Année : 2016

  • Olvidos y traiciones políticas de España al pueblo saharaui

    Este año 2016 se cumple el cuadragésimo aniversario de la creación de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) nacida en 1976 tras el abandono por parte del Gobierno de España de los que había sido territorios propios, no colonia y que entregó sin contrapartidas a Marruecos.
    Este año, también, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, visitará las zonas en las que habitan actualmente los saharauis, lo que le otorga especial relevancia al aniversario.
    Con estos motivos ofrecemos un interesante y minucioso trabajo sobre todo ese desconocido pasaje de nuestra historia reciente elaborado por Fernando Muniesa y que hará reflexionar a nuestros lectores, sobre todo a los más jóvenes que desconocen casi en su totalidad lo ocurrido, lo que se llamó y se llama “La vergüenza y traición de España a los saharauis”.
    Trabajo que se complementa con la entrevista que publicamos el pasado jueves con Jira Bulahi, la nueva delegada del Frente POLISARIO en España. 
    La memoria, potencia intelectual por medio de la cual se retiene y recuerda lo pasado, no es útil sólo para adquirir erudición; también es necesaria para mantener una conducta de vida adecuada a la dignidad humana.
    Una verdad especialmente entendida a partir de la era cristiana. Por poner un ejemplo, Plutarco, que además de historiador, biógrafo y ensayista, fue un moralista extraordinario, sostenía que el recuerdo de los acontecimientos pasados da ejemplos para deliberar con más acierto sobre los venideros, o si se prefiere -decimos nosotros- para gobernar mejor.
    Aunque antes de Plutarco ya se había dicho y escrito mucho también sobre el término ‘historia’, muy vinculado a la ‘memoria’ al entenderse aquél como la narración o exposición verdadera de los acontecimientos pasados y dignos de recuerdo. De hecho, en ese maridaje entre memoria e historia (que en cualquier caso significan cosas distintas), encaja esta consideración de Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C.), político, escritor y brillante orador romano: “El que no conoce la historia -o no sabe lo sucedido antes de que él naciese- toda su vida será un niño”…
    La promesa incumplida de Juan Carlos I
    La responsabilidad de proteger los legítimos derechos de la población saharaui, fue asumida públicamente por el entonces príncipe de España y Jefe del Estado en funciones, don Juan Carlos de Borbón, exactamente el 2 de noviembre de 1975, en El Aaiún, capital de lo que todavía era el Sahara español. Con la ‘Marcha Verde’ en el horizonte y con Franco agonizando, el hombre que apenas 20 días después (el 22 de noviembre) sería proclamadoRey de España hizo un viaje sorpresa para animar a los militares destinados en el Sáhara Occidental.
    En el Casino Militar y ante el ministro del Ejército, el jefe del Estado Mayor, el capitán general de Canarias y el gobernador militar del Sáhara -entre otras personalidades que acreditaban la relevancia del acto-, quien en aquellos decisivos momentos en la historia de España oficiaba como Jefe del Estado lanzó el siguiente mensaje:
    “Quería daros personalmente la seguridad de que se hará cuanto sea necesario para que nuestro Ejército conserve intacto su prestigio y su honor.
    España cumplirá sus compromisos y tratará de mantener la paz, don preciso que tenemos que conservar. No se debe poner en peligro vida humana alguna cuando se ofrecen soluciones justas y desinteresadas y se busca con afán la cooperación y el entendimiento entre los pueblos.
    Debemos proteger también los legítimos derechos de la población civil saharaui, ya que nuestra misión en el mundo y nuestra historia nos lo exigen”.
    La prensa destacó el clima de máxima tensión política y militar y cómo las palabras de Juan Carlos fueron recibidas con alegría y aprobación. A las cuatro horas volvió a Madrid. Solo tres días después, según los cables diplomáticos desvelados por WikiLeaks, el príncipe de España filtraba al embajador de Estados Unidos en Madrid, Wells Stabler, “los movimientos de Franco respecto al Sahara” (Público 11/04/2013). Al mes y medio salía de El Aaiún la última compañía de la Legión y el 28 de febrero de 1976 se arrió la bandera española en el Sáhara.
    Las palabras de Juan Carlos de Borbón en El Aaiún se han recordado en repetidas ocasiones, pero el monarca nunca las oyó directamente hasta el 31 de marzo de 2009. Ese día se encontraba en la Universidad de Alcalá de Henares justo presidiendo la entrega del Premio de Derechos Humanos Rey de España, y lo que menos esperaba es que la mujer que se acercó a saludarle ataviada con una melfa (prenda tradicional saharaui) le dijera: “Majestad, soy saharaui y recuerdo perfectamente cuando visitó mi ciudad natal, El Aaiún, en noviembre de 1975. Su Majestad prometió que iba a defender el legítimo derecho del pueblo saharaui. Sin embargo, el pueblo saharaui aún está esperando que esa promesa se cumpla, todavía estamos sufriendo las consecuencias de esa promesa que no se ha llevado a cabo”. Era Zahra Ramdán, presidenta de la Asociación de Mujeres Saharauis en España (AMSE): recuerda que el Rey escuchó y calló…
    EL PUEBLO SAHARAUI AÚN ESTÁ ESPERANDO QUE ESA PROMESA SE CUMPLA
    En julio de 2013, ante el anuncio del viaje oficial que el rey Juan Carlos giraría el 15 de julio a Marruecos, al que invitó a todos los ministros de Asuntos Exteriores de España de la democracia, algo sin precedentes en la diplomacia española y que en medios políticos internacionales se entendió como un ejercicio de pleitesía ante el rey de Marruecos, los principales movimientos solidarios con el pueblo saharaui dirigieron una carta al Jefe del Estado recordándole las olvidadas palabras de compromiso con el pueblo saharaui que pronunció en El Aaiún.
    En la misiva de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-SÁHARA), la Federación Estatal de Instituciones Solidarias con el Sáhara (FEDISSAH) y la Coordinadora de Intergrupos Parlamentarios ‘Paz para el Sáhara’, se pidió al rey que“coherentemente con sus palabras de ayer, tenga hoy la decisión y el coraje de asumir las responsabilidades nunca asumidas y se implique decididamente en la búsqueda de una solución política que reconozca los legítimos derechos del pueblo saharaui para asumir su propia responsabilidad en el ámbito de las naciones contemporáneas”. Y se señalaba al monarca que “aún es posible enterrar el dolor y la ira y restaurar la dignidad y la justicia que sus palabras no consiguieron enmendar ni enderezar entonces”.
    Como quiera que en su viaje a Marruecos el Rey iba a estar acompañado por una veintena de empresarios españoles, con el presidente de la CEOE, Juan Rosell, a la cabeza, y por un insólito grupo de ex ministros de Asuntos Exteriores de España, también pidieron a esta última representación que en su cena prevista con el rey alauí Mohamed VI, tuvieran “la valentía de adoptar una postura conjunta en defensa del derecho de los saharauis a decidir su futuro, un pueblo al que España abandonó y con el que tiene una deuda histórica”…
    Un sentimiento general de injusticia con el pueblo saharaui
    Este recurso a la memoria histórica, entendida como concepto ideológico o en el sentido de desarrollo historiográfico que le ha atribuido recientemente Pierre Nora, notable sociólogo y miembro de la Académie Françoise, es el que también late en la conciencia de muchos testigos excepcionales de la historia compartida entre España y el pueblo saharaui. Sin duda bien visible en la entrevista al teniente general Antonio Ramos-Yzquierdo, presidente de los Veteranos del Sáhara, publicada en ElEspiaDigital.Com (30/06/2013).
    Se puede perdonar, pero no olvidar
    Pero en su memoria también permanece la entrega ilegal del Sáhara Occidental a Marruecos, con la indignación de los militares. Y ahora, con la perspectiva de la historia transcurrida, se reprueba la postura favorable a las tesis marroquíes que mantiene el Gobierno de España, que no respaldó la propuesta que hizo Estados Unidos en 2013 para que la misión de Naciones Unidas vigile el cumplimiento de los Derechos Humanos, lamentando que nadie obligue a Marruecos a celebrar el referéndum de autodeterminación para que el pueblo saharaui decida su futuro.
    Cuando en la conclusión de la entrevista se le preguntaba sobre qué futuro deseaba para los saharauis, el presidente de los Veteranos del Sáhara respondía categóricamente: “Un futuro de independencia, por descontado. Un estado saharaui enfrente de Canarias nos favorecería. Hay opiniones contrarias como la del Embajador Javier Rupérez, que dijo en un artículo (ABC, 26/03/2010) que era mucho mejor que aquello fuera marroquí. Yo creo que no, incluso teniendo en cuenta las posibilidades de infiltración del terrorismo de Al Qaeda por una razón: los saharauis nunca han sido fanáticos religiosos, sus prácticas del Corán son bastante suavizadas. La zona natural de desenvolvimiento del Sáhara es Canarias. Y eso nos favorecería mucho, sin hablar de las posibilidades del petróleo”.
    Este tipo de sentimiento sobre la cuestión general del antiguo Sáhara Español, expresado incluso desde una óptica de rectitud militar, converge con otros muchos de raíz complementaria que finalmente muestran una misma frustración política, en una idéntica memoria de comportamientos indignos con el pueblo saharaui.
    Así, en abril de 2014 y ante la inminente renovación por el Consejo de Seguridad de la ONU de su misión en el Sáhara Occidental, un grupo de personalidades españolas de diferentes ámbitos sensibilizadas con el problema, publicaron un manifiesto recordando al Gobierno del PP que España “sigue siendo la Potencia Administradora de iure” del territorio y que, por ello, debía “asumir de una vez sus responsabilidades” y propiciar “un mayor papel de Naciones Unidas en la resolución del conflicto y en la tutela de los Derechos Humanos”.
    El ‘Manifiesto por una Política Digna de España en el Sáhara Occidental’, lo encabezaron Jaime de Piniés Bianchi, hijo del que fue embajador de España ante la ONU cuando, en contra de su criterio, tuvo lugar en 1975 el abandono del pueblo saharaui; el teniente general Miguel Iñiguez del Moral, que tras estar destinado en el Sáhara fue en los años ochenta Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME); Carmen Díaz Llanos, viuda de Juan Garrigues y expresidenta de la Asociación de Amigos del Sáhara de Madrid; Ana María Rodríguez de Viguri, empresaria e hija del último secretario general de España en el Sáhara; Eduardo Fungairiño, ex fiscal del Tribunal Supremo; Javier Morillas, catedrático en la Universidad CEU-San Pablo…
    Para ellos fue “escandalosa y vergonzosa” la actuación del Gobierno de Mariano Rajoy en 2013 al respaldar a Francia en su rechazo de la propuesta de Estados Unidos de ampliar a los DDHH las competencias de la MINURSO (Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental). Señalaron que la resolución del conflicto del Sáhara “no es ni debe ser” en España “patrimonio exclusivo de ninguna corriente ideológica”, pues es “un tema de Estado que concierne a todos sus ciudadanos e instituciones”, constituye “la gran asignatura pendiente de la Transición Española”, y los saharauis son “los grandes sacrificados”.

