Année : 2014

  • En Marruecos la represión va in crescendo!

    El verano que acaba de terminar fue caliente y tormentoso en Marruecos. No sólo en el ámbito climático, sino también y sobre todo en lo referente a la situación de los derechos humanos que no paró de deteriorarse. 
    Prohibiciones de actividades y de creación de asociaciones, condenas arbitrarias de militantes políticos y de derechos humanos, campañas de difamación y acusaciones graves contra asociaciones de defensa de los derechos humanos y de sindicatos de trabajadores. 
    Los campamentos de verano que organiza la AMDH cada verano, desde hace más de 20 años, en beneficio de los hijos de sus militantes fueron prohibidos este año, sin ninguna explicación. También se prohibieron los seminarios de formación para sus jóvenes miembros. La sección marroquí de Amnistía Internacional tampoco se ha librado. 
    Una severa represión, especialmente dirigida contra los activistas de derechos humanos, del movimiento 20 de Febrero y los estudiantes en las diferentes universidades del país, se lleva a cabo continuamente por las autoridades marroquíes desde hace unos meses. Los más activistas de ellos son encarcelados o secuestrados y torturados. Y los que se atreven a quejarse ante los tribunales son de nuevo encarcelados bajo acusación de « falsa y calumniosa que perjudica la reputación de la autoridad pública ». Así es cómo la joven militanteWafaa Sharaf fue condenada a un año de prisión y una multa de 1.000 dirhams así como 50.000 dirhams (€ 5.000) en concepto de indemnización que tiene que pagar a la policía de Tánger que la había secuestrado y torturado. Por lo tanto, los verdugos de ayer (años de plomo) y hoy siguen gozando de la impunidad por sus crímenes y de la protección de las autoridades. 
    Grupos de estudiantes de Marrakech y Fez fueron condenados a largas penas de prisión por « perturbar el orden público » y, de paso, las universidades perdieron su « privilegio de santuario ». Las fuerzas del orden acamparon allí de una manera permanente desde principios de junio 2014. Uno de ellos, Mustapha Meziani, huelguista de hambre durante más de 72 días, abandonado sin cuidados ni ayuda, murió el 13 de agosto en Fez. 
    La asociación « Freedom Now », que tiene como objetivo, sobre todo, la defensa de la libertad de expresión y de prensa, se le negó la autorización de trabajo bajo el falaz pretexto de que uno de sus fundadores « es un indigno ciudadano que rechazó, en un comunicado público, la autoridad del rey « . La queja de la asociación contra el ministro del Interior ante el Tribunal Administrativo de Rabat fue rechazada por « no poseer un estatus legal ». 
    Sin embargo, un nuevo paso ha sido dado en la confrontación, ahora directa, de las autoridades marroquíes, con las asociaciones de defensa de los derechos humanos. En una declaración hecha el 15 de junio ante la Cámara de Representantes, el ministro del Interior acusó a las asociaciones « de dudar de los servicios de seguridad del país, de servir agendas extranjeras, ayudadas en eso por apoyos financieros externos ». También están amenazadas por meticulosos controles de su contabilidad. 
    Por lo tanto, a la represión activa de las fuerzas de seguridad, se añade la represión política y moral a través del desprestigio público y mediático de estas asociaciones y las acusaciones de traición. Ni siquiera los « años de plomo » vieron una violencia parecida. 
    Después de esta dura constatación sobre la situación de los derechos humanos en Marruecos, la AMBDH(1) denuncia firmemente estas prácticas represivas de otra época y suma su voz a la de todas las asociaciones de defensa de los derechos humanos en Marruecos para condenar esta « campaña feroz y engañosa contra el movimiento marroquí de derechos humanos ». 
    La AMBDH reclama la dimisión del ministro del Interior que hace falsas e irresponsables declaraciones, y exige disculpas del jefe de Gobierno. 
    Es en este contexto liberticida, que va en contra de los compromisos internacionales del Estado y de la última « Constitución acordad del 2011 », que Marruecos se prepara para recibir el « Foro Mundial de Derechos Humanos » del 27 al 30 de noviembre 2014 en Marrakech. Lo menos que se puede decir es que sería indignante que los países democráticos acepten la invitación de un país en el que no pasa un mes sin que sea señalado con el dedo por numerosas organismos como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y las asociaciones marroquíes para la defensa de los derechos humanos. 
    La AMBDH llama a la movilización de todas las fuerzas vivas amantes de la libertad y la democracia a condenar a las autoridades marroquíes, y apoyar la lucha del pueblo marroquí en su lucha diaria por el establecimiento de un verdadero Estado de derecho y democrático. 
    Bruselas, 12 de septiembre 2014 
    El Consejo de Administración de la AMBDH 
    (1) Asociación de Marroquíes de Bélgica para los Derechos Humanos
  • UNA EXPERIENCIA DE PELÍCULA

    La joven llegó a Calahorra con una familia de acogida y vivió en la ciudad durante años, aunque ahora reside en Barcelona
    Mariam Bachir, saharaui acogida durante años en Calahorra, es una de las protagonistas de la película ‘El Niño’
    La vida de Mariam no ha sido fácil. Ella fue una niña de acogida de las que llegan en verano y vuelven al Sáhara cuando terminan las vacaciones. El arraigo es difícil cuando uno va y viene cada año a un lugar distinto. Pero Mariam tuvo más suerte que otros chavales de su campamento refugiados en Tinduf (Argelia). Ella tuvo la posibilidad de quedarse durante más tiempo y terminar sus estudios de ESO y Bachillerato en Calahorra en casa de Antonio y Conchi, sus padres de acogida. Por eso si a un lugar le puede llamar casa en España, ese es Calahorra. Aquí están sus amigas de la adolescencia, esas que duran para toda la vida.
