Mois : mars 2016

  • El Presidente del congreso Colombiano, Luis Fernando Velasco Chávez recibió este martes en el congreso de Colombia una importante delegación compuesta por Suelma Beiruk, Vicepresidenta del Parlamento Panafricano

    El Presidente del congreso Colombiano, Luis Fernando Velasco Chávez recibió este martes en el congreso de Colombia una importante delegación compuesta por Suelma Beiruk, Vicepresidenta del Parlamento Panafricano, el Ministro saharaui para las Relaciones con América Latina y el Caribe, Omar Mansur y el embajador Mojtar Labuehi.
    El Presidente del Congreso Colombiano expresó en Bogotá su apoyo a la causa saharaui y a las resoluciones adoptadas por su congreso sobre el tema durante una recepción a la delegación saharaui. El encuentro fue una ocasión para hacer una revisión de las importantes decisiones tomadas, tanto por el Parlamento Panfricano, como por el Congreso de Colombia en apoyo a la autodeterminación del pueblo Saharaui.
    Además de la conferencia celebrada en el senado bajo el título « la ultima colonia en Africa », se celebraron en el teatro principal de la universidad Externado de Colombia, conferencias en las que participaron como ponentes el profesor de Derecho Constitucional , Carlos Ruiz Miguel y Omar Mansur que versaron sobre la cuestión del Sahara Occidental y la reciente evolución del conflicto tras la visita del Secretario General de la ONU Ban Ki Moon. 
  • Carta del preso político saharaui Naama Asfari en el día 31 de la huelga de hambre

    Muchas gracias, querida amiga;
    Las cosas están bien pese a la degradación de nuestro estado de salud. Lo más importante es que nuestra lucha es justa. Es el combate de todo el pueblo, pero también de los pueblos de España, con quien tuvimos relación colonial en el pasado y hoy nos apoyan pese a la posición de sus diferentes gobiernos, en los cuales no tenemos confianza alguna. Hoy el pueblo está de nuestra parta porque ve en nosotros un ejemplo de resistencia ante todas las formas de injusticia.
    El campamento de Gdeim Izik es la resistencia de este pueblo que es pequeño, pero grande como símbolo para todos los pueblos del planeta. Despues de Gdeim Izik varios pueblos nos imitaron pero el problema ha sido la mundialización capitalista e imperialista que ha creado dictaduras y ha convertido el mundo en un lugar donde la ONU, que debía asegurar la justicia, no hace nada ante un régimen torturador de ocupación como es Marruecos.
    Agradecemos mucho vuestro apoyo. Nuestro combate es el vuestro. Nuestra liberación no tendrá sentido si nuestro pueblo permanece en el exilio y la ocupación.
    Ban Ki-Moon es el primer responsable de la ONU, la organización de todos los pueblos y de todos los Estados.
    Hoy, por fuerza de ley, nosotros no somos presos políticos, somos civiles secuestrados, condenados por un Tribunal militar.
    Mi mensaje hoy que quiero que tu difundas en todo el Estado Español es que nosotros estamos determinados a continuar nuestro combate por todos los medios justos. Hoy la huelga de hambre es nuestra arma. Es el arma sin armas que puede mostrar la debilidad e incoherencia del ocupante marroquí.
    Muchas gracias.
    Este es un mensaje que era la respuesta a una amiga y se ha convertido en un agradecimiento a todos los amigos de toda Europa.
    Naama Asfari,
    31 de marzo de 2016.
    Prisión de Salé, Rabat.
    En la misma celda nº3 que Mohamed Mbark Lafkir
  • El esfuerzo de las Naciones Unidas en el contencioso del Sahara Occidental

    INTRODUCCIÓN
    Este mes de febrero, se han cumplido 40 años desde que un 26 de febrero del año 1976, España comunicara al secretario general de la ONU que, a partir de dicha fecha, daba por terminada su presencia en el territorio del Sahara Occidental después de noventa y tres años de permanencia.
    España, como potencia administradora en virtud del artículo 73 de la Carta de las Naciones Unidas, cedía, en el año 1976, según lo establecido en los acuerdos tripartitos de Madrid, el territorio del Sahara Occidental a Marruecos y a Mauritania, que se convertían en potencias ocupantes, dejando un proceso de descolonización inconcluso.
    Analizamos en este documento el trabajo de las Naciones Unidas que, a través de distintos mecanismos jurídicos, ha intentado dar una respuesta efectiva al contencioso del Sahara Occidental, una controversia que desde el año 1976 ocupa los esfuerzos de la comunidad internacional.
    LAS NACIONES UNIDAS Y EL MANTENIMIENTO DE LA PAZ
    La comunidad internacional ha establecido una serie de mecanismos jurídicos con el objetivo de dar solución a los conflictos internacionales a través de un principio básico: «el arreglo de las controversias internacionales por medios pacíficos». Será en la propia Carta de las Naciones Unidas del año 1945, donde se consagrarán este principio establecido en su artículo 2.3 respecto a la resolución de controversias:
    «Los miembros de la Organización arreglarán sus controversias internacionales por medios pacíficos de tal manera que no se pongan en peligro ni la paz y la seguridad internacionales ni la justicia».
    El Sahara Occidental es un territorio no autónomo (TNA) y como tal, figura desde el año 1960 en la lista de TNA de la ONU y en la agenda de la Cuarta Comisión (Política Especial y de Descolonización) de octubre del año 2014 donde la Asamblea General aprueba el programa de trabajo y calendario de la Comisión Política Especial y de Descolonización (Cuarta Comisión) para el sexagésimo noveno período de sesiones de la Asamblea General .