    “LA GRAN ASIGNATURA PENDIENTE DE LA TRANSICIÓN ESPAÑOLA”
    Se mostraron categóricos en su afirmación de que no debe tolerarse que Marruecos“chantajee continuamente a España para consolidar su ocupación ilegal” con asuntos tan sensibles como la inmigración clandestina y la política antiterrorista, y que“la política de buena vecindad con Marruecos no puede estar basada en la permanente cesión de España”. También criticaron la reducción de más del 50 por 100 de la ayuda humanitaria y a la cooperación con los refugiados saharauis adoptada por el Gobierno de Rajoy, al que pidieron“oficializar”, con un estatuto diplomático específico, las relaciones con el Frente Polisario y con las autoridades de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
    Con todo, el Consejo de Seguridad no atribuyó a la MINURSO, una vez más, competencias en materia de DDHH, aprobándose el proyecto de resolución con el apoyo del irónicamente llamado ‘Grupo de Amigos del Sahara Occidental’, integrado por España, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos.
    Los saharauis que habitan los territorios ocupados por Marruecos seguirían sin protección para ejercer libremente los derechos de expresión, reunión y manifestación, mientras la MINURSO sigue siendo la única misión de la ONU desde 1978 sin cometido en materia de DDHH.
    La actuación del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, en el tema de la MINURSO ha sido muy criticada, especialmente cuando calificó de “inviable” la propuesta de la administración Obama en 2013 de incluir la vigilancia de los DDHH.
    Dirigentes saharauis dijeron que era antidemocrática y continuación de otras del mismo signo connivente con Marruecos, como fue retirar a los cooperantes españoles de los campamentos de refugiados, cuestionar las medidas de seguridad por parte del Polisario en los campamentos de Tinduf o alinearse con el Gobierno marroquí en contra del enviado especial de la ONU para el Sahara Occidental, Chistopher Ross.
    Los portavoces del Polisario afirmaron que el ministro español de Exteriores actúa al límite de la postura oficial del Partido Popular y recordaron que en su programa electoral el PP dejó claro que apoyaba los esfuerzos de Naciones Unidas “con vistas a lograr una solución conforme a las resoluciones del Consejo de Seguridad y el Derecho Internacional y a la responsabilidad histórica de España”.
    En esa misma línea señalan que la actitud de García-Margallo se contradice con la declaración del presidente Rajoy, realizada el 25 de septiembre de 2012 ante la 67 Asamblea General de la ONU, marco solemne en el que comunicó esta postura oficial:“España mantiene su compromiso de una solución justa, duradera y mutuamente aceptable al contencioso del Sahara Occidental que prevea la libre determinación del pueblo saharaui de acuerdo con los principio y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas”.
    La posición diplomática de España, en la práctica favorable a Marruecos, motivó que la Delegación Saharaui para España emitiera un comunicado en el que expresaba que, una vez más, García-Margallo “se declara a favor de las tesis anexionistas y coloniales marroquíes al expresar que la salvaguarda de los derechos humanos, por parte de la MINURSO en el Sahara Occidental, es inviable”. CEAS-SÁHARA habló de la ‘traición’ personal de García-Margallo, preguntándose: “¿Nuestro ministro de Asuntos Exteriores [está] al servicio de Marruecos…?”.
    De esta forma, parece claro que, en lugar de ayudar a la resolución del conflicto del Sáhara, del que España fue responsable en sus orígenes, lo que hace García-Margallo es doblegarse sistemáticamente ante los chantajes de Marruecos, arropando y oxigenando su radicalidad.
    Como ejemplos de la constante violación de los DDHH de los saharauis en los territorios ocupados por Marruecos y la falta de respuesta española baste recordar el caso de Aminetu Haidar, cuando el ministro socialista de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, aceptó en noviembre de 2009 la expulsión de la activista de DDHH hacia Lanzarote, después de haber estado detenida en el aeropuerto de El Aaiún. Tras 32 días en huelga de hambre, esta mujer de salud frágil por los cuatro años que estuvo detenida de forma ilegal en cárceles secretas marroquíes, pero a la que las autoridades de ocupación no lograron doblegar, consiguió regresar a su tierra gracias a las gestiones de Estados Unidos ante Marruecos, dejando en lamentable evidencia al Gobierno de Rodríguez Zapatero. ¿A qué se debió que el 25 de marzo de 2014 Moratinos fuera galardonado en Rabat por la Fundación Diplomática marroquí como ‘gran amigo de Marruecos’…?
    España, Marruecos y el oscuro negocio de las armas
    Pero desde la dirección del Polisario se va más allá de denunciar los chantajes de Marruecos a España. No faltan fundadas sospechas de que detrás de la actuación del ministro español de Asuntos Exteriores favorable a las tesis del país alauí, que se niega reiteradamente a que la MINURSO vigile las violaciones de los derechos humanos en el Sahara Occidental, tal y como han exigido distintas organizaciones internacionales (como Amnistía Internacional, la Human Rights Watch o el Robert F. Kennedy Center), se cobijan, entre otros, los oscuros intereses de la industria nacional de defensa y seguridad, que por su limitado nivel de desarrollo tecnológico tiene de momento en el país alauí un cliente potencial nada desdeñable.
    El 6 de noviembre de 2014 el Gobierno español fue denunciado por quinta vez como vendedor de armas a Marruecos, vulnerando la legislación que prohíbe autorizar estas exportaciones a países en los que existen indicios racionales de que el material puede ser empleado con fines de represión interna o en situaciones de violaciones de los DDHH.
    En los últimos diez años, España ha vendido armamento a Marruecos por un importe de 193 millones de euros, con lo que éste país se ha convertido en su principal cliente dentro del continente africano, ocupando la posición 16 en el ranking exportador de armamento español y contraviniendo sin el menor sonrojo la legislación nacional y los tratados internacionales suscritos por nuestro país. Con anterioridad, ya se había producido la venta de plataformas navales (patrulleras clase ‘Vigilance’ y ‘Lazaga’ y patrulleras rápidas o guarda-costas de RODMAN, e incluso la corbeta ‘Teniente Coronel Errahmani’, de la clase ‘Descubierta’, que en su momento fue el buque insignia de la Marina Real Marroquí).
    A ese comercio hay que sumar el valor de las donaciones de armamento a precio simbólico que se realizaron en 2008. El 18 de enero de ese año, el Consejo de Ministros autorizó la cesión a Marruecos de ocho juegos de lanzadoras de bombas de aviación, por el precio simbólico de un euro, a pesar de estar valorados en 86.848 euros. Y el inmediato 27 de junio autorizó la cesión de seis torpedos ligeros MK-46, de la clase 2, destinados a la Marina Real también por el precio simbólico de un euro…
    Según las organizaciones denunciantes, en 2011 España suspendió la venta de armamento a Libia y en 2013 a Egipto y Taiwán (antigua Formosa). Pero el Gobierno nunca ha atendido las justas peticiones de la población saharaui para que no facilitara la represión marroquí en el Sahara Occidental.
    Y lo vergonzoso del caso es que España promueve estas ventas de armas a Marruecos siendo nada menos que la potencia administradora del Sáhara Occidental (hasta que finalice el periodo de descolonización), tal y como ha dejado claro un auto dictado por el pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional en julio de 2014. De hecho, Marruecos no figura como ‘potencia administradora’ de dicho territorio en el catálogo de Territorios No Autónomos de Naciones Unidas.
    En julio de 2013 varias organizaciones de la sociedad civil denunciaron que Marruecos utilizaba material bélico español para reprimir al pueblo saharaui, coincidiendo con una visita oficial del rey Juan Carlos a Marruecos. La denuncia incluyó testimonios gráficos e informaciones de prensa dando fe de que el ejército marroquí utiliza vehículos VAMTAC, fabricados por UROVESA, para reprimir manifestaciones saharauis.
    Precisamente esta empresa española, ubicada en Santiago de Compostela, fue visitada en abril de 2013 por el ministro de Defensa marroquí, Abdellatif Loudiyi, para conocer los nuevos modelos VAMTAC (Vehículo de Alta Movilidad Táctica) con aplicaciones, entre otras, de antimotines, porta-armas, plataforma lanza-misiles, transporte de personal, apoyo de vigilancia, comunicaciones, mando y control… Una gira en la que el ministro marroquí estuvo acompañado de su homólogo español, Pedro Morenés, convertido en agente comercial y de relaciones públicas de la industria privada de defensa, función desde luego muy alejada de su responsabilidad institucional…
    El uso demagógico de la causa saharaui
    En una entrevista a Abdelkader Taleb Omar, primer ministro de la RASD, publicada también en ElEspiaDigital.Com (16/06/2013), ya se aclaraba el trasfondo de la política falsaria y represiva de Marruecos en relación con el Sáhara Occidental, evidenciando al mismo tiempo la complicidad del Gobierno de Rajoy. Además, aclaraba que la posición personal del actual presidente español (hoy en funciones) estaba más en línea con la de su predecesor en el cargo, Rodríguez Zapatero, que con la de José María Aznar (“No cabe duda de que Aznar tenía posicionamientos más claros a favor de la causa saharaui”).
    Lo que entonces pedía el primer ministro de la RASD al Gobierno de España, hoy cobra una especial relevancia en la antesala del 40 Aniversario la creación del Estado saharaui (27 de febrero). Decía literalmente: “Lo que exigimos del Gobierno de España es que, como mínimo, defienda que haya control de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental. No pedimos ni que reconozca la República Saharaui ni que lleve políticas de sanciones sobre Marruecos. Simplemente un principio aceptado universalmente, que se respeten los Derechos Humanos. Y, también, que sea más activo en la implementación del derecho de autodeterminación del pueblo saharaui”.
    Una vez llegados al Gobierno, tanto el PP como el PSOE han subordinado su posición sobre el Sáhara Occidental a su relación con Marruecos, ocupante del territorio. Aunque la causa saharaui se venga utilizando para atacar al propio gobierno español cuando cualquiera de ambos partidos políticos se encuentra en la oposición, sabiendo que de esta forma sintonizan con la opinión pública, generalizadamente simpatizante con el pueblo saharaui.
    Dicho de otra forma, el sufrimiento de los saharauis se ha utilizado como un instrumento demagógico de carácter electoralista, que, una vez llegados al poder, tanto PP como PSOE olvidan afectados por el chantajismo y los oscuros intereses económicos con los que se condicionan las relaciones bilaterales entre España y Marruecos.
    El caso de Felipe González fue paradigmático. El 14 de noviembre de 1976 el entonces secretario general del PSOE y aspirante a presidir el Gobierno de España, dijo en los campamentos de refugiados cosas como:
    “Nuestra repulsa y nuestra reprobación por el acuerdo de Madrid de 1975”; “… el Frente Polisario es el guía recto hacia la victoria final del pueblo saharaui”; “… lo más bueno del pueblo español es solidario con vuestra lucha”; “… el Gobierno no sólo ha hecho una mala colonización sino una peor descolonización, entregándoos en manos de gobiernos reaccionarios”. Y afirmó con especial rotundidad: “Sabemos que vuestra experiencia es la de haber recibido muchas promesas nunca cumplidas. Yo quiero, por consiguiente, no prometeros algo, sino comprometerme con la Historia. Nuestro partido estará con vosotros hasta la victoria final”.
    NUESTRO PARTIDO ESTARÁ CON VOSOTROS HASTA LA VICTORIA FINAL
    Pero ese mismo González, que incluso llegó a hacer más tarde gestiones verdaderamente rastreras ante el Gobierno de Colombia para que retirase el reconocimiento de la RASD y ante el de Chile para que no la reconociera, el 28 de septiembre de 2009 dijo en un debate en Madrid cosas tan contrarias como:
    “No sé dónde está la expoliación de recursos que está arruinando el Sáhara”; “… el país con mayor espacio de libertades que conozco del mundo árabe se llama Marruecos… incluidas las autoridades del Sahara Occidental”; “… con lo que estoy totalmente de acuerdo: una fuerte autonomía saharaui que les permitiera ser algo que muchos de ellos no saben, lo que históricamente fueron, pero que nadie lo ha puesto de manifiesto. Históricamente fueron una parte de ese Magreb… con derechos especiales en la relación con el sultanato de Marruecos”.
    Y uno se puede preguntar de forma razonable a santo de qué, o a cambio de qué oscuras compensaciones, venían esas palabras después de presidir durante cuatro legislaturas seguidas el Gobierno de España. Porque es difícil olvidar que el PSOE opositor de la UCD en los primeros años de la Transición, y entonces defensor de la causa saharaui y aliado del Frente Polisario, pidió al Gobierno de Suárez la denuncia de los acuerdos tripartitos de Madrid por los que se entregó el Sáhara y que se reconociera al Frente Polisario; reivindicaciones que abandonó una vez llegado al Gobierno, en contra del sentimiento y la opinión de su militancia, pro saharaui de forma mayoritaria.
    El PP de Rajoy (no el de Aznar) también ha hecho un recorrido de ida y vuelta. En una conferencia de apoyo y solidaridad con el pueblo saharaui de 2005, intervino un diputado del PP, algo hasta entonces inusual. Jorge Moragas, diplomático y hoy director en funciones del gabinete de la Presidencia del Gobierno, dijo entonces que la política del Ejecutivo socialista era ambigua y que se había alejado de la neutralidad activa mantenida por todos los gobiernos de España desde la Transición.
    Además, la presencia de políticos populares en actos a favor de la RASD empezó a ser cada vez más frecuente durante sus ocho años de oposición; incluida alguna manifestación en la calle, como la del 13 de noviembre de 2010, en la que hizo acto de llamativa presencia el entonces vicesecretario de Comunicación y hoy eurodiputado, Esteban González Pons. Peroaquel apoyo a la causa saharaui duró, como sucedió con el PSOE, sólo hasta que el PP ganó las elecciones generales y se hizo con la Presidencia del Gobierno…
    La formación política que sí se ha mantenido fiel a la causa saharaui desde el inicio de la democracia, ha sido el Partido Comunista de España, que también pidió a la UCD el reconocimiento de la RASD y que incluso rompió con los comunistas marroquíes. Después, reprochó al gobierno socialista haber abandonado al Polisario para pastelear las relaciones con Marruecos. Una línea de compromiso y apoyo al pueblo saharaui y al Polisario que Izquierda Unida sigue manteniendo constante.
    Hoy, transcurridos cuarenta años desde que España comprometiera su dignidad de Estado en un proceso honroso de descolonización del Sáhara Occidental por mandato de la ONU, y de que el pueblo saharaui iniciara su lucha por la legítima y prometida independencia, la historia se muestra llena de frustraciones y plagada efectivamente de olvidos y traiciones, que nada bueno dicen en favor de nuestra democracia, de nuestra política exterior y, en definitiva, de nuestro sistema de convivencia.
    La responsabilidad heredada por Felipe VI
    Antes al contrario, las altas instituciones del Estado, con la Corona a la cabeza, han mostrado en la cuestión general del Sáhara Occidental su peor cara, especialmente oscura en cuanto su connivencia con los intereses de Marruecos ha sido de una evidencia casi constante. Se pueden excluir de este juicio los gobiernos de la extinta UCD -que más o menos toleraban las acciones entonces más agresivas del Frente Polisario- y el de José María Aznar enfrentado claramente a la actitud de Marruecos.
    De hecho, en el Frente Polisario se tiene un buen recuerdo de Aznar. Como ejemplo, ahí están las declaraciones de su entonces delegado en España, Bucharaya Beyun. En ABC(28/11/2010) afirmó: “Aznar se plantó ante Bush y le dijo que España no podía aceptar que se impusiera una solución distinta a la que permitiera al pueblo saharaui expresarse libremente”. Y en el digital InfoLibre (13/05/2013) sostuvo: “El mejor posicionamiento lo tuvo Aznar”; “… hemos tenido muchos más problemas en las etapas de Rodríguez Zapatero y Felipe González”.
    Cosa distinta es la promesa de Juan Carlos I incumplida durante todo su largo reinado:“Debemos proteger también los legítimos derechos de la población civil saharaui, ya que nuestra misión en el mundo y nuestra historia nos lo exigen”.
    Con todo, Felipe VI inició el suyo siguiendo la misma senda de sumisión ante las políticas antidemocráticas de Marruecos y de los juegos económicos que se cruzan entre las oscuras sombras de nuestra relación bilateral con el reino alauí. Y no será por ignorar la realidad del sufrimiento saharaui.
    A FELIPE VI LE PIDO QUE INTERVENGA
    A raíz de la proclamación de Felipe de Borbón como Rey de España el 19 de junio de 2014, se planteó que la Corona intermediase ante Mohamed VI en favor de los legítimos derechos del pueblo saharaui. La presidenta de AMSE, Zahra Ramdán, fue clara: “A Felipe VI le pido que intervenga, por sus estrechas relaciones con la monarquía marroquí y, por supuesto, con Francia, país que obstaculiza una solución”. Dijo que la Monarquía española tiene una deuda con los saharauis y que, con Felipe VI como Jefe del Estado, había llegado el momento de saldarla. Y citó un caso más de la discriminación que sufren los saharauis: “Le están dando la nacionalidad española a los sefardíes de hace más de 500 años y de los saharauis, que eran también ciudadanos españoles, se han olvidado por el chantaje marroquí”.
    Con esa misma esperanza de recuperar la memoria perdida y de cambiar el injusto curso de la historia, el conjunto de las asociaciones solidarias con los saharauis también pidieron a Felipe VI (infructuosamente) que, en su primera y emblemática visita oficial a Marruecos, defendiera los legítimos derechos del pueblo saharaui, compromiso originalmente adquirido por su padre hace 39 años, aunque desde entonces el conflicto del Sáhara Occidental apenas haya interesado a la Corona.
    Por su parte, Mohamed Abdelaziz, presidente de la RASD y secretario general del Frente Polisario, aludió a ‘la responsabilidad histórica de España’ con la causa saharaui en el mensaje de felicitación que remitió a Felipe VI con motivo de su proclamación como Rey de España.
    Tras enviar esa misiva, Abdelaziz vivió la curiosa circunstancia de coincidir con el presidente Rajoy en la 23 Cumbre de la Unión Africana (UA), celebrada el 26 de junio de 2014 en Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial, antigua colonia española (hasta posaron juntos en la tradicional foto de familia).
    En su discurso ante el pleno de la cumbre, y en presencia del dictador Teodoro Obiang Nguema, Rajoy se dirigió “a los líderes de África” para decirles que los problemas quedan atrás si se mantiene un rumbo firme. Y afirmó: “El trabajo de los líderes consiste precisamente en marcar ese rumbo y mantenerlo frente a los pesimistas. Somos amos de nuestro destino”, definiendo la democracia como un “proyecto compartido al que pueden contribuir todos los ciudadanos independientemente de su raza, sexo, ideología o religión, y con pleno respeto de los Derechos Humanos”.
    Pero el presidente Rajoy no hizo ninguna referencia al Sáhara Occidental, quizás porque en aquella ex colonia España no se llevó a cabo el proceso de descolonización como se hizo con Guinea Ecuatorial durante el franquismo, y se entregó el territorio a Marruecos (Mauritania rehusó participar en esa usurpación). Y también fue curioso que su rey, Mohamed VI, no se encontrara entre los líderes africanos asistentes de la cumbre, dado que el reino alauí se retiró de la Organización para la Unidad Africana (OUA), predecesora de la UA, en 1982, cuando ingresó en la misma la RASD.
    Esta retracción del Gobierno de Rajoy para siquiera hablar de la causa saharaui, ciertamente cobarde (y hasta enfermiza), todavía ha sido más patente en el entorno de la Casa Real española. Solo en dos ocasiones, y de forma muy apretada, el rey Juan Carlos I citó estas dos palabras: Sáhara Occidental.
    La primera fue el 13 de marzo de 2007 en Argel. Ante Abdelaziz Buteflika, entonces presidente de Argelia, don Juan Carlos afirmó: “Es igualmente urgente, como ha puesto recientemente de relieve mi Gobierno, encontrar una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable para la cuestión del Sáhara Occidental, que prevea la libre determinación y a la que se llegue a través del diálogo entre las partes en el marco de las Naciones Unidas”.
    La segunda, todavía más escueta, se produjo dos años después, el 23 de enero de 2009, en Trípoli (Libia). En el discurso que pronunció en la cena ofrecida por Muamar el Gadafi, Juan Carlos se limitó a decir: “Por otro lado, confiamos en que las negociaciones iniciadas al amparo de la Resolución 1754 del Consejo de Seguridad puedan constituir la vía para lograr una solución definitiva a la cuestión del Sáhara Occidental”.
    En el caso de Felipe VI, llamó poderosamente la atención que en el discurso de su proclamación ante la Cortes Generales, el 19 de junio de 2014, hiciera referencia a motivos de unión de España con otros pueblos, como la historia y los lazos de afecto y hermandad y, sobre todo, por “nuestra lengua y nuestra cultura compartidas”. Pero se refirió a los países iberoamericanos, no al Sáhara Occidental (ni a Guinea Ecuatorial), donde también se habla español aunque lamentablemente cada vez más desplazado por la lengua francesa.
    Con anterioridad a esa proclamación de Felipe VI, las asociaciones de amistad hispano-saharaui pidieron en varias ocasiones a los entonces príncipes de Asturias, don Felipe y doña Letizia, que recibieran a los niños saharauis que cada verano viajan a España dentro del programa vacaciones en paz. Siempre se les contestó, por supuesto cortésmente, que no era posible por problemas de agenda…
    La triste realidad es que, en definitiva, la primer visita oficial de los reyes de España a Rabat del pasado mes de julio, transcurrió sin referencia alguna a la situación de los Derechos Humanos, en contra de lo que habían solicitado a Felipe VI distintas organizaciones nacionales e internacionales defensoras de los DDHH y asociaciones de amistad con el pueblo saharaui.
    Días antes del viaje regio a Marruecos, la Liga Española Pro-Derechos Humanos envió a los reyes de España, para que se lo entregasen Mohamed VI (también de forma infructuosa), el auto de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional de 4 de julio de 2014 en el que se determina continuar la investigación por el asesinato del saharaui de nacionalidad española Baby Hamday Buyema, ocurrido en El Aaiún en noviembre de 2010.
    El presidente de dicha organización, José Alonso Rodríguez, informaba por escrito a Su Majestad que, según la Audiencia Nacional, Naciones Unidas siempre ha considerado a España la Potencia Administradora –de iure y no de facto– del Sáhara Occidental hasta que finalice formalmente el periodo de descolonización. Y agregaba el siguiente párrafo textual de la resolución judicial: “Debe señalarse por último que si por la legalidad internacional un territorio no puede ser considerado marroquí, tampoco puede aceptarse su jurisdicción como fuero preferente del lugar de comisión del delito”.
    De hecho, la visita de los reyes de España se produjo dos días después de la muerte por disparos del ejército marroquí del saharaui Brahim Budda Ould Taher, en la ciudad de Oum Dreyga, cerca del muro que divide en dos el Sáhara Occidental. Según CEAS-SÁHARA,“desde 2005 trece saharauis han sido asesinados por el gobierno de Marruecos, ante la total impunidad del gobierno marroquí en los territorios del Sáhara Occidental y la cobertura que le brindan los estados francés y español”. Poco antes de ese suceso esta organización se preguntaba si Felipe VI iba a defender ante Mohamed VI los derechos fundamentales de los saharauis, “que tienen la libertad de expresión secuestrada o están presos en cárceles marroquíes”. Un requerimiento que muy probablemente don Felipe seguirá sin atender.
    La opinión de Willy Meyer, que desde IU ha venido siendo el principal valedor de la causa saharaui, tanto en el Congreso de los Diputados como en el Parlamento Europeo, fue muy negativa al respecto (y también reveladora). Dijo que Felipe VI en su primera visita oficial a Marruecos no se iba a pronunciar ante Mohamed VI a favor de los legítimos derechos del pueblo saharaui.
    En declaraciones a ElEspíaDigital.Com, antes del viaje de los Reyes a Rabat, Meyer se mostró realmente escéptico sobre la posibilidad de que Felipe VI tuviera un gesto o palabras favorables hacia la población originaria del Sáhara Occidental.
    Su posición fue así de clara y pesimista: “La monarquía española está totalmente unida al sátrapa marroquí y, por lo tanto, no espero nada, ninguna reivindicación fuerte, que es lo que tendría que hacer un jefe de Estado. Un jefe de Estado, si fuera republicano, lógicamente tendría que impulsar el cumplimiento del derecho internacional; y en esa visita protocolaria España, como país interesado en la administración de la descolonización, debería pedir y exigir fechas concretas para el ejercicio de la autodeterminación”.
    LA MONARQUÍA ESPAÑOLA ESTÁ TOTALMENTE UNIDA AL SÁTRAPA MARROQUÍ
    Añadió: “Pero esto no va a pasar así, porque la monarquía es hoy fundamentalmente un lobby económico. Esto es en lo que se ha convertido la monarquía en España, con grandes intereses económicos, con grandes fortunas y lo único que pretenderá hacer es que las grandes empresas españolas sigan explotando recursos que no son propiedad de Marruecos, sino de los saharauis”…
    Finalmente, deseamos que la celebración el próximo 27 de febrero de los cuarenta años de la creación de la RASD y de su lucha institucional hacía la liberación y la plena soberanía, que se verá culminada con la visita del Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, a la región en el mes de marzo, España tome verdadera conciencia del papel que debe jugar en la resolución del conflicto del Sáhara Occidental y de la obligación de la Comunidad Internacional en imponer el cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas. Y proclamando también nuestro firme apoyo a la lucha por la independencia del pueblo hermano que España entregó a Marruecos de forma injusta e indigna, hace cuarenta años y en un tránsito plagado hasta hoy de olvidos y traiciones.
    Una de las mayores grandezas de los seres humanos (o racionales), es el privilegio de poder sentir el dolor de la esclavitud y el ansia de libertad. Sólo por esa razón, hay que ser muy mezquinos para no apoyar un Sáhara libre.
  • Sahara occidental : Une cause otage d’un système de lobbies