    Después se marchó a Barcelona a estudiar y allí comenzó toda esta rueda de casualidades que le han dado un papel principal en la película ‘El Niño’, de Daniel Monzón, que se estrenará el próximo 29 de agosto.
    Mariam no es actriz. «Empecé a estudiar Periodismo pero lo dejé, ahora estoy estudiando el tercer año de Árabe y me gustaría dedicarme a la traducción», nos cuenta. Mariam ni siquiera se había subido a un escenario en su vida. «El verano pasado no tenía trabajo y alguien me comentó que mientras encontraba algo dejase unas fotos en una de estas agencias gratuitas para hacer algún trabajillo de azafata…», recuerda.
    La llamaron a un ‘casting’ sin decirle muy bien para qué era. «Yo pensé que lo iba a hacer fatal… pero al parecer buscaban a alguien no profesional para el papel, alguien que consiguiese empatizar con el personaje», comenta.
    Los protegidos
    Tras un buen número de pruebas, se quedó con la historia de Amina, su personaje en la historia. «La última prueba fue con Daniel Monzón… era increíble lo que estaba viviendo», dice casi aún sin creérselo. Y es que Mariam ha vivido como en un sueño durante los últimos meses. «Imagínate, Luis Tosar, Sergi López, Bárbara Lennie, Ian McShan… yo, que no había conocido a un famoso en mi vida». «Al final te das cuenta de que son personas como los demás. Además como Jesús Castro (el Niño en la película) y yo no éramos profesionales todo el mundo nos cuidaba mucho, la verdad es que hemos sido los protegidos del rodaje», recuerda.
    Daniel Monzón, como director; Jorge Guerricaechevarría, como guionista, y Luis Tosar ,como actor principal. ‘El Niño’ es un ‘thriller’ de acción que gira en torno al mundo del narcotráfico en la zona del Estrecho de Gibraltar. «Ha sido genial rodar algunas escenas porque la peli tiene mucha acción y es una maravilla», cuenta.
    «Para nosotros dos era todo nuevo. Nos dimos cuenta de que todo lo que se hace en las películas es mentira. ¡Si los helicópteros los hundían en una piscina y luego parece que la escena está rodada a mar abierto!», se asombra aún.
    Sobre su futuro es incapaz de decir ni una palabra. «He viajado, he conocido a gente pero no me veo con el derecho de porque me haya pasado una cosa así decir que soy actriz. Yo, de momento, seguiré con mis estudios», cuenta.
    Y es que no es fácil digerir todo lo que le ha pasado. «Cómo voy a decir qué voy a hacer dentro de cinco años si en unos meses me ha cambiado la vida por completo. Si sale algo más porque la peli va bien, encantada; y si no, también».
    En septiembre, cuando termine todo el trabajo de promoción de la película, volverá a Calahorra. Está deseando.
  • Algérie – Egypte : La nouvelle alliance

    Après la période de crise, traduite notamment par la tension autour des matchs de football entre les deux équipes nationales du temps de Hosni Moubarak, puis le froid pendant le court mandat de Mohamed Morsi, voici venu le temps des alliances et des accords parfaits sur plusieurs sujets stratégiques. 
    Par Nabil Benali 
    Aujourd’hui, Alger et le Caire constituent un axe inédit dans le monde arabe dans une entente favorisée par les conditions exté- rieures et les conséquences du « printemps arabe ». Il faut rappeler que l’axe Alger- Le Caire est de plus en plus actif à l’échelle régionale, arabe et afri- caine depuis l’avènement d’Al Sissi au pouvoir. Ce dernier, certes, épaulé par l’Arabie Saoudite, développe néanmoins de réelles velléités d’autonomie par rapport au puissant voisin du Golfe et non moins leader conjoncturel, mais de fait, de la Ligue arabe. Avec le retour des militaires aux commandes depuis l’éviction de Mohamed Morsi, le Caire veut reprendre la place qui fut la sienne dans la Ligue arabe et sa place incontournable dans les dossiers régionaux. 
    Aussi, la première visite d’Al Sissi dès sa réélection, et cela a surpris bon nombre d’observateurs, n’a été ni pour Ryadh, ni pour Washington, ni ailleurs, mais pour Alger où il a demandé audience à Abdelaziz Bouteflika. Cela avait eu lieu juste après les élections présidentielles égyptiennes et à la veille du som- met de l’Union africaine où l’Algérie, avec l’Afrique du Sud, l’autre allié infaillible d’Alger, sont les deux poids lourds du Continent noir. Dans les milieux diplomatiques égyptiens, du temps de Hosni Moubarak, on jalousait souvent en silence Alger pour son influence sur les ins- tances grandissantes. Mais cette rivalité n’a plus d’importance pour les nouvelles autorités égyptiennes, qui entendent bénéficier du soutien de l’Algérie, qui aura été en fin de compte, du moins diplomatiquement, le grand béné- ficiaire du « printemps arabe ». Le retour de l’Egypte sur la scène africaine est un des dos- siers qui ne pouvait se faire sans le soutien de l’Algérie. Mais il y a aussi le chaos en Libye et la menace terroriste que cela repré- sente pour les Etats voisins. Depuis, Alger, le Caire et Tunis aussi multiplient les initiatives pour trouver une solution politique en Libye et, à défaut, une sortie de crise sécuritaire. On soupçon- ne notamment, et à juste titre, les voisins de la Libye de privilégier les scénarios qui empêchent la prise du pouvoir par les djiha- distes, source d’instabilité déjà suffisamment importante pour la région.