    La Resolución 2625 (XXV) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, del 24 de octubre del año 1970, afirma que:
    «El territorio de una colonia u otro TNA tiene, en virtud de la Carta, una condición jurídica distinta y separada de la del territorio del Estado que lo administra; y esa condición jurídica distinta y separada conforme a la Carta existirá hasta que el pueblo de la colonia o el territorio no autónomo haya ejercido su derecho de libre determinación de conformidad con la Carta y en particular, con sus propósitos y principios» .
    El objetivo de esta resolución, que declara que la condición jurídica de un TNA es distinta y separada de la del territorio del Estado que lo administra, es impedir la asimilación jurídica del territorio colonial al de este, y tiene un doble destinatario: en el territorio mismo y en sus habitantes.
    En el año 1945, la Carta de las Naciones Unidas proclamó como uno de los propósitos y principios de las Naciones Unidas, «el respeto por el principio de la igualdad de derechos y por la libre determinación de los pueblos, , cuyo significado implica que el pueblo de una colonia o territorio dependiente, decide sobre la futura condición de su país.
    En las décadas siguientes, más de 80 territorios coloniales se independizaron como resultado de la libre determinación y otros Territorios eligieron la libre asociación o la integración con un Estado independiente.
    En el año 1960, se adoptó la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, que definió algunos de los principios de la descolonización.
    En el año 1975, mediante los Acuerdos Tripartitos de Madrid se decidirá el abandono por parte de España del territorio del Sahara, siendo ocupado por Marruecos y Mauritania. Dichos acuerdos, no supondrán una transferencia de soberanía sobre el territorio, ni el estatus de potencia administradora a los firmantes de los mismos.
    Las Naciones Unidas han realizado a lo largo de estos años un trabajo de acompañamiento y de intensa actividad normativa. Un trabajo normativo a través de 179 instrumentos jurídicos entre resoluciones e informes que no han permitido aún una solución efectiva del conflicto, y a su vez, un acompañamiento a través de la MINURSO en la operación de mantenimiento de la paz más antigua del continente.
    EL SAHARA OCCIDENTAL COMO TERRITORIO NO AUTÓNOMO (TNA)
    En el año 1945, la Carta de las Naciones Unidas proclamó «el respeto por el principio de la igualdad de derechos y por la libre determinación de los pueblos». En la Carta se define un territorio no autónomo (TNA) como el territorio «cuyo pueblo todavía no ha alcanzado un nivel pleno de autogobierno». En el año 1946, varios Estados miembros de la ONU identificaron una serie de territorios bajo su administración que no eran autónomos y los incluyeron en una lista de la ONU.
    Con el ingreso de España en el año 1955 en la Organización de las Naciones Unidas, después de una larga época de aislamiento del régimen franquista, nuestro país se comprometía a aceptar y cumplir con la Carta de las Naciones Unidas, con los documentos y principios que se habían establecido en relación con los procesos de descolonización.
    El capítulo XI de la Carta de Naciones Unidas del año 1945 contiene una Declaración sobre los territorios no autónomos, que se definen como aquellos «territorios cuyos pueblos no hayan alcanzado todavía la plenitud del gobierno propio».
    Los títulos XI, XII y XIII de la Carta se ocupan de los territorios no autónomos y de las relaciones de estos con las metrópolis y las potencias fiduciarias; artículos 73 a 91; en el artículo 73, se destaca lo siguiente:
    «Los miembros de las Naciones Unidas que tengan o asuman la responsabilidad de administrar territorios cuyos pueblos no hayan alcanzado todavía la plenitud del gobierno propio, reconocen el principio de que los intereses de los habitantes de esos territorios están por encima de todo, aceptan como un encargo sagrado la obligación de promover en todo lo posible, dentro del sistema de paz y de seguridad internacionales establecido por esta Carta, el bienestar de los habitantes de esos territorios, y asimismo se obligan:
    a. a asegurar, con el debido respeto, la cultura de los pueblos respectivos, su adelanto político, económico, social y educativo, el justo tratamiento de dichos pueblos y su protección contra todo abuso; […]
    b. a transmitir regularmente al secretario general, a título informativo y dentro de los límites que la seguridad y consideraciones de orden constitucional requieran, la información estadística y de cualquier otra naturaleza técnica que verse sobre las condiciones económicas, sociales y educativas de los territorios por los cuales son respectivamente responsables, que no sean de los territorios a que se refieren los capítulos XII y XIII de esta Carta».
    Con esta petición de información, por parte de la ONU a España sobre sus territorios no autónomos (TNA), se inician los apuros para la diplomacia del general Franco.
    Se consulta a nuestro país si administra territorios no autónomos. La respuesta española fue negativa; «no se administran territorios no autónomos», y esto es así, ya que el Estado español había «provincializado» el África Occidental española. Aduciendo que los territorios de los que se pedía información eran provincias y que España no se sentía concernido por el artículo 73.
    El Decreto de Presidencia de 10 de enero de 1958 determinaba que tanto Ifni como el Sahara Occidental no eran colonias sino «provincias ultramarinas» (Martínez Millán, 1991: 193).
    En el año 1960 y ante la presión internacional, el gobierno español reconocerá que Ifni, el Sahara Occidental, Río Muni y Guinea eran territorios no autónomos y no provincias. Para España, un país recién incorporado a la esfera internacional, no era lo más adecuado iniciar un enfrenamiento con los organismos de la ONU en un proceso de descolonización (Martínez Millán, 1991: 193). España quedará obligada, contra su parecer, a reconocer que estaba en posesión de TNA y que debía transmitir información sobre ellos.