    La visite de Ban Ki-moon en Algérie, attendue le 2 mars prochain, a revitalisé plus que jamais les espoirs qu’entretiennent Algériens et Sahraouis pour l’autodétermination du Sahara occidental. Une ambition, néanmoins, relativisée puisque le secrétaire général de l’ONU peut se révéler impuissant face au lobbying faisant pression sur cette intervention.
    Naouel Boukir – Alger (Le Soir) – La problématique du Sahara occidental était de nature «très simple» à la base : une question de décolonisation uniquement, a révélé le professeur Souilah Boudjemaâ lors du forum de DK News. Mais l’importance des intérêts géostratégiques qu’impliquent cette région de l’Afrique du Nord a donné naissance à d’autres considérations, de plus grande envergure. 
    Effectivement, l’intrusion étrangère, trouvant «une extrême utilité» à ce que le Sahara occidental demeure sous le joug du Makhzen, s’applique activement pour que cette situation n’ait pas à changer. Le retardement du traitement de la cause sahraouie et de son autodétermination depuis près de 40 ans en est justement la conséquence directe. Le professeur Baba Mustapha Sayed a clairement signifié que le néocolonialisme marocain bénéficie d’un solide soutien des puissances occidentales, mais pas que… 
    En effet, si le makhzen est aujourd’hui «la marionnette fétiche» de la France, il n’en demeure pas moins que d’autres Etats sont tout aussi complices. Un véritable lobbying sioniste appuyé également par les Etats-Unis et l’Arabie Saoudite se fortifie encore à travers les perturbations sécuritaires que traverse l’Afrique du Nord. D’ailleurs, leur «domination» s’exprime définitivement dans l’interdiction du Makhzen à Ban Ki-moon de toute visite du territoire sahraoui, fixant ainsi son agenda. Originellement prérogative, l’avantage de la «libre circulation» entre les Etats membres confiée au haut fonctionnaire de l’ONU se voit influencée et «controversée» par des pratiques «répressives». Dès lors, c’est «l’indépendance», le caractère fondamental de cette organisation mondiale qui est affecté.
    En l’occurrence, le professeur Tahar Eddine Amari, expert en droit international, a confirmé que de plus, des rapports transmis à l’ONU par son envoyé personnel au Sahara occidental, Christopher Ross, tous les éléments sur le terrain sont en faveur du peuple sahraoui. Néanmoins, l’influence globale et multidimensionnelle de ce système de lobbies se retranscrit fortement à travers la «manipulation» de l’opinion publique internationale. L’audiovisuel et autres moyens de communication, essentiellement sous contrôle de groupes de pressions sionistes, œuvrent à façonner celle-ci à leur profit. La situation au Sahara occidental relève d’une «affaire interne», propre au Maroc : c’est aujourd’hui l’image véhiculée. Ce qui explique, effectivement, le désintéressement de l’opinion publique ne l’assimilant pas à une cause relative aux droits de l’Homme, à la liberté ou à l’autodétermination de ce peuple.
    Conséquemment, l’ultime facteur sur lequel on peut agir pour remettre la balle du côté du Sahara occidental est de contrecarrer la politique du Makhzen. C’est-à-dire à travers la sensibilisation et la mobilisation de l’opinion publique internationale en lui communiquant inlassablement ce qu’est la «véritable cause sahraouie». 
    N. B.
  • Mme El Ghalia Djimi interdite de voyage