    On a pu constater aussi une parfaite entente entre Alger et le Caire sur le dossier palestinien, lors de de la guerre contre Ghaza, malgré toutes les tentatives de pressions de certains pays arabes qui soutiennent les cou- rants islamistes : les deux pays étaient opposés à cette énième agression contre le peuple pales- tinien, mais refusaient d’en faire un prétexte pour s’immiscer dans les affaires palestiniennes et s’en tenir à la nécessité de décisions palestiniennes concertées entre les deux principales forces, Fatah et le Hamas. Aujourd’hui, encore, on consta- te l’efficacité de l’axe algéro-égyp- tien avec les pressions améri- caines pour lever une coalition arabe contre l’Etat islamique en Irak et en Syrie. Vendredi, à l’issue de La réunion à Jeddah des ministres des Affaires étrangères des pays arabes, ce sont notamment les pays du Golfe et leurs alliés dans le Moyen-Orient, qui ont décidé de s’engager aux côtés des Etats- Unis contre l’Etat islamique (Daech). Il s’agit de l’Arabie saou- dite, du Bahreïn, des Emirats arabes unis, du Koweït, du Qatar, d’Oman, de l’Irak, de la Jordanie et du Liban. Ces pays « ont déclaré leur engagement partagé de se tenir unis contre la menace que pose, pour la région et le monde, le terrorisme sous toutes ses formes, y compris le soi-disant EI », précise le communiqué de la Ligue arabe. On remarquera qu’il n’y a aucun pays maghrébin dans le lot. Mais surtout que l’Egypte, qui figu- rait sur la liste énoncée par le communiqué, a finalement fait marche arrière. Malgré les pres- sions de John Kerry sur Abdelfattah Al Sissi, il semble que le Caire n’est pas disposé à faire plus que de demander à son mufti. En tous cas, le ministre égyptien des Affaires étrangères Sameh Chokri a exclu la participation de son pays à une action militaire dans le cadre de la coalition inter- nationale pour combattre les orga- nisations terroristes. Il rejoint en cela la position algérienne, qui n’engage jamais ses forces armées en dehors de son territoi- re, comme on a pu le constater lors de la crise malienne. Pour l’heure, les intérêts mutuels de l’Algérie et de l’Egypte fonction- nent suivant une équation simple. Alger a permis au Caire de faire l’équilibre de ses forces au plan africain, tandis que la dynamique inverse s’est produite au niveau de la Ligue arabe. Depuis, on sent comme une guerre de positions et d’influence entre les deux sphères du monde arabe, ceux du Mashrek et ceux du Maghreb, avec pour enjeu la situation en Libye. Car si d’aventure la stabilité était enfin rétablie en Libye avec un gouver- nement qui aurait autre priorité que d’exporter le djihad, alors on assistera à une situation inédite dans le monde arabe et une pola- risation nouvelle dans laquelle le Maroc ne pourrait plus longtemps tenir son équilibre entre ses voi- sins directs et les monarchies avec lesquelles il trouve toujours quelques affinités. 
    N. B.
  • Amplia presencia del tema del Sahara Occidental en el IX Congreso Ibérico de Estudios Africanos; Universidad de Coimbra, Portugal

    Después de ocho ediciones celebradas en varias ciudades ibéricas, en esta ocasión la Universidad de Coimbra ha sido anfitriona del IX Congreso Ibérico de Estudios Africanos ‘África hoy: tiempos y espacios de transformación’, celebrado entre los días 10 y el 13 septiembre de 2014, en la Universidad de Coimbra, Portugal.
    En la clausura del IX Congreso Ibérico de Estudios Africanos, también estuvo presente el Sahara Occidental, de la mano del profesor e intelectual José Luís Pires Laranjeira (Facultad de Letras, Universidad de Coimbra). El profesor dedicó su intervención a la solidaridad con la causa saharaui desde la vertiente intelectual y universitaria, haciendo lectura del Manifiesto de escritores internacionales en apoyo al derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. En dicho manifiesto se pide la adhesión de escritores de todo el mundo para la creación de una plataforma internacional de escritores e intelectuales y un viaje a los campamentos de refugiados y a los territorios liberados y ocupados del Sahara Occidental. La finalidad de esta acción es sensibilizar sobre la situación que atraviesa la lucha del pueblo saharaui, cuarenta años después de la invasión de su territorio por Marruecos.
    Durante el Congreso hubo una amplia participación en torno al tema del Sahara Occidental. El miércoles 10 de septiembre se inauguró el Congreso con la proyección de la película ganadora de la XI Edición del Festival Internacional de Cine del Sahara, FiSahara 2014, « Legna: habla el verso saharaui » (España, Sáhara Occidental, 95 minutos), con comentarios de los realizadores Juan Ignacio Robles, Juan Carlos Gimeno y Bahia Awah, y Vivian Solana, miembro del equipo de investigación de la película.
    Los profesores Juan Ignacio Robles y Juan Carlos Gimeno
    Por otra parte, estas fueron las ponencias presentadas en el Congreso, relacionadas con el Sahara Occidental.
    Alicia Campos Serrano. “Política, territorio e imaginarios en el conflicto del Sáhara”. Los conflictos en el Sáhara se desarrollan desde los años cincuenta en torno a varias cuestiones, una de las cuales es el de los imaginarios territoriales. Esta ponencia trata de desvelar las diversas concepciones del espacio planteadas y utilizadas por los distintos actores y grupos sociales en conflicto.
    Francesco Correale. “Los años 1956-1958 en el relato de los refugiados saharauis. Desafíos políticos, posturas de los testigos e identidad”. Las incursiones del Ejército de Liberación de Marruecos en el Sáhara Occidental y en Mauritania y el conflicto con los gobiernos coloniales francés y español que se deriva, en particular en 1958, son episodios claves en la historia de esta región. Esta ponencia forma parte de un trabajo más amplio, realizado en colaboración con Alberto López Bargados, de la Universitat de Barcelona.