    En el año 1965, la XX Asamblea General de las Naciones Unidas trató la cuestión del Sahara Occidental, adoptándose la resolución 2072 en la que pide a España el cese de la «dominación colonial»:
    «Pide encarecidamente al Gobierno de España, como potencia administradora, que adopte inmediatamente todas las medidas necesarias para la liberación de los territorios de Ifni y del Sahara español de la dominación colonial y que, con ese fin, emprenda negociaciones sobre los problemas relativos a la soberanía presentados por estos dos territorios» .
    Así, la Asamblea General de Naciones Unidas en base al «deseo de la comunidad internacional de poner fin al colonialismo en todas partes y en todas sus formas» (Resolución AN ONU 1514 XV, de 14 de diciembre de 1960), urgía al gobierno español como potencia administradora a mostrar su intención de descolonizar el Sahara.
    Como hemos visto, el régimen franquista va a esclarecer la realidad jurídica del territorio del Sahara occidental en el año 1975, con la Ley 40/1975, de 19 de noviembre.
    España reconoce al Sahara español como territorio no autónomo, reconoce asimismo que ha estado sometido a un régimen peculiar con analogías al régimen provincial, y que «nunca ha formado parte del territorio nacional». La Ley, solo contiene un único artículo mediante el cual:
    «Se autoriza al Gobierno para que realice los actos y adopte las medidas que sean precisas para llevar acabo la descolonización del territorio no autónomo del Sahara, salvaguardando los intereses españoles».
    El precepto tiene como objetivo llevar adelante el proceso de descolonización del territorio no autónomo del Sahara español.
    El 26 de febrero del año 1976, España «cesa su participación en la administración temporal del Sahara». España comunicará al secretario general que a partir de dicha fecha daba por terminada su presencia en el territorio del Sahara y que estimaba necesario hacer constar que España se consideraba a partir de ese momento exenta de toda responsabilidad de carácter internacional en relación con la administración del territorio, en vista de que había cesado su participación en la administración «temporal» establecida para el territorio.
    En el año 1990 la Asamblea General reafirmó que la cuestión del Sahara Occidental era un problema de descolonización que debía ser resuelto por el pueblo del Sahara Occidental.
  • L’Algérie espère que la France va aider à régler la question sahraouie dans le cadre de la légalité internationale

    ALGER – L’Algérie « garde toujours de bons espoirs » que la France va « véritablement » aider la région à régler la question sahraouie dans le cadre de la légalité internationale, a indiqué mardi à Alger le ministre d’Etat, ministre des Affaires étrangères et de la Coopération internationale, Ramtane Lamamra.
    « Nous avons toujours de bons espoirs que l’administration du président François Hollande va véritablement aider la région à régler cette question dans le cadre de la légalité internationale et dans la satisfaction de la doctrine des Nations unies en matière de décolonisation », a déclaré M. Lamamra lors d’une conférence de presse animée conjointement avec son homologue français, Jean-Marc Ayrault, à l’issue de leurs entretiens.
    Le ministre a tenu à préciser que M. Ayrault est a la tête du ministère français des Affaires étrangères depuis quelques semaines et que le conflit du Sahara Occidental « dure depuis plus de 40 ans et revient épisodiquement dans notre dialogue politique ».
    « Je ne suis pas historien, mais je ne vous cacherai pas que c’est l’un (conflit sahraoui) des principaux désaccords entre la politique extérieure de l’Algérie et celle de la France », a-t-il relevé.
    Pour le chef de la diplomatie algérienne, les Nations unies sont à un « tournant crucial, peut être décisif » à l’occasion de la présentation du rapport du secrétaire général sur la question sahraouie.
    Lamamra a exprimé, à cette occasion, le souhait de l’Algérie de voir les Nations unies « prendre les décisions qui s’imposent afin que la communauté internationale puisse, enfin, s’acquitter de ses responsabilités historiques pour l’autodétermination du peuple du Sahara Occidental ».
    « Nous pensons que la France trouverait absolument un rôle à la mesure de son histoire, de son pouvoir et de ses responsabilités dans le soutien et la conduite d’un processus qui permettra au Maghreb arabe d’aller vers un destin collectif et unitaire avec la satisfaction du droit naturel du peuple sahraoui à l’autodétermination », a-t-il soutenu.
    « Nous sommes à un moment où il faut savoir dire que le pire n’est pas sûr et que le pire n’est pas le destin de notre région », a conclu M. Lamamra.
    L’Algérie et la France pour la stabilité et la construction de la paix durable dans la région— 30 mars 2016
    L’Algérie et la France partagent « le même objectif », celui de « la stabilité et la construction d’une paix durable » dans la région, a indiqué mardi à Alger, le ministre français des Affaires étrangères et du Développement international, Jean-Marc Ayrault.
    « Nous partageons un même objectif, celui de la stabilité de toute cette région et aussi de la construction d’une paix durable », a-t-il déclaré lors d’une conférence de presse conjointement animée avec son homologue algérien, Ramtane Lamamra.
    Il a ajouté que les deux pays avaient aussi « la même préoccupation de lutter avec acharnement contre le terrorisme », mais également de présenter à la jeunesse des deux pays « des perspectives d’avenir et d’espoir et c’est ce que nous voulons construire ensemble et je viens ici en tant qu’ami de l’Algérie et en tant partenaire de la relation franco-algérienne ».