    Mme El Ghalia Mohamed Abdallah Djimi, la défenseuse des droits de l’Homme et Vice-Présidente de l’ASVDH (l’association des victimes des violations graves des droits de l’Homme commises par l’État du Maroc), s’est vue refuser son congé annuel de 2016 ainsi que la permission de quitter le territoire (document indispensable pour les fonctionnaires de l’administration pour voyager à l’étranger).
    Mme EL Ghalia devait voyager le 20 février en Espagne pour participer, comme formatrice, dans une session de formation, les 22 et 23 de ce mois, sur les droits de l’Homme au Sahara Occidental. Mme El Ghalia devait, également, se rendre à Genève, le 27 de ce mois de février, pour participer, avec une délégation d’activistes sahraouis, aux travaux de la 31ème session du Conseil des droits de l’Homme.
    Ces restrictions de la liberté de mouvement sont des représailles de la part des autorités d’occupation marocaines à l’encontre des défenseurs sahraouis des droits de l’Homme, en raison de leur engagement en faveur de principe de l’autodétermination. Mme El Ghalia, Mme Mbarka Aalina Baali Mr. Hamadi Naciri, ainsi que d’autres, sont souvent la cible de ces pratiques restrictives. Les observateurs internationaux, amis du peuple sahraoui, sont, quant à eux, interdits d’entrer dans le territoire.
    Cette nouvelle interdiction, qui concrétise encore une fois la politique de blocus du territoire du Sahara Occidental, est le résultat d’une complicité entre la Direction régionale de l’agriculture (pour laquelle travaille Mme El Ghalia) et les services de renseignements qui cherchent à faire taire toutes les voix sahraouies et les empêcher de mettre la lumière sur la vraie situation des droits de l’homme au Sahara occidental.
  • Por qué Marruecos teme la visita al Sáhara de Ban Ki-moon?