    José A. Rodríguez Esteban e Diego A. Barrado Timón. “Las transformaciones en el territorio como respuestas de España al ‘imbroglio’ de identidades en el Sáhara Atlántico (1956-1963)”. La independencia de Marruecos y la posterior guerra en Ifni, llevan, en algunos casos a una aceleración y, en otros, a un cambio radical de las políticas territoriales practicadas por España en Sáhara Atlántico entre 1956-1963, que reflejan, como ninguna otra acción, la propuesta de España en el juego de intereses de las identidades nacionales.
    Juan Carlos Gimeno Martín y Juan Ignacio Robles Picón. « Am elhuyum » Historia e historias en la construcción nacional del Sahara Occidental en torno a 1958”. Los acontecimientos en torno al año 1958 constituyeron un parteaguas en la historia de la región sahariana, y en particular para el llamado Sahara Occidental. Esta comunicación trata de confrontar las lecturas encontradas de la historiografía de los acontecimientos que forman parte de la « Historia », con las lecturas locales y situadas de la población saharaui.

  • La presidenta andaluza suscita la crítica de los movimientos saharauis

    El viaje oficial de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz Pacheco, a Marruecos los días 11 y 12 de septiembre, ha indignado al movimiento solidario con el pueblo saharaui por la falta de referencia a los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental.
    La presidenta y secretaria general del PSOE de Andalucía fue recibida el día 12 por sorpresa por el rey Mohamed VI en el palacio Real de Tetuán. Previamente hizo una ofrenda floral en el Mausoleo de Mohammed V y Hassan II y se entrevistó con el jefe del Gobierno marroquí, Abdelilah Benkirane, y con el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Salaheddine Mezouar.
    La presidenta andaluza no tocó temas “delicados”, como los Derechos Humanos o la inmigración, lo mismo que tampoco hizo Felipe VI en su primer viaje oficial a Marruecos en julio. Susana Díaz dijo que se trataba de una visita institucional diseñada en colaboración con el Gobierno de España. Según el diario digital El Confidencial llevaba “una agenda política de primer nivel” cerrada con ayuda directa de la Casa Real española. 
    Tras la audiencia de Mohamed VI, un comunicado del Gabinete Real destacó “los fuertes lazos de amistad y las densas relaciones de cooperación” entre Marruecos y Andalucía y señaló que “la historia compartida, la proximidad geográfica, la riqueza de los intercambios humanos, la multiplicidad de los intereses políticos y económicos son ventajas principales para el mantenimiento de un nivel de cooperación muy alto entre esta región autónoma y el Reino”. El viaje coincidió con la vuelta de los barcos andaluces a los caladeros marroquíes.
    Desde los movimientos pro saharauis, especialmente en Andalucía, se ha criticado la falta de mención al problema saharui y se ha recordado como el Parlamento andaluz se comprometió el 13 de junio de 2013 a hacer llegar « al Reino de Marruecos la importancia de mantener el escrupuloso respeto a los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental”.
    Especialmente crítico ha sido Miguel Castro Moreno, vicepresidente de la Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui de Sevilla (AAPSS) y miembro de CEAS-Sáhara, en un artículo reproducido en la mayoría de las páginas web solidarias con la causa saharaui, tanto españolas como de otros países.
    Miguel Castro cuenta como el pasado mes de Julio durante la recepción a los niños y niñas saharauis del programa Vacaciones en Paz que tuvo lugar en el Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta, Susana Díaz intentó impedir “que se hablara de la situación de los campamentos de refugiados” y “del calvario al que los saharauis están sometidos en el Sáhara Occidental bajo la ocupación político militar marroquí”. Afirma Castro que la presidenta exclamó: “… este no es el sitio para hablar de política, los debates en el Parlamento”, pero que “a pesar de su enfado y su injustificado proceder, se dijo lo que se tenía que decir en esas circunstancias, aunque los medios de comunicación allí presentes no lo divulgaron”.
    El vicepresidente de AAPSS afirma que cuando un mandatario de cualquier territorio español visita Marruecos se le pide que se interese por la situación de los presos políticos saharauis, por los Derechos Humanos en los territorios ocupados, etc., pero que plantear esto a Susana Díaz no sirve para nada “dada su posición política”.
    Castro se pregunta qué pensará de esta visita el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas (IU), que desde el inicio de la legislatura y de la coalición de gobierno PSOE/IU viene prometiendo ir a los campamentos de refugiados, visita que retrasa para ser coherente con las posiciones de sus socios de gobierno, no tener que retratarse con el Polisario y no enfadar a Mohamed VI.
    La promesa “hasta la victoria final” de Felipe González
    En un blog sobre el Sáhara Occidental Susana Díaz es presentada como “alumna aventajada de Felipe González en servilismo ante Marruecos” y se recuerda la “traición” al pueblo saharaui del dirigente socialista.
    El 14 de noviembre de 1976 Felipe González, 34 años, y con dos al frente del PSOE, dijo en los campamentos de Tinduf cosas como “…nuestra repulsa y nuestra reprobación por el acuerdo de Madrid de 1975”, “el Frente Polisario es el guía recto hacia la victoria final del pueblo saharaui…” ”lo más bueno del pueblo español es solidario con vuestra lucha”, “ … el Gobierno no sólo ha hecho una mala colonización sino una peor descolonización, entregándoos en manos de gobiernos reaccionarios…” y, especialmente, “Sabemos que vuestra experiencia es la de haber recibido muchas promesas nunca cumplidas. Yo quiero, por consiguiente, no prometeros algo, sino comprometerme con la Historia. Nuestro partido estará con vosotros hasta la victoria final.”