    Ayrault a relevé qu’il était en Algérie pour renouveler un message « d’amitié » et d’une coopération « de plus en plus étroite et confiante » dans le cadre du partenariat d’exception, décidé par les présidents François Hollande et Abdelaziz Bouteflika et « qui nous appartient de mettre en oeuvre ».
    Le chef de la diplomatie française a indiqué que la réunion prochainement du Comité intergouvernemental de haut niveau algéro-français (CIHN) sera l’occasion d’aborder plusieurs sujets économiques, notamment le rôle des groupes français comme PSA Peugeot Citroën, Renault et Alstom.
    Il a dit espérer qu’à cette occasion seront annoncées d’importantes décisions qui seront « à la fois utiles pour l’Algérie et la France, puisqu’il s’agit d’une véritable coopération économique », relevant que des accords en matière de santé, d’éducation seront notamment signés.
    « Nous pouvons parfaitement amplifié notre coopération mutuelle, au moment ou l’Algérie est engagée dans un processus important de diversification de son économie. C’est dans ce sens qu’il faut aller et c’est dans ce sens que nous allons depuis plusieurs années », a-t-il souligné .
    Interrogé sur la montée de l’islamophobie en France, notamment dans le sillage des attentas de Paris et de Bruxelles, M. Ayrault a rétorqué que « nous sommes attachés à la liberté de conscience, la liberté religieuse et de culte, et nous veillons pour qu’il en soit ainsi pour tous les croyants et les non-croyants, qui doivent être respectés, c’est le rôle de l’Etat, le rôle de la République d’y veiller ».
    « Nous faisons en sorte que nous n’entrions pas dans une forme de spirale absurde, qui consisterait: parce qu’il y a des attentats et que certains, qui les pratiquent se réclament de l’Islam pour que tous les musulmans soient mis dans cet opprobre, et c’est pour ça que nous voulons en permanence rappeler que l’immense majorité des français musulmans qui sont croyants et pratiquants n’adhèrent absolument pas à cette radicalité et doivent être respectés », a-t-il souligné.
    Il a soutenu, dans ce cadre, que les premières victimes en nombre des attentats étaient souvent des personnes de confession musulmane, « nous ne devons pas l’oublier ».
    L’ancien Premier ministre français a assuré, dans ce sillage, que « nous devons nous défendre pour assurer la sécurité de nos concitoyens, chacun dans son pays » et coopérer pour lutter contre le terrorisme.
    « Nous l’avons évoqué pour des dossiers régionaux mais ça vaut aussi pour la coopération franco-algérienne, en matière de renseignement que nous pouvons renforcer et échanger nos expériences en matière de lutte contre la radicalisation d’une petite partie de la jeunesse qui est tentée par cette aventure et qui conduit à la pire des horreurs », a-t-il dit.
    Concernant le processus de paix au Proche-Orient, M. Ayrault a indiqué que la France « est engagée pour que nous n’acceptions pas le statu quo qui prévaut dans cette région et qui conduit à la désespérance et à la violence ».
    « Nous avons besoin de toutes les forces qui sont prêtes à faire reculer cette situation dramatique et s’inscrire dans la perspective qui est la seule possible de deux Etats, Israël et la Palestine vivant en sécurité », a-t-il estimé.
  • Trop, c’est trop…

    » L’entière responsabilité, en cas de reprise du conflit armé, incombera au sulfureux tandem Paris-Rabat « .
    Par Ali Oussi :
    Alger a bien fait de tancer, comme il se doit, ses vis-à-vis parisiens par rapport à leur criminel et condamnable soutien à la politique colonialiste du Maroc. Lamamra, dont la pondération diplomatique est quasi-légendaire, a donc sciemment eu un » écart » que n’importe quel esprit lucide et éclairé se devait de saluer avec toute la force voulue. 
    Sans le soutien français, en effet, le Maroc n’avait aucune chance de remporter son bras de fer contre Ban Ki-Moon, le secrétaire général de l’ONU. Le droit international étant, comme de juste, du côté de celui-ci. Or, non seulement Ban s’est vu forcé de reculer piteusement, remettant en cause le peu de crédibilité qui restait encore à » ce machin « , mais en plus Rabat, gonflée de cette même arrogance qui avait fait la force du crapaud face au bœuf, a rejeté de manière cinglante et inélégante les » regrets » de Ban Ki-Moon. 
    Il faut dire que le Maroc, renforcé dans sa démarche par l’attitude honteuse de la France, se sent désormais pousser des ailes dans l’accomplissement de sa politique colonialiste, basée sur le fait accompli, calquée sur celle opérée par l’entité sioniste dans les territoires occupés palestiniens. Non, le Maroc ne rappellera pas le personnel civil de la Minurso, trop heureux qu’il est d’avoir vidé cette structure onusienne de son caractère politique, basé sur la préparation d’un référendum d’autodétermination du peuple sahraoui. En revanche, il accepte très volontiers le maintien du personnel militaire, chargé du respect du cessez-le-feu. 
    Aujourd’hui, la France assume l’entière responsabilité face à cette aggravation inédite de la question sahraouie. Les risques d’une reprise du conflit armé (maintes fois brandi par les dirigeants du front Polisario) ne sont désormais plus une simple vue de l’esprit. La menace devient tout aussi directe que réel. Les représentants légitimes du peuple sahraoui, face à l’épuisement de l’ensemble de leurs voies de recours pacifiques, ne peuvent que s’y résoudre en désespoir de cause. L’entière responsabilité, en cas de reprise du conflit armé, incombera au sulfureux tandem Paris-Rabat.