    La noticia del fallecimiento del antiguo secretario general de la ONU, Boutrous Ghali estuvo acompañada de una observación que tiene poco de anodina. Se destacó que se le reprocha que durante su mandato, tres grandes conflictos del momento no fueron resueltos : los de Ruanda, Yugoslavia y el Sáhara Occidental.

    Quizás sea el motivo que justifique el empeño de Ban ki-moon en jugar, antes del fin de su mandato a finales de este año, su última carta en este conflicto que, a juicio de todo el mundo, duró más de lo que debía.
    A pesar de sus múltiples desplazamientos a lo largo y ancho del planeta, Ban Ki.moon nunca se implicó personalmente en el conflicto. Sin embargo, sí dijo en 2010 que se comprometía personalmente a resolverlo. 
    Ban quiere salir por la puerta grande resolviendo este contencioso de una manera o de otra, aunque las posibilidades de lograrlo en una sola gira sean mínimas por no decir casi nulas. 
    Contrariamente a los que le precedieron en la ONU, Ban parece consciente de la « urgencia de una solución » ya que, según dijo recientemente, « la persistencia de este conflicto podría constituir une bomba de relojería ». Logrará Ban Ki-moon aquello en el que Bouthroud Ghali y Kofi Anan fracasaron?
    Su visita inédita al Sáhara Occidental con el pleno apoyo del Consejo de Seguridad podría aportar, al fin, la solución tanto deseada por la comunidad internacional a un conflicto que impide la construcción del Maghreb y la cooperación en el marco de la lucha antiterrorista en la región. Esta determinación del diplomático coreano asusta en Marruecos. Si Rabat no pudo impedirla, sí consiguió retrasarla hasta el mes de Julio próximo para que el tema de esta visita no figure en el informe que el Secretario general de la ONU remitirá al Consejo de Seguridad en Abril.
    Ban, contrariado, decidió ralizar su visita aunque se limite a Argelia, Mauritania y los campaments de refugiados saharauis en el mes de marzo. 
    Por ello mandó a su emisario para el Sahara Occidental, Christopher Ross a la región en aras de preparar esta visita.
    La iniciativa de Ban es percibida como un verdadero evento por dos motivos principales. El primero, porque decidió involucrarse en persona en el asunto del Sáhara con el fin de hallar una solución definitiva y visitar el territorio para recordar a Marruecos que se trata de un territorio no autónomo cuya destino depende de la ONU y como tal tiene que ser descolonizado conforme a las resoluciones de la comunidad internacional.
  • Célébration – Il y a 40 ans, la RASD

