con tres miembros de su familia cuando su coche explotó sobre una mina anti-tanque marroquí. El cuerpo de Sidi voló por los aires y salía despedido con suma violencia. Cayó a tierra como un saco y aterrizó sobre una mina anti-persona, también sembrada por el ejército marroquí, que le arrancó de cuajo parte de su pierna derecha por debajo de la rodilla y le desprendió el ojo.
    La Convención de Ottawa de 1977 sobre minas antipersonales, que prohíbe su adquisición, producción, almacenamiento y utilización, fue suscrita por el Frente Polisario, pero no por Marruecos. Dales Voz a Las Víctimas afirma que “sin la firma del Tratado Internacional de Prohibición de Minas y de la Convención de Municiones en Racimo por parte de Marruecos la posibilidad de poner freno a los accidentes en el Sáhara Occidental se reducen cualitativa y cuantitativamente a la mínima expresión”. En los territorios controlados por el Frente Polisario el programa Acción contra la Violencia Armada (Landmine Action) pretende limpiar el Sáhara Occidental de minas y bombas de racimo.