    D’ores et déjà, l’organisation internationale, Oxfam, basée à Londres, s’inquiète en s’exclamant du fait que, je cite, » les développements récents au Sahara Occidental occupé marqués par l’expulsion des membres de la mission des Nations unies pour l’organisation d’un référendum au Sahara Occidental (MINURSO) et la fermeture de son bureau de liaison à Dakhla (territoires sahraouis occupés) par le Maroc, constituent une menace pour la stabilité régionale.
    No comment…
    A.O.
  • Quand Rabat affiche ses craintes

    Démantèlement de la Minurso par le Maroc ou quand Rabat affiche ses craintes
    Le recours du Maroc au démantèlement de la Mission des Nations unies pour l’organisation du référendum d’autodétermination au Sahara occidental (Minurso) est motivé par  » ses appréhensions grandissantes quant à l’élargissement de la mission de la Minurso au contrôle des droits de l’homme, se sont accordés à dire, mardi à Alger, des chercheurs universitaires. 
    Lors d’une conférence sous le thème  » Tentative du Maroc de saper le processus de paix et de décolonisation au Sahara occidental à travers le démantèlement de la Minurso « , Amari Tahar Eddine, professeur de droit à l’université de Tizi Ouzou, a estimé que  » la décision du Maroc de démanteler la Minurso est motivée par ses craintes de l’élargissement de la mission de la Minurso à la surveillance des droits de l’homme et par consé- quent la mise à nu des violations et des crimes commis par l’occupant marocain à l’encontre du peuple sahraoui « . 
    Le professeur Amari a affirmé qu’en démantelant la Minurso, le Maroc  » détourne les discussions sur l’élargissement de la mission de la Minurso au contrôle des droits de l’homme vers la redynamisation de cette mission onusienne « . Il a précisé qu’entre autres raisons qui ont poussé le Maroc à prendre cette décision  » le coup dur  » qu’il a essuyé sur le plan économique à travers l’annulation par la Cour européenne de l’accord agricole entre le Maroc et l’Union européenne (UE) en raison de l’exploitation illicite des ressources naturelles sahraouies, ce qui confirme l’ » absence de souveraineté du Maroc sur le Sahara occidental « . Il a déploré également la position du Conseil de sécurité à l’égard du Maroc sur la Minurso qui  » na pas été ferme « . 
    Pour sa part, l’enseignant chercheur à l’université Alger 3, Ahmed Kateb, a affirmé lors d’une conférence organisée par le Collectif national des journalistes solidaires avec le peuple sahraoui  » qu’ » il existait une tentative de vider la mission de la Minurso de son contenu. Le Maroc a tenté de confiner cette dernière dans la surveillance du cessez-lefeu et les opérations de déminage dans la région alors qu’elle a été instituée pour l’organisation d’un référendum d’autodétermination au Sahara occidental « .  » La Minurso est la seule instance onusienne dans le monde qui ne veille pas à la surveillance des droits de l’homme « , a-t-il tenu à faire remarquer. 
    Dans ce cadre, le chargé d’affaires à l’ambassade sahraouie à Alger, Mohamed Cheikh, a estimé que  » la décision du Maroc est un grave précédent et nous la considérons comme une déclaration de guerre « .  » Nous avons accepté de signer la décision de création de la Minurso pour l’organisation du referendum d’autodétermination, mais le Maroc veut limiter sa mission au contrôle du cessez-le-feu « , a-til dit. Concernant les déclarations du Maroc à l’encontre du secrétaire général de l’ONU Ban Ki-moon, Cheikh a indiqué que ces agissements  » ne sont qu’un prétexte du Maroc pour faire durer son occupation du Sahara occidental « .  » Le peuple sahraoui veut une solution immédiate, et si le Conseil de sécurité n’assume pas ses responsabilités, il reprendra la lutte armée « , a-t-il ajouté. 
    De son côté, le représentant du collectif national des journalistes solidaires avec le peuple sahraoui Mustapha Ait Mouhoub a indiqué que  » la decision du Maroc de se retirer de la Minurso est très grave, car le contrôle du cessez-le-feu ne sera pas garanti, ce qui constitue une menace pour la stabilité de la région  » estimant que le Maroc profite des développements dans la région pour attiser les tensions « .  » Il est impossible de trouver une solution juste à la question du Sahara occidental sans passer par l’organisation d’un referendum d’autodétermination « . 
    Le Maroc qui a procédé à l’expulsion de 73 membres des effectifs civils de la Minurso s’est également attaqué dernièrement à la composante miliaire de cette mission en fermant le bureau de liaison militaire de l’ONU à Dakhla dans les territoires occupés. 
    Déployée depuis plus d’un quart de siècle pour surveiller le cessez-le-feu dans les territoires occupés, la mission a réussi à apporter une certaine stabilité et baisser les tensions même si sur le terrain elle n’a pas satisfait les revendications légitimes du peuple sahraoui à savoir l’organisation d’un référendum d’autodétermination.
    La Tribune des Lecteurs, 31 mars 2016
  • Ayrault et Lamamra cassent un tabou

    Le ministre des Affaires étrangères, Ramtane Lamamra, et son homologue français, Jean-Marc Ayrault, ont eu un accent inédit sur un sujet de divergence majeur pour les politiques étrangères de la France et de l’Algérie. 
    Il s’agit du processus contrarié de décolonisation du Sahara occidental, qui a été abordé avec une franchise révolutionnaire devant un parterre de journalistes et de diplomates.