    Le peuple sahraoui célébrera cette année, le 40e anniversaire de la proclamation de son jeune Etat (la République arabe sahraouie démocratique-Rasd). Quatre décennies de construction institutionnelle vers la libération et le recouvrement de la souveraineté totale de la Rasd sur l’ensemble de ses territoires.
    Durant 40 ans, le peuple sahraoui a réussi, grâce à ses sacrifices et son unité nationale, à consolider l’entité sahraouie et construire ses institutions nationales malgré les conditions difficiles d’asile et le manque des moyens. Le jeune Etat sahraoui est devenu une source de fierté pour tous les Sahraouis partout dans le monde. Les Sahraouis se souviennent aujourd’hui des premières étapes de la création et la construction des institutions de l’Etat sahraoui qui était plus un rêve et un miracle. Ces départs ont été affrontés par la mise en place du premier gouvernement sahraoui, le 5 mars 1976, en dépit de la carence des moyens et l’exode des milliers de personnes fuyant l’invasion marocaine de leur territoire vers l’asile dans une situation de terreur, d’épidémie et leur besoin d’abri et de nourriture. Mais le peuple sahraoui grâce à sa volonté et la fidélité de ses hommes et femmes, qui ont contribué avec leur modeste expérience dans la gestion de ses institutions à assurer les services fondamentaux aux réfugiés, afin d’alléger les dures conditions de l’exil. Cette entité est devenue pour les Sahraouis une source de confiance et de fierté dont la voix a fait l’écho de par le monde. L’Etat sahraoui a démontré durant ces 40 ans qu’il était capable de participer aux processus de libération et de construction à travers la mise en place de ses institutions. Au niveau de l’éducation, de la santé publique, la justice, la jeunesse, la promotion des femmes, la sécurité et la liberté d’expression, les autorités sahraouies ont accordé une attention particulière. Le Parlement sahraoui joue son rôle à travers le contrôle et la mise en place des programmes du gouvernement sahraoui et l’adoption des lois et conventions nationale et internationales. Après 40 ans, le peuple sahraoui réaffirme sa cohésion et sa détermination de poursuivre sa lutte pour arracher son indépendance et d’exercer sa souveraineté sur l’ensemble de son territoire national, en dépit de la politique marocaine d’intransigeance et de répression perpétrée contre les Sahraouis dans les territoires occupés et au sud du Maroc pour avoir réclamé leur droit à la liberté, en l’absence d’une réelle volonté de la communauté internationale pour la décolonisation du Sahara occidental par le biais d’un référendum devant permettre au peuple sahraoui l’exercice de son droit inaliénable à l’autodétermination et à l’indépendance.
    La politique du fait accompli entrave les efforts internationaux
    Le Front Polisario, seul représentant légitime du peuple sahraoui, a réaffirmé à plusieurs reprises sa volonté de coopérer avec les Nations unies et l’Union africaine pour trouver une solution juste et durable au conflit, au moment où le Royaume du Maroc poursuit sa politique du fait accompli alors qu’aucun pays au monde ne reconnaît la souveraineté du Maroc sur le Sahara occidental.
    El-Ouali Moustapha Sayed, le symbole
    Le 14 novembre 1975, à la suite de la marche verte, l’Espagne, puissance coloniale tutélaire, signe les accords de Madrid avec le Maroc et la Mauritanie, qui prévoient la partition du Sahara occidental entre ces deux pays. Cet accord va à l’encontre d’un avis consultatif de la Cour internationale de justice sur l’autodétermination du Sahara occidental, qui conclut que «les éléments et renseignements portés à sa connaissance n’établissent l’existence d’aucun lien de souveraineté territoriale entre le territoire du Sahara occidental d’une part, le Royaume du Maroc ou l’ensemble mauritanien d’autre part». Après le départ des troupes espagnoles, les troupes marocaines et mauritaniennes se trouvent rapidement confrontées à un mouvement sahraoui en faveur de l’indépendance du territoire, le Front Polisario. Il proclame la République arabe sahraouie démocratique, le 27 février 1976 à Bir Lehlou, par El-Ouali Moustapha Sayed, né en 1948 et mort le 9 juin 1976 à Nouakchott. Pour les Sahraouis (es), cet homme, ce chef, ce grand guerrier a tout «donné» pour que le Sahara occidental accède à son indépendance nationale. Ce combat s’est certes arrêté à mi-chemin, mais les jeunes générations particulièrement n’ont jamais oublié le parcours de Moustapha Sayed. Il suffit juste d’évoquer son nom pour que son histoire, son courage et sa bravoure ne soient détaillés. «C’est un homme symbole» si l’on reprenait les dires d’un membre du secrétariat national du Polisario.
    De jeune Etat à pays fondateur de l’Union africaine
    La juste lutte du peuple sahraoui a amené de nombreux pays, organisations, des personnes éprises de la paix et de la liberté à se solidariser avec la cause sahraouie. La question du Sahara occidental a attiré depuis l’annonce de la création de la Rasd l’attention de plusieurs pays, particulièrement des pays africains en tant que dernière colonie en Afrique en attente de décolonisation. L’Organisation de l’unité africaine (OUA) a adopté en 1984 une décision historique à travers laquelle, la Rasd est devenue membre à part entière au sein de cette entité africaine. Cette décision est le fruit d’une grande bataille menée avec succès par la diplomatie sahraouie, qui a poussé l’occupant marocain à essuyer un échec et un isolement total en Afrique qui se poursuivent jusqu’à nos jours en raison de son occupation illégale du Sahara occidental. La Rasd a renforcé sa présence en devenant membre fondateur de l’Union africaine (UA) créée en 2002 en remplacement de l’Organisation de l’Unité africaine (OUA). En revanche, l’Etat sahraoui est devenu un membre à part entière et participe à tous les événements africains organisés par l’UA.
    Des acquis politiques
    Plusieurs Parlements et partis politiques ont appelé leurs pays à reconnaître la République sahraouie, y compris le Parlement de la Suède qui a adopté en 2012 une résolution demandant au gouvernement de son pays à reconnaître la République sahraouie, le parti espagnol de la Gauche Unie (Izquierda Unida) a également appelé en 2013 le gouvernement espagnol à reconnaître la Rasd, la même demande a été présentée le 27 janvier 2016 par le Parti communiste finlandais.

    http://www.lechodalgerie.com/index.php/actualite/10117-celebration-il-y-a-40-ans-la-rasd

  • Cause sahraouie : Le Maroc dos au mur

    L’envoyé personnel du secrétaire général des Nations unies au Sahara occidental, Christopher Ross, qui achève aujourd’hui sa tournée dans la région, n’a pas manqué de se rendre dans les champs des réfugies sahraouis, défiant toutes les entraves et obstacles émis par le royaume marocain.
    Par Doudou Abdelaziz :
    Christopher Ross à travers cette circonstance a eu des discutions avec les responsables sahraouis pour préparer la visite du SG de l’Onu, Ban Ki Moon, prévue au courant de la première semaine du mois prochain (7 et 8 mars). A ce propos le chef de la délégation sahraouie aux négociations, Khatri Addouh, a affirmé, depuis 48 heures à Chahid El Hafed, que le peuple sahraoui attendait beaucoup de la visite de Ban Ki-moon pour mettre un terme à l’entêtement marocain. 
    « Il est important que l’ONU assume ses responsabilités pour trouver une solution et mettre un terme à l’occupation marocaine au Sahara occidental, de même qu’il est important qu’elle puisse compter sur les efforts de la communauté internationale pour mettre fin à l’entêtement du Maroc », a indiqué Khatri Addouh, cité par l’APS. 
    Le régime marocain craint cette visite, a-t-il remarqué, appelant à cette circonstance la communauté internationale à assumer ses engagements à l’égard du peuple sahraoui et ses promesses faites en 1991, date de la signature du cessez-le-feu avec le Maroc pour l’organisation d’un référendum sous les auspices de l’ONU. Mais le déplacement de l’envoyé de l’Onu aux champs réfugiés n’est t-il pas une sorte de gifle adressée directement au Makhzen. Le Maroc qui s’est toujours comporté jusque là comme un colon s’opposant farouchement à la décolonisation du Sahara Occidental. 
    Rappelons qu’au mois de novembre 2015 les autorités marocaines ont refusé l’accès de l’envoyé de l’Onu à Laayoune en le considérant comme » persona non grata « . D’ailleurs la réplique du SG de l’Onu ne s’est fait pas attendre en affirmant que Christopher Ross a le droit de se rendre au Sahara Occidental. Par ailleurs, et après ce périple Christopher Ross a eu des discussions avec les hauts responsables de la diplomatie algérienne. 
    Dans ce sens là le ministre des Affaires maghrébines, de l’Union africaine et de la Ligue des Etats arabes, Abdelkader Messahel, n’a pas manqué de rappeler la position constante de l’Algérie pour un règlement politique « juste et durable » qui pourvoie à l’autodétermination du peuple du Sahara Occidental. M. Messahel qui a reçu l’envoyé personnel du secrétaire général de l’ONU pour le Sahara Occidental, Christopher Ross, en visite dans la région dans le cadre des consultations régulières qu’il mène en vue du règlement du conflit au Sahara Occidental, a rappelé « la position constante de l’Algérie pour un règlement politique juste et durable qui pourvoie à l’autodétermination du peuple sahraoui », a indiqué hier un communiqué du ministère des Affaires étrangères. 
    M. Messahel a réitéré également l’appui de l’Algérie aux efforts du secrétaire général de l’ONU et de son envoyé personnel pour relancer le processus de règlement politique de la question du Sahara Occidental. Il a situé la responsabilité « première et entière » des Nations Unies dans le règlement définitif de ce conflit sur la base du respect du droit international et de la doctrine des Nations Unies en matière de décolonisation. Le ministre a tout particulièrement insisté sur « le droit du peuple du Sahara Occidental à s’exprimer librement sur le devenir de son territoire à travers un référendum d’autodétermination, tel que prévu par les résolutions pertinentes des Nations Unies ».Il a également appelé les Nations Unies à « prendre en considération la position de l’Union africaine ainsi que celle, désormais, adoptée par les institutions de l’UE sur la question ».
    D.A.
  • «le Maroc ne veut pas de la venue du SG de l’ONU »