    En la canción “Shouka” (“La espina”) Mariem Hassan, la más reconocida cantante saharaui, contesta las palabras ante los refugiados saharauis del entonces secretario general de los socialistas: “González te escuchamos con respeto y te abrimos nuestras jaimas. Tienes muy mala memoria, nos cerraste todas las puertas al llegar al poder. ¡Ya no te respetamos! ¡Eres el lacayo del invasor! Confundes justicia y oportunismo, no distingues entre el bien y el mal. Ganaste el poder con discursos brillantes pero, al final, terminaste vendiendo armas a Marruecos. Tus palabras se las llevó el viento, ….creímos en ti y nos engañaste. ¡Felipe!: ¡Nos has fallado! No hay rosas sin espinas. Y su veneno es mortal”.
    El tema del Sáhara siempre estuvo ausente en los viajes del socialista Manuel Chaves a Marruecos como presidente de la Junta, pero sí lo citó su sucesor José Antonio Griñán en la visita que hizo en septiembre de 2009, Declaró que era interesante la propuesta de una autonomía bajo soberanía marroquí propuesta por Marruecos, lo que originó polémica, especialmente en su comunidad.
    En Andalucía se vive con mucha simpatía y afecto la causa saharaui, hasta el punto de que en octubre de 2001 se hizo una consulta pública y más de 125.000 personas respaldaron en las ocho capitales andaluzas la propuesta de la Plataforma Cívica Andaluza para apoyar el referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental, tal y como se decidió en el Plan de Paz de la ONU.
    Uno de los principales actos de la campaña, que duro dos semanas, se realizó el 25 de octubre en el Parlamento Andaluz. De los 394 diputados, funcionarios, personal y periodistas acreditados que participaron en la votación, 381 dijeron sí al referéndum y 372 se pronunciaron a favor de que el Gobierno español acredite a la delegación del Frente Polisario en España como único y legítimo representante del pueblo saharaui.
    Dos días después, Marruecos retiró a su embajador en Madrid, Abdesalam Baraka. Según la diplomacia marroquí la llamada del embajador no se debió a ningún caso concreto, sino a un « cúmulo de situaciones ». A los pocos días el ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Mohamed Benaissa, explicó que Rabat estaba molesto con la actitud tomada por España en dos cuestiones de gran sensibilidad nacional: la inmigración y el Sáhara Occidental. « Tenemos derecho a preguntarnos sobre la reacción de las autoridades españolas si una región marroquí hubiese organizado un referéndum respecto a la soberanía de España », dijo Benaissa.
  • Sahara Occidental : le Maroc refuse de coopérer avec l’ONU

    Comme indiqué dans un article d’Algeriepatriotique, la tendance du Maroc à vouloir saboter la mission du représentant spécial du secrétaire général de l’ONU pour le Sahara Occidental, Christopher Ross, se confirme. «L’acceptation du bout des lèvres de la visite de Christopher Ross sera précédée et suivie de plein d’embûches», avions-nous écrit. 
    Pour comprendre cette attitude du Makhzen, il faut rappeler que l’envoyé personnel du SG de l’ONU travaille dans le cadre de la légalité internationale et sur la base du principe du droit du peuple sahraoui à l’autodétermination. Or, comme ont pu le constater tous les observateurs qui suivent la question de la décolonisation du Sahara Occidental, le Maroc utilise n’importe quel subterfuge pour faire fi de la légalité internationale, croyant que cette attitude va lui permettre de maintenir sa domination sur ce territoire tant que le processus référendaire n’est pas mis en œuvre. 
    Il croit également se soustraire ainsi de la contrainte internationale qui finira par lui imposer, d’une façon ou d’une autre, de se retirer du Sahara Occidental. Comme l’a souligné Pierre Galand dans l’interview qu’il a accordée récemment à Algeriepatriotique, «le référendum est défini par les Nations unies depuis 1990. Il devait être organisé en 1992 et c’est la politique marocaine qui a retardé sa mise en œuvre». 
    Pierre Galand a fait état dans cette interview de l’éventualité, pour le Conseil de sécurité, d’une «prise d’une décision conforme aux règles des Nations unies concernant les droits des peuples non autonomes à obtenir leur indépendance ». 
    Le Maroc, qui a inventé sa proposition d’autonomie pour gagner du temps, sait parfaitement que si Christopher Ross remplit sa mission et fait son rapport au secrétaire général des Nations unies, ce sont les droits fondamentaux du peuple sahraoui à l’autodétermination qui triompheront. Dans ce but, usant sans limites de mauvaise foi et de duplicité, le Maroc veut à tout prix saboter la tournée que Christopher Ross doit effectuer, à la mi-octobre, dans la région. 
    Cette fois, le ministre marocain des Affaires étrangères, Abdellatif Mézouar, a évoqué le préalable d’«éclaircissements sur les limites de sa mission» exigées de Christopher Ross auxquelles ce dernier n’aurait pas encore répondu. Mezouar veut des «réponses écrites». 
    Ainsi, l’envoyé spécial de l’ONU, pour continuer sa mission, est sommé de répondre à un questionnaire que lui impose le Maroc. Des observateurs font remarquer que si le Maroc ne désire pas revoir Christopher Ross dans la région, c’est surtout à cause de ses positions favorables à un élargissement du mandat de la Minurso à la surveillance des droits de l’Homme au Sahara Occidental qui ont été évoquées par le secrétaire général de l’ONU dans son dernier rapport rendu public mi-avril et présenté au Conseil de sécurité. En fait, le Makhzen est convaincu, et c’est ce qu’il redoute, que la mission de Ross, si elle est menée à son terme, ne peut aboutir qu’à faire progresser la solution du conflit vers le référendum d’autodétermination et donc la fin de l’occupation coloniale du Sahara Occidental.
    Houari Achour
  • Au Maroc la répression va crescendo !

    Communiqué
    L’été qui s’achève a été chaud et orageux au Maroc. Pas seulement sur le plan climatique mais également et surtout sur le plan de la situation des droits de l’homme qui n’a cessé de se dégrader. 