    La conférence de presse animée conjointement par le ministre des Affaires étrangères français, Jean-Marc Ayrault, et son homologue Ramtane Lamamra, ministre d’Etat et MAE algérien, hier à Alger, a eu un accent inédit sur un sujet de divergence majeur pour les politiques étrangères de la France et de l’Algérie.
    Il s’agit du processus contrarié de décolonisation du Sahara occidental qui a été abordé avec une franchise révolutionnaire devant un parterre de journalistes et de diplomates médusés.
    De longues années que ce dossier oppose la politique extérieure de la France à la position algérienne pourtant en adéquation au droit international. Malgré sa prise en charge par les Nations unies, comme l’ont rappelé les déclarations du SG de l’ONU lors de son déplacement dans la région et les camps de réfugiés de Tindouf au début de ce mois, le contentieux sahraoui demeure un boulet handicapant dans le rapprochement entre Alger et Paris.
    Credo anticolonial pour la diplomatie algérienne, soutien inconditionnel à l’occupation marocaine pour le Quai d’Orsay qui va jusqu’à utiliser son droit de veto au Conseil de sécurité, en faveur du colonisateur.
    Mais, cette fois à Alger, il semblerait que l’abcès ait été crevé s’il faut se fier aux déclarations des deux conférenciers, le MAE français et le ministre d’Etat et MAE algérien, qui n’ont pas recouru à la langue de bois pour exprimer les positions de chacun des Etats.
    Gêne et Minurso
    « Concernant le Sahara occidental, la position de la France est toujours la même. Nous sommes pour que la Minurso puisse mettre en œuvre sa mission ». Jean-Marc Ayrault choisit de répondre d’abord à cette question en se tournant vers Ramtane Lamamra. Comme pour le prendre à témoin et se débarrasser de la gêne évidente que suscite la thématique. Le MAE algérien l’écoute en affichant une inébranlable sérénité.
    Le chef de la diplomatie française explique alors comment son pays a tenté ces derniers jours de travailler dans le sens de l’apaisement entre le Maroc et l’ONU, faisant référence à la tension née des déclarations désobligeantes du makhzen à l’égard de Ban Ki-moon.
    Message essentiel : « La France souhaite que le mandat de la Minurso qui arrive à expiration, soit renouvelé et que cette question délicate du Sahara occidental ne soit pas une pierre d’achoppement dans les relations entre la France et l’Algérie. » Jean-Marc Ayrault laisse alors la parole à Ramtane Lamamra.
    La méthode Lamamra
    Courtoisie et usage diplomatiques obligent, le ministre d’Etat et MAE algérien fait d’abord remarquer que la position de la France a beaucoup intrigué la presse algérienne avant de reconnaître « en toute franchise », et sous le sceau de l’amitié, que la question de la décolonisation du Sahara occidental représente le principal désaccord entre la politique de la France et celle de l’Algérie depuis des années.
    Le constat énoncé avec le tact qui caractérise les déclarations les plus fermes du ministre algérien, comme ce fut le cas il y a quelques mois lorsque ce dernier dénonça « une ingérence de l’UE dans les affaires intérieures de l’Algérie ».
    Ramtane Lamamra enchaîne alors sur « l’espoir de l’Algérie de voir la France aider véritablement au règlement de la question sahraouie dans le cadre de la légalité », autre formule qui ne manque pas de délicatesse en invitant cependant Paris à respecter entièrement la démarche onusienne concernant les territoires reconnus non autonomes.
    Et de conclure : « Nous pensons que la France trouverait absolument un rôle à la mesure de son histoire, de son pouvoir et de ses responsabilités dans le soutien et la conduite d’un processus qui permettra au Maghreb arabe d’aller vers un destin collectif et unitaire avec la satisfaction du droit naturel du peuple sahraoui à l’autodétermination. »
    Jamais, de mémoire de journaliste, un ministre algérien des Affaires étrangères n’aura été aussi clair en présence de son homologue français quant à ce différend diplomatique presque tabou lors des séquences de rapprochement franco-algérien. La méthode Lamamra consiste à se dire les choses en face, au nom de l’amitié et du partenariat d’exception.
    Le ministre français Jean-Marc Ayrault, qui n’a pas montré d’agacement, pourra-t-il prendre acte des attentes algériennes en les transformant en mesures au profit d’un peuple opprimé ? C’est au Conseil de sécurité de l’ONU, après la publication du rapport de Ban Ki-moon prévue pour la fin du mois d’avril, que nous en apprécierons la conviction.
  • La cause honorable de l’Algérie

    L’Algérie reste inflexible sur le fait que le Sahara occidental doit accéder à son droit à l’autodétermination. C’est une question d’honneur, de justice, mais aussi et avant tout de souveraineté. Ceux qui voient dans la position algérienne une sorte d’entêtement de prestige ont tort, l’Histoire nous apprend consciencieusement que le Maroc dans cette affaire a en permanence bafoué les droits élémentaires de tout un peuple, et ne s’est jamais résigné à l’idée d’une remise en cause des territoires donnés, grâce à un accord honteux (les accords de Madrid), par l’administration coloniale espagnole.
    Si l’on veut comprendre la rectitude de l’Algérie concernant le dossier sahraoui, il faut donc se référer essentiellement à l’Histoire. C’est ce que font judicieusement certains analystes en mettant en exergue des documentaires ou des dossiers qui retracent objectivement un cours historique compromettant pour le Maroc. En effet, le Sahara occidental était occupé jusqu’à la fin de l’année 1975 par les Espagnols. Le Front Polisario, qui s’est formé le 10 mai 1973 à Zouerate en Mauritanie, a été à l’avant-garde de la lutte contre l’occupation espagnole jusqu’à la libération.