    Addouh Khatri sur la visite de Ban Ki-Moon au Sahara Occidental : «le Maroc ne veut pas de la venue du SG de l’ONU »
    Déclarant qu’il n’y a pas une troisième voie pour le règlement de la question sahraouie, le chef de la Délégation des négociateurs du Front Polisario, Khatri Addouh a affirmé, hier, qu’«il n’y a que deux bases fondamentales sur lesquelles repose son règlement».
    Il indiquera en ce sens, « la volonté exprimée par le peuple du Sahara occidental, en 1976, par la proclamation de la république Arabe Sahraouie démocratique et la reconnaissance par les Nations unies (ONU) du Front Polisario comme le seul et unique représentant légitime du peuple sahraoui » et aussi « l’inscription en 1963 du Sahara Occidental sur le registre de l’ONU, des questions soumises au processus de décolonisation » a –t-il souligné, hier, au camp des réfugiés sahraouis, Smara. Pour le responsable sahraoui, l’application du droit du peuple sahraoui à l’autodétermination « est incontournable » et constitue a-t-il souligné « la seule voie à promouvoir » pour un règlement juste du conflit opposant le Front Polisario et les autorités coloniales marocaines au Sahara occidental, en rappelant, laquelle voie « est en conformité avec la légalité internationale» a affirmé Khatri Addouh. C’est à l’occasion de l’ouverture, hier, des festivités de la célébration du 40e anniversaire de la proclamation, le 27 Février 1976, de la République Arabe sahraouie démocratique (RASD) que le président du parlement sahraoui, Khatri a tenu ces déclarations, à moins de quinze jours de la visite de Ban Ki-Moon , secrétaire général de l’ONU, dans la région, et après la rencontre des responsables sahraouis avec Christopher Ross, l’envoyé personnel du SG de l’Onu pour le Sahara occidental, vendredi dernier, dans les camps des réfugiés sahraouis. Visite de Ross et celle de Ban Ki-Moon, prévue les 6 et 7 mars prochains aux camps des réfugiés sahraouis, qui interviennent, faut-il le noter, au moment où le peuple sahraoui et son représentant légitime, le Front Polisario, célèbrent un des évènements majeurs dans son combat pour son indépendance, la proclamation du 40e anniversaire de la RASD. Le déplacement de ces deux responsables de l’ONU, dont celui de son Secrétaire général, d’ici peu de jours, coïncidant avec cette date historique pour le peuple sahraoui, «sonne comme un rappel à l’ordre aux autorités coloniales marocaines» selon Addouh, car elle rappelle « la nature fondamentale de la question sahraouie » a-t-il souligné avant d’ajouter « celle d’une question de décolonisation inscrite à l’ONU, et que son règlement passe inévitablement par la tenue du référendum d’autodétermination». C’est ce qu’a déclaré le responsable sahraoui, hier, aux professionnels des médias, étrangers et sahraouis, en marge de la cérémonie précitée, qu’abrite Samra, qui verra aujourd’hui, le lancement du Marathon auquel prennent part plus de 400 coureurs, venus d’Afrique, d’Amérique latine, d’Asie, d’Europe et des Etats-Unis. Pour notre interlocuteur, le Maroc, qui depuis son invasion militaire , en 1975 du Sahara-occidental, n’ a cessé de manœuvrer, pour dévier la question sahraouie, de sa nature fondamentale, relative à une question de décolonisation inscrite en 1963, à l’ONU. La monarchie marocaine après avoir voulu faire croire au monde que « le Sahara occidental est un des territoires marocains, en vain » a lancé Addouh, puisque poursuit-il « aucun Etat dans le monde ne lui reconnaît cette qualité», il ajoutera que « Rabat a tenté de faire croire, par la suite qu’il s’agit d’un conflit avec l’Algérie, en vain» a-t-il encore lancé, et de tenter par la suite « de dire que c’est un conflit hérité du temps de la guerre froide » et de préciser « encore une manœuvre, en vain .» a-t-il encore souligné. Partant, le traitement de la question sahraouie demeurant, sur la table des Nations unies, dont la mission de l’ONU pour un référendum au Sahara occidental (Minurso), la communauté internationale est appelée « à assumer ses responsabilités engagées » notamment par « l’application du droit international pour une question de décolonisation» à savoir, a-t-il rappelé «la tenue du référendum d’autodétermination du peuple Sahara occidental». A notre question d’avoir de plus amples d’informations sur la visite du SG de l’ONU, Ban-Ki Moon dans la région, notamment, au Sahara occidental, lequel déplacement, non voulu par les autorités coloniales marocaines, réaffirmant la venue du responsable onusien, Addouh indiquera que «Rabat persiste à manœuvrer pour que la mission de Ban Ki-Moon et son envoyé personnel soient un échec». Des manœuvres de Rabat avec le soutien notamment de la France pour atteindre cet objectif, constituant un frein, outre à l’accomplissement de la mission du SG des Nations unies, lequel rappelle notre interlocuteur « s’est rendu dans d’autres régions abritant des missions de l’ONU» et de préciser que «la Minurso est déployée au Sahara occidental et qu’il est normal que Ban Ki-Moon se rende aux territoires sahraouis» soit, là où se trouve les membres de la Mission onusienne, dans les territoires sahraouis libérés et aussi ceux déployés dans les territoires du Sahara occidental encore sous occupation marocaine, faut-il le souligner.
    K. B.
  • Sahara Occidental : Malgré le forcing marocain, Ban ki-moon vient dans la région

    MALGRÉ UN FORCING MAROCAIN
    Ban Ki-moon maintient sa visite à Alger
    Ban Ki-moon se rendra finalement en Algérie selon le calendrier prévu initialement en dépit du forcing des autorités marocaines pour un report de cette visite au mois de juillet prochain. Cette visite prévue du 7 au 9 mars prochain intervient sur fond de tension entre Alger et Rabat mais mènera quand même le secrétaire général de l’ONU à Tindouf dans les camps de réfugiés sahraouis où est ardemment espérée une avancée notable dans le règlement du dernier conflit de décolonisation au monde.
    Abla Chérif – Alger (Le Soir) – De ce fait, le déplacement de Ban Ki-moon est perçu comme un véritable évènement sur au moins deux points. D’abord parce qu’il a décidé de faire de lui-même le point sur le dossier sahraoui, de s’enquérir des violations des droits de l’Homme à El-Ayoun (territoire occupé du Sahara occidental) et de présenter son rapport au Conseil de sécurité en avril prochain. Ensuite parce qu’il a fait face et déjoué toutes les manœuvres marocaines tendant à lui faire d’abord annuler puis reporter son déplacement dans la région et plus particulièrement encore à El-Ayoun. Mohammed VI n’a pas hésité à lui demander de manière officielle (par lettre) de reporter sa visite provoquant ainsi la colère du secrétaire général de l’ONU qui a menacé de se rendre uniquement dans les camps de réfugiés sahraouis, à Tindouf, si le roi persistait dans sa demande. 
    L’affaire a pris des proportions telles qu’elle a poussé tous les membres du Conseil de sécurité de l’ONU à afficher leur soutien à Ban Ki-moon afin d’aboutir à une solution politique à un conflit qui n’a que trop duré. La position du Conseil de sécurité s’est fait entendre publiquement de façon à contre-carrer l’offensive marocaine et dévoiler son objectif, à savoir gagner du temps jusqu’à parvenir à la fin du mandat de Ban Ki-moon qui arrive à échéance à la fin 2016. Fait nouveau, l’appui à cette tournée a été exprimé y compris par la France dont les positions se rapprochent habituellement des thèses marocaines sur le sujet, et en dépit de la récente visite de Mohammed VI à Paris où il s’est entretenu avec François Hollande. Tous ces éléments laissent donc supposer l’existence d’une volonté d’entamer un tournant nouveau dans le traitement du dossier de décolonisation du Sahara occidental volontairement maintenu dans l’impasse depuis 1991, date de la signature d’un cessez-le-feu entre le Maroc et le Front Polisario pour l’organisation d’un référendum d’autodétermination sous les auspices de l’ONU et de l’OUA. Près de trente années après, aucune avancée n’a été enregistrée. Le dossier sahraoui demeure au stade premier, otage de manœuvres marocaines décriées par une bonne partie de la communauté internationale. C’est le signe d’échec aussi et surtout des différents secrétaires généraux des Nations-Unies qui se sont succédé. Boutros Ghali et même Kofi Annan ont très peu œuvré pour l’aboutissement du processus de décolonisation, mais voilà que Ban Ki-moon semble réaliser «l’urgence d’une solution» car, déclarait-il récemment encore, «la persistance de ce conflit pourrait constituer une bombe à retardement». Parviendra-t-il à une solution là où d’autres ont échoué ? Sa volonté et le soutien des quinze membres permanents du Conseil de sécurité constituent à cet effet des atouts majeurs à même de déboucher sur une issue historique.
    A. C.
  • Le Maroc dos au mur