    Interdictions d’activités et de constitution d’association, condamnations arbitraires de militants politiques et des droits de l’homme, campagnes de dénigrement et d’accusations graves à l’encontre d’associations de défense des droits de l’homme et de syndicats de travailleurs.
    Les colonies de vacances que l’AMDH organise chaque été, depuis plus de 20 ans, au profit des enfants de ses militants ont été interdites cette année, sans aucune explication. Les séminaires de formation pour ses jeunes adhérents ont également été interdits. La section marocaine de Amnesty International n’a pas été épargnée non plus.
    Une répression sévère, particulièrement ciblée sur les militants des droits humains, du mouvement du 20 février et les étudiants dans les différentes universités du pays, est menée sans répit par les autorités marocaines depuis quelques mois. Les plus activistes parmi eux sont arrêtés ou enlevés et torturés. Et ceux qui osent se plaindre devant les tribunaux sont de nouveau arrêtés sous l’accusation de « dénonciation mensongère et calomnieuse nuisant à la réputation de l’autorité publique». C’est ainsi que la jeune militanteWafaa Charaf a été condamnée à un an de prison ferme et 1000 dirhams d’amende ainsi que 50.000 dirhams (5.000 €) d’indemnité à verser à la police de Tanger qui l’avait enlevée et torturée. Ainsi donc, les tortionnaires du passé (années de plomb) et d’aujourd’hui continuent de bénéficier de l’impunité pour leurs crimes et de la protection des autorités.
    Des groupes d’étudiants de Marrakech et Fès ont été condamnés à de lourdes peines de prison pour « troubles à l’ordre public » et, dans la foulée, les universités ont perdu leur « privilège de sanctuaire ». Les forces de l’ordre y campent en permanence depuis le début du mois de juin 2014. L’un d’entre eux,Mustapha Meziani, gréviste de la faim pendant plus de 72 jours, et laissé sans soins ni secours, est décédé le 13 août dernier à Fès.
    L’association « Freedom Now », qui a notamment pour objectifs la défense de la liberté d’expression et de la presse, s’est vue refuser l’autorisation d’exercer sous le prétexte fallacieux qu’un de ses fondateurs « est un citoyen indigne qui a rejeté, dans une déclaration publique, l’autorité du roi. » La plainte de l’association contre le ministre de l’Intérieur devant le Tribunal administratif de Rabat a été rejetée pour « non possession de statut juridique !». 
    Cependant, un nouvel échelon a été gravi dans la confrontation, désormais directe, des autorités marocaines avec les associations de défense des droits de l’homme. Dans une déclaration le 15 juin dernier devant la Chambre des représentants, le ministre de l’Intérieur a accusé ces associations de « mettre en doute les services de sûreté du pays, de servir desagendas étrangers, aidées en cela par des soutiens financiers étrangers.» Elles sont également menacées de contrôles tatillons de leurs comptabilités. 
    A la répression active par les forces de l’ordre, vient donc s’ajouter la répression politique et morale par le dénigrement public et médiatique de ces associations et les accusations de trahison. Même les « années de plomb » n’ont pas connu un tel déchainement.
    Après ce constat sévère sur la situation des droits humains au Maroc, l’AMBDH dénonce fermement ces pratiques répressives d’un autre âge et joint sa voix à celles de l’ensemble des associations de défense des droits de l’homme au Maroc pour condamner cette « campagne féroce et trompeuse contre le mouvement marocain des droits humains».
    L’AMBDH réclame la démission du ministre de l’Intérieur qui fait des déclarations mensongères et irresponsables, et exige des excuses du Chef du gouvernement.
    C’est dans ce contexte liberticide, qui va à l’encontre des engagements internationaux de l’Etat et de la dernière « Constitution octroyée de 2011 », que leMaroc s’apprête à recevoir le « Forum Mondial des Droits de l’Homme » du 27 au 30 novembre 2014 à Marrakech. Il serait pour le moins révoltant que les pays démocratiques répondent à l’invitation d’un pays dont pas un mois ne s’écoule sans qu’il ne soit pointé du doigt par plusieurs organismes dont Amnesty International, Human Rights Watch et les associations marocaines de défense des droits de l’homme.
    L’AMBDH appelle à la mobilisation de toutes les forces vives éprises de liberté et de démocratie à condamner les autorités marocaines, et soutenir la lutte du peuple marocain dans son combat quotidien pour l’établissement d’un véritable Etat de droit et démocratique.
    Bruxelles, le 12 septembre 2014 
  • « Marruecos nunca concederá ni la independencia ni una autonomía al Sáhara Occidental » (Juan José Imbroda)

    – 14 de septiembre 2009 : Juan José Imbroda, Presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla en una entrevista concedida a ABC declaraba : « Marruecos tiene un problema con el Sáhata y creo que está viendo la evolución de las Comunidades Autónomas, pero más que nada para hacer algo parecido con el Sáhara, para aprender, porque no va a consentir nunca ni un estatuto de autonomía ni que se establezca como nación ».