    Mais le Pouvoir du Makhzen rejetant les conclusions de la Cour internationale de justice, a estimé – en se basant sur les dernières volontés du grabataire Franco de céder le territoire à Hassan II et aux Mauritaniens – que le pays fraîchement décolonisé faisait partie désormais, à 75 %, des provinces du Sud marocaines.
    Devant ce déni dont a fait preuve le Royaume Alaouite, le Front Polisario s’est opposé immédiatement par les armes à l’annexion du territoire par le Maroc et la Mauritanie et a annoncé en février 1976 la création de la « République Arabe Sahraouie Démocratique » (RASD). La Mauritanie, dans un élan de sagesse, a finalement reconnu sa souveraineté en 1979, il ne restait que le Maroc, contre lequel légitimement les forces du Polisario ont entamé une lutte armée au lendemain des Accords de Madrid, qui s’entêtait. C’est pourquoi, la RASD possède, jusqu’à maintenant, un gouvernement en exil, dont Mohamed Abdelaziz est le président de la république. Elle est aujourd’hui reconnue par près d’une quarantaine d’États, pour la plupart en Afrique ou en Amérique latine.
    En mai 1975, une mission de l’ONU reconnut sa légitimité, tandis que la Cour internationale de justice à la Haye arbitra en faveur de l’autodétermination du peuple sahraoui. La résolution 34/37 adoptée par l’Assemblée générale de l’ONU, le 21 novembre 1979, désigne le Polisario comme « le représentant du peuple du Sahara occidental ». Dernièrement, en mars 2016, Ban Ki-moon, le secrétaire général de l’ONU, a même qualifié de « colonisation » la présence du Maroc au Sahara. Déclaration historique ! De fait, tous les pays qui soutiennent le Front Polisario, comme l’Algérie, Cuba, le Venezuela, l’Equateur ou l’Afrique du Sud post-apartheid, le font en adhérant fortement au combat contre le colonialisme, au droit des peuples à l’autodétermination et aux résolutions internationales.
    Rappeler ces quelques vérités historiques est le début de la compréhension du conflit et surtout de la compréhension de la lutte du peuple sahraoui à qui on a confisqué son indépendance contre l’occupant espagnol. Et c’est en cela que réside l’honorabilité du soutien algérien .
    Par Mohamed Salim
  • La cause honorable de l’Algérie

    L’Algérie reste inflexible sur le fait que le Sahara occidental doit accéder à son droit à l’autodétermination. C’est une question d’honneur, de justice, mais aussi et avant tout de souveraineté. Ceux qui voient dans la position algérienne une sorte d’entêtement de prestige ont tort, l’Histoire nous apprend consciencieusement que le Maroc dans cette affaire a en permanence bafoué les droits élémentaires de tout un peuple, et ne s’est jamais résigné à l’idée d’une remise en cause des territoires donnés, grâce à un accord honteux (les accords de Madrid), par l’administration coloniale espagnole.
    Si l’on veut comprendre la rectitude de l’Algérie concernant le dossier sahraoui, il faut donc se référer essentiellement à l’Histoire. C’est ce que font judicieusement certains analystes en mettant en exergue des documentaires ou des dossiers qui retracent objectivement un cours historique compromettant pour le Maroc. En effet, le Sahara occidental était occupé jusqu’à la fin de l’année 1975 par les Espagnols. Le Front Polisario, qui s’est formé le 10 mai 1973 à Zouerate en Mauritanie, a été à l’avant-garde de la lutte contre l’occupation espagnole jusqu’à la libération.
    Mais le Pouvoir du Makhzen rejetant les conclusions de la Cour internationale de justice, a estimé – en se basant sur les dernières volontés du grabataire Franco de céder le territoire à Hassan II et aux Mauritaniens – que le pays fraîchement décolonisé faisait partie désormais, à 75 %, des provinces du Sud marocaines.
    Devant ce déni dont a fait preuve le Royaume Alaouite, le Front Polisario s’est opposé immédiatement par les armes à l’annexion du territoire par le Maroc et la Mauritanie et a annoncé en février 1976 la création de la « République Arabe Sahraouie Démocratique » (RASD). La Mauritanie, dans un élan de sagesse, a finalement reconnu sa souveraineté en 1979, il ne restait que le Maroc, contre lequel légitimement les forces du Polisario ont entamé une lutte armée au lendemain des Accords de Madrid, qui s’entêtait. C’est pourquoi, la RASD possède, jusqu’à maintenant, un gouvernement en exil, dont Mohamed Abdelaziz est le président de la république. Elle est aujourd’hui reconnue par près d’une quarantaine d’États, pour la plupart en Afrique ou en Amérique latine.
    En mai 1975, une mission de l’ONU reconnut sa légitimité, tandis que la Cour internationale de justice à la Haye arbitra en faveur de l’autodétermination du peuple sahraoui. La résolution 34/37 adoptée par l’Assemblée générale de l’ONU, le 21 novembre 1979, désigne le Polisario comme « le représentant du peuple du Sahara occidental ». Dernièrement, en mars 2016, Ban Ki-moon, le secrétaire général de l’ONU, a même qualifié de « colonisation » la présence du Maroc au Sahara. Déclaration historique ! De fait, tous les pays qui soutiennent le Front Polisario, comme l’Algérie, Cuba, le Venezuela, l’Equateur ou l’Afrique du Sud post-apartheid, le font en adhérant fortement au combat contre le colonialisme, au droit des peuples à l’autodétermination et aux résolutions internationales.