    Ban Ki-moon en visite à Alger le 6 mars : Sahara occidental, terrorisme, situation dans la région et en Afrique au menu
    L’ONU s’était engagée en 1991 à organiser un référendum d’autodétermination mais, après près de vingt-cinq longues années, ce n’est toujours pas le cas. Et le Maroc, soutenu dans sa politique expansionniste par un membre permanent du Conseil de sécurité, la France en l’occurrence, refuse toujours la mise en œuvre du plan de paix qu’il a signé avec le Front Polisario. 
    C’est d’ailleurs l’une des questions et les perspectives de son règlement qui a été au centre des discussions entre le ministre d’Etat, ministre des Affaires étrangères et de la Coopération internationale, Ramtane Lamamra, et l’envoyé personnel du secrétaire général de l’ONU pour le Sahara occidental, Christopher Ross, samedi dernier, avant que ce dernier ne soit reçu également par le ministre des Affaires maghrébines, de l’Union africaine et de la Ligue des Etats arabes, Abdelkader Messahel, hier dimanche. 
    Les discussions ont également porté sur la préparation de la visite, prévue les 6 et 7 mars prochain, en Algérie du secrétaire général de l’ONU, Ban Ki-moon. «La situation dans la région, en Afrique et au Moyen-Orient sera passée en revue à l’occasion de cette visite. 
    Le secrétaire général de l’ONU échangera également avec ses interlocuteurs algériens sur le terrorisme et la menace qu’il fait peser sur la paix et la sécurité internationales», a-t-on indiqué dans un communiqué du ministère des Affaires étrangères. La coopération entre l’Algérie et le système des Nations unies et les moyens de sa promotion «sera également à l’ordre du jour des discussions de M. Ban Ki-moon à Alger», selon la même source. 
    Il s’agit de la première visite dans la région de M. Ban consacrée au conflit du Sahara occidental. Du côté sahraoui, beaucoup est attendu de cette visite. Le chef de la délégation sahraouie aux négociations a, en effet, affirmé à Chahid El Hafed que le peuple sahraoui attendait beaucoup de la visite du SG de l’ONU, Ban Ki-moon, prévue début mars prochain dans la région pour mettre un terme à l’entêtement marocain. 
    «Il est important que l’ONU assume ses responsabilités pour trouver une solution et mettre un terme à l’occupation marocaine au Sahara occidental, de même qu’il est important qu’elle puisse compter sur les efforts de la communauté internationale pour mettre fin à l’entêtement du Maroc», a déclaré Khatri Addouh à l’APS. 
    «Il est temps que l’ONU assume ses responsabilités et que la communauté internationale fasse pression sur ceux qui entravent les efforts de la communauté internationale et font obstacle à la visite de l’envoyé spécial de l’ONU dans les territoires occupés et à la Minurso, en l’empêchant d’accomplir ses missions et d’élargir ses prérogatives à la surveillance des droits de l’homme au Sahara Occidental», a-t-il ajouté.
    LE MAROC DOS AU MUR
    Ban Ki-moon, qui s’apprête à effectuer sa visite dans la région, avait exhorté, en novembre dernier, les deux parties du conflit, le Maroc et le Front Polisario, à engager rapidement des négociations en vue de parvenir à une solution politique mutuellement acceptable, accordant au peuple sahraoui le droit à l’autodétermination. Une position du SG de l’ONU à laquelle le royaume s’est encore opposé, tout comme sa visite dans la région d’ailleurs. 
    Le régime marocain craint cette visite. Le Maroc ne veut pas que ses moyens d’obstruction et sa politique dans les territoires occupés soient révélés au grand jour, notamment ses violations systématiques des droits de l’homme et le pillage des richesses. 
    L’opposition du Maroc à cette visite s’inscrit dans le sillage des entraves qu’il met aux efforts internationaux visant à organiser un référendum pour le droit du peuple sahraoui à l’autodétermination. 
    «L’ONU doit satisfaire les revendications soulevées par le peuple sahraoui et le continent africain, lors de ses récentes conférences, et arrêter une date pour un référendum d’autodétermination au Sahara occidental, d’autant que les délibérations du Conseil de sécurité approchent, et ce sur la base du rapport que présentera le SG de l’ONU en avril prochain», a insisté Khatri Addouh pour qui la date prévue pour cette visite doit être respectée par l’ONU et par Ban Ki-moon qui a bénéficié, la semaine dernière, d’un soutien franc et affiché du Conseil de sécurité. «Le SG de l’ONU est tenu de dire toute la vérité sur les auteurs des entraves aux efforts internationaux dans cette région», a encore estimé Addouh. 
  • France : Les déboires de Sarkozy avec la justice, à 9 mois de la primaire à droite

    Les déboires de l’ancien président français, Nicolas Sarkozy, avec la justice ne semblent connaître de sitôt leur épilogue, à neuf mois de la primaire à droite à laquelle il s’engage dans une véritable course contre la montre pour la présidentielle 2017.
    Se retrouvant dans un fossé politico-juridique en relation avec des dépenses sans trace dans les comptes de sa campagne présidentielle de 2012, cette nouvelle épreuve risque de le mettre hors course et avantager, au sein de sa tendance politique, les autres candidats qui, d’ailleurs, se bousculent au portillon.
    Même si l’ancien président ne va pas se laisser faire pour se défendre jusqu’au bout, comme estiment des observateurs de la scène politique française, la faille est telle (un trou de 10 millions d’euros) que la justice ne sait pas, pour le moment, s’il s’agit d’erreurs de comptabilité ou de factures carrément disparues.
    Déjà, mardi dernier, Nicolas Sarkozy a été mis en examen pour «financement illégal» de sa campagne présidentielle de 2012, dans le cadre de l’enquête sur les fausses factures de Bygmalion, à laquelle il a nié son implication, la justice a abordé une nouvelle piste liée aux dépenses «suspectes», distinctes de l’affaire Bygmalion.
    Au cours de son audition de mardi, l’ancien président a déclaré qu’il n’en savait «rien». «J’ai signé le compte de campagne ce qui implique ma responsabilité administrative, mais pas ma responsabilité pénale», a-t-il déclaré. Pour lui, signer le compte de campagne «ne signifie, en aucun cas, valider des fausses conventions à l’UMP ou des fausses factures entre l’UMP et Event ou l’absence de factures dans mon compte de campagne».
    Lors de son audition du 15 février, il a attribué cette situation ½à de la pagaille», pas à une volonté de tricher. Selon un compte-rendu de l’audition révélé par L’Express et Europe 1, le juge chargé de l’affaire, Serge Tournaire, l’a mis en examen le 15 février pour avoir engagé «des dépenses électorales sans tenir compte des deux alertes adressées par les experts-comptables de sa campagne les 7 mars et 26 avril» 2012.
    L’enquête révèle une double affaire : 18,5 millions d’euros de fausses factures émises par Bygmalion, qui correspondraient à des meetings de Nicolas Sarkozy mais réglées par l’UMP sous couvert de conventions fictives et 10 millions d’euros inscrits sur une «ligne présidentielle» du budget 2012 de l’UMP.
    Même si l’ancien président ne veut plus se mettre dans la peau d’une victime de l’acharnement judiciaire, en redoublant des efforts pour montrer la détermination de son ambition politique, l’enquête s’annonce déjà longue et ses adversaires de son même camp s’en réjouissent secrètement.
    Un sondage publié vendredi a apporté de l’eau au moulin de ses adversaires en annonçant que plus de trois quarts des Français estiment que Nicolas Sarkozy constitue ½plutôt un handicap» pour son propre camp. Réalisé par Odoxa pour ITélé, le sondage révèle que 77 % des Français pensent que l’ancien chef de l’Etat pèse négativement au sein des Républicains.