    – « El Rey Hassan II de Marruecos quien acaba de anunciar que se pasa el referéndum del sáhara, acordado por la ONU, por el mismísimo forro de la chilaba. Y ¿qué dicen el Consejo de SEguridad, Washington, Bonn, Londres, París, Roma, Ottawa y Madrid? Nada, silban mirando al cielo a ver si llueve. Pero, pregunto yo con toda mi inocencia, ¿porqué no montamos una fuerza multinacional contra Hassam igual que la que se hizo contra Sadam? El Sáhara se lo anexionó el moro como el otro Kuwait, pero este moro es amigo de Washington y, además, en el Sahara, que se sepa, no hay petróleo. ¿ Y el pueblo saharaui y las resoluciones de la ONU? Nada, ni aunque se declareon con más razón que los sefarditas de Bosnia, súbditos de la Corona española, están más perdidos que el barco del arroz. Qué le vamos a ahcer, es la doble moral. Y mientras, la Legión en Bosnia, de vacaciones con el carnero. Pero, ¿no era España la potencia descolonizadora e históricamente responsable, y el PSOE el partido amigo de los polisarios? » (Aurora Pavón, ABC 14 sept 1992)
    http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/sevilla/abc.sevilla/2009/09/14/007.html
  • Le livre « Journal d’un prince banni » en PDF, de Hicham Alaoui

    JOURNAL D UN PRINCE BANNI
    AVANT-PROPOS
    Tout livre est un contrat de confiance, et le livre d’un prince marocain encore plus qu’un autre. En effet, jamais dans la longue histoire dynastique du royaume, un membre de la famille régnante n’a pris la plume pour partager ses idées avec l’« extérieur », au-delà des murs du Palais et, encore moins, par- delà les frontières du pays. À cela, il y a de bonnes raisons, qui ne relèvent pas seulement d’un royal dédain pour le monde en dehors du méchouar, le « Conseil », c’est-à-dire l’enceinte du pouvoir monarchique. 
    Écrire un livre, c’est se livrer. La décision a mûri en moi pendant des années. Maintenant que je m’y suis résolu, je ne vais pas m’arrêter à mi-chemin. Dans les pages qui suivent, je ne mâche pas mes mots. Rien de ce que je pense n’est dissimulé derrière des arabesques. Pour autant, on cherchera en vain de « petites phrases », du fiel distillé, des attaques ad hominem ou des secrets inavouables. J’ai trop subi de pareilles bassesses pour m’y livrer à mon tour. 
    En revanche, un système opaque est décrit de l’intérieur avec le franc-parler qu’abhorre la société de cour au Maroc pour qui la souplesse invertébrée et le verbe tarabiscoté tiennent lieu de raffinement et de subtilité. Pour ma part, je préfère être direct : je ne suis pas davantage le « prince rouge » que Mohammed VI n’est le « roi des pauvres » – en ce qui le concerne, quinze ans de règne devraient suffire pour en convaincre même le plus jobard parmi nous. 
    Quant au « prince rouge », il n’existe que dans les miroirs déformants des médias. Je n’ai jamais été communiste ou socialiste. Je ne suis même pas antimonarchiste par principe, un « mauvais prince » en quelque sorte. Cependant, je serais prêt à tirer un trait sur la monarchie chérifienne si j’arrivais à la conclusion qu’elle n’est plus d’aucune utilité pour les Marocains, qu’elle interdit toute évolution vers la démocratie, la prospérité et l’État de droit. Trancher cette question, c’est précisément l’objet de ce livre. D’ores et déjà, je suis persuadé qu’il faut démanteler le makhzen, c’est-à-dire notre pouvoir pseudo-traditionnel qui cumule les tares du « despotisme oriental » et de la tyrannie bureaucratique héritée de l’administration coloniale. 
    Je ne suis ni un républicain à tout crin ni – je revendique le double sens – un monarchiste dans l’absolu. Je pourrais très bien vivre dans une république marocaine, si ce régime me paraissait la meilleure option pour mon pays. Et quand bien même la république ne serait pas la meilleure voie, l’adhésion à la monarchie devra de toute façon être refondée sur de nouvelles bases, plus saines. Mon point de départ est donc la question suivante : que peut encore apporter au Maroc la monarchie comme forme de gouvernance ? Que peut-elle sauvegarder, ou mieux faire éclore, qu’un autre régime ? Je conçois sans drame que, dans un contexte historique donné, la réponse puisse être défavorable à la monarchie. Mais je ne m’interdis pas non plus de penser qu’après le Printemps arabe, la monarchie puisse encore être utile au Maroc, c’est-à-dire « historiquement productive » pour faire advenir la démocratie au moindre coût humain, sans violences. 
    C’est sur ce choix de fond que je veux m’expliquer dans ce livre. De quelle façon ? En livrant ma vérité, toute ma vérité d’homme et de prince, une fois pour toutes. C’est à prendre ou à laisser, en partie ou en bloc. Cette décision appartient au lecteur, et à lui seul, dès lors que je remplis ma part de notre contrat de confiance. D’emblée, je vais donc être explicite. Je ne demande à personne de s’engager pour moi mais seulement pour que le Maroc – patrie ou pays ami – change. Je ne suis candidat à rien et ne souhaite prendre la place de personne. En même temps, je ne m’interdis aucune ambition au service de mon pays. Si le Maroc veut devenir un « royaume pour tous », je serai avec lui. 
    Ce n’est pas la première fois que je prends la parole sur la place publique. Du temps de Hassan II, qui était un grand roi mais qui, c’est une litote, ne prisait guère la contestation, je suis sorti du rang – et, comme on le verra, j’en ai payé le prix de multiples façons, même si je ne veux évidemment pas me comparer aux victimes dans leur chair des « années de plomb ». L’opposition à Hassan II a forgé mon caractère et, de cela, je lui sais gré. Tout comme je lui reconnais le mérite d’avoir su changer le cours de son règne à la fin, après tant d’années de pouvoir absolu au milieu de courtisans flatteurs. Longtemps despote, Hassan II a fini par tourner bride pour ouvrir le Maroc à un monde qui avait changé après la guerre froide. À ce titre, il a fait preuve de grandeur monarchique. Dès que Mohammed VI a pris les rênes du pouvoir, en 1999, je lui ai dit avec la même franchise ce que je pensais. À savoir qu’il fallait enfin permettre aux Marocains d’accomplir leur mue de « sujets » en citoyens ; qu’il fallait rendre le système moins régalien et, enfin, qu’il fallait vider le makhzen, c’est-à-dire intégrer le patrimoine royal dans la richesse nationale – pour faire remonter le fleuve à sa source. Aucune communication, aussi habile soit-elle, ne peut dissimuler qu’il s’agit là, hier comme aujourd’hui, des épreuves de vérité de Mohammed VI. 