    Rappeler ces quelques vérités historiques est le début de la compréhension du conflit et surtout de la compréhension de la lutte du peuple sahraoui à qui on a confisqué son indépendance contre l’occupant espagnol. Et c’est en cela que réside l’honorabilité du soutien algérien .
    Par Mohamed Salim
  • Sahara Occidental: le réseau européen de centres de recherches Euromesco déplore la position de l’UE

    Le réseau européen de centres de recherches Euromesco a déploré mercredi la position de l’Union européenne (UE) à l’égard de la question du Sahara Occidental, pointant du doigt la France et l’Espagne pour leur « rôle problématique » dans la résolution du conflit. 
    « Tandis que le conflit israélo-palestinien a constitué un point central dans l’élaboration de la politique étrangère européenne pendant des décennies, ce n’est pas le cas du conflit au Sahara Occidental, pour lequel l’UE a préféré se réfugier derrière l’Organisation des nations unies, médiateur principal du conflit », ont regretté Silvia Colombo et Daniela Huber dans leur rapport intitulé « L’Union Européenne et la résolution du conflit dans le voisinage méditerranéen: S’attaquer à de nouvelles réalités par des méthodes anciennes ? ».
    En réponse à une question écrite posée au Parlement européen concernant la position de la Commission européenne au sujet de la mise en place d’un mécanisme de surveillance des droits de l’Homme par la Minurso, les deux chercheuses ont rappelé que la Haute représentante de l’UE pour les Affaires étrangères et la politique de sécurité, Federica Mogherini, s’est contentée d’indiquer que « l’UE soutient les efforts des Nations unies et n’entreprendra aucune action qui pourrait les discréditer ». « à en d’autres termes, l’UE n’a pas adopté une position qui soutient la mise en place d’un tel mécanisme », ont elles expliqué dans leur rapport.
    Dans ce document publié en mars, les deux chercheuses, citant le Professeur de politique à l’Université de Liverpool, Richard Guillespie, ont justifié la faiblesse de l’UE par « la difficulté de résolution du conflit, la nature de l’UE, les instruments politiques inadéquats » ainsi que par « la priorité accordée aux relations avec le Maroc ».
    Selon Silvia Colombo et Daniela Huber, « les deux anciens pouvoirs coloniaux de cette région, l’Espagne et la France, ont tous deux joué des rôles problématiques » dans ce conflit qui oppose depuis une longue date le Maroc au Front Polisario.
    « … la France offrant un tel soutien traditionnel au Maroc que Jacques Chirac (ancien président français) a, en 2001, utilisé la célèbre formule + provinces du sud du Maroc+ pour désigner le Sahara Occidental », ont elles souligné, faisant remarquer que « l’Espagne, de son côté, s’est vu rappeler par les Nations unies qu’elle est, selon le droit international, la force administrante de ce territoire ».
    L’UE ne reconnaît pas l’autorité du Maroc sur le Sahara occidental
    En effet, malgré les pressions en provenance des Nations unies dès 1965 visant à pousser l’Espagne à assumer sa responsabilité de puissance administrante et décoloniser ce territoire par l’organisation d’un référendum d’autodétermination, celle-ci n’a jamais activé dans ce sens.
    Les deux chercheurs ont rappelé, par ailleurs, le rôle joué par la France en avril 2013, pour la mise en échec de l’initiative des Etats-Unis, qui militaient pour la création d’un mécanisme indépendant d’observation des droits de l’Homme au Sahara occidental.
    « Même si leur requête pour élargir le mandat de la MINURSO afin de contrôler les droits de l’Homme a d’abord été acceptée par les Etats-Unis dans une proposition faite au Conseil de sécurité des Nations unies en avril 2013, elle a été abandonnée dans la résolution finale, probablement en raison de la pression appliquée par la France, même si l’ambassadeur français a nié toute accusation », ont elles ajouté.
    Dans leur analyse des politiques européennes, Silvia Colombo et Daniela Huber, ont souligné que « l’UE ne reconnaît pas l’autorité du Maroc sur le Sahara occidental, mais a signé plusieurs accords de pêche successifs avec Rabat depuis 1988″, relevant que le plan d’action signé avec le Maroc en 2013 « ne comporte aucune mention du Sahara Occidental ».
    « Il n’existe pas d’accord d’association avec le Sahara Occidental, ni d’intégration de ce dernier en tant que partenaire indépendant de la Politique européenne de voisinage. Il n’y a pas d’envoyé spécial et aucune mission civile européenne n’a été menée au Sahara Occidental », ont elles regretté dans leur rapport.
    Selon Silvia Colombo et Daniela Huber, la signature par l’UE avec le Maroc d’accords commerciaux qui continuent d’inclure le Sahara occidental au moment où l’Union publiait ses lignes directrices en matière de colonies et travaillait sur la question de l’étiquetage dans le contexte du conflit israélo-palestinien, « a affaibli sa propre politique » et l’a exposé à des critiques sur sa « politique de deux poids, deux mesures ».
    Pour illustrer la politique de « deux poids, deux mesures » menée par l’UE, les deux chercheuses ont précisé que depuis 1993, l’UE n’a octroyé que 150 millions d’euros d’aide humanitaire pour les réfugiés sahraouis, « ce qui représente la moitié de la somme annuelle accordée par l’UE pour les territoires palestiniens occupés ».