    Toute nouvelle « alliance entre le Roi et le Peuple », tout nouveau pacte monarchique et, à plus forte raison, tout nouveau pacte social passe par la fin du makhzen, qui n’est pas par hasard à l’origine du « magasin » français. Or, en guise de réponse, j’ai été banni du Palais, le siège du pouvoir. J’ai été effacé de la photo officielle. Au lieu de permettre un débat de fond, mieux valait-il faire accroire que j’aspirais à devenir « calife à la place du calife ». Rien ne saurait être plus faux. L’allégation selon laquelle je ne serais qu’un « Iznogoud » s’est émoussée au fil du temps. Dès lors, des « barbouzeries » ont été montées contre moi. 
    Ce livre révèle des faits précis, une série de machinations de bas étage. J’ai fini par m’installer avec ma famille aux États-Unis, en janvier 2002. Je ne m’en plains pas. Comme aimait à dire Mikhaïl Gorbatchev quand l’empire soviétique s’est effondré : « Le monde est aussi grand qu’on le voit. » L’éloignement m’a aidé à mettre les choses en perspective, à leur rendre leurs justes proportions et à aller de l’avant. 
    Après avoir servi les Nations unies au Kosovo, j’ai poursuivi ma carrière académique dans deux des meilleures universités américaines, Princeton et Stanford ; j’ai créé un institut de recherches sur le monde arabe et, en 2010, ma propre fondation pour favoriser un travail de réflexion ; également en 2010, j’ai intégré le comité consultatif pour le Proche-Orient et l’Afrique du Nord de l’ONG Human Rights Watch ; enfin, j’ai connu la réussite professionnelle dans les affaires que j’ai montées sur la nouvelle « frontière verte » des énergies renouvelables. Bref, je ne nourris ni regrets ni rancœur. 
    En effet, le monde est aussi grand qu’on le voit, et j’y ai trouvé ma place, toute ma place. Si mon oncle a forgé mon caractère, mon cousin m’a permis de le tremper. Merci à tous les deux ! 
    La vérité est toujours bonne à dire. Depuis vingt-cinq ans, sous Hassan II puis sous Mohammed VI, je décris sans fard l’état de mon pays. Je le fais non pas en catimini, dans un huis- clos conspirateur, mais à découvert, dans des journaux, à la télévision ou à la tribune de conférences internationales. Dès l’été 2001, sur TV5, je me suis fait l’avocat d’une réforme de la Constitution marocaine dont l’esprit et la lettre s’effaceraient devant le « droit divin ». J’ai ajouté que l’on ne pouvait « laisser le temps au temps » mais, au contraire, qu’il fallait procéder sans tarder à des réformes structurelles pour sortir des mauvaises habitudes et engager l’avenir. 
    Quatre ans plus tard, dans le journal marocain Al Jarida Al Oukhra, j’ai réagi à la préférence pour une république marocaine exprimée par l’islamiste Nadia Yacine, en posant comme principe que l’islam ne privilégiait aucun régime en particulier, que la religion pouvait sanctifier le contenu d’une gouvernance mais pas la forme que celle-ci revêtait. On a crié au scandale parce que j’enterrais la théocratie au XXI siècle ! La clameur était d’autant plus forte que j’expliquais, par la même occasion, qu’il faudrait tôt ou tard intégrer dans notre système politique les islamistes, un futur contrat social devant sortir du moule d’un vaste mouvement populaire. 
    Aujourd’hui, c’est chose faite (à moitié, comme souvent au Maroc) et nul n’y trouve à redire. Dès lors que le Palais a « ses » islamistes… Mais quand je l’ai dit, quand j’ai affirmé en 2005 qu’il fallait inclure les islamistes, c’est-à-dire aller au-delà des murs du makhzen pour forger une nouvelle alliance avec le peuple là où le peuple était réellement, quel sacrilège, quel scandale ! Le « prince rouge » devenait le « prince vert ». Des médias proches du pouvoir m’ont mis à l’index, m’accusant de faire le lit des islamistes. Un peu partout, il m’a été reproché de chercher des alliés politiques à tout prix pour ravir sa place à mon cousin sur le trône – toujours la même antienne. En réalité, je prenais seulement position sur une question clé engageant l’avenir de mon pays. 
    Heureusement, depuis, le Printemps arabe est passé par là. Au Maroc, à partir du 20 février 2011, un Mouvement prenant pour nom sa date de naissance a envahi les rues du royaume. Officiellement, cette vague de contestation a pris fin le 1 juillet, quand 98 % des votants ont entériné une réforme constitutionnelle octroyée par le roi sous la pression, apparemment irrésistible, de 2 % de mécontents… Je tiens à saluer le courage de ces prophètes de la rue, qui ont scandé des vérités à ciel ouvert ; j’exprime ici ma reconnaissance à tous ceux – souvent des jeunes – qui ont secoué les colonnes du Palais pour tirer leurs concitoyens de leur passivité envers un statu quo jugé « sans doute imparfait » mais, mesuré à l’aune de la « vraie dictature » sous Hassan II, un pis-aller acceptable. À l’adresse de ces esprits timorés, mon argument a toujours été le même, quoique moins audible avant le Printemps arabe : au Maroc, où le simulacre d’ouverture cohabite avec l’hyperconcentration réelle du pouvoir, le statu quo est pernicieux parce que le temps qu’il fait perdre aux réformes salvatrices favorise l’irruption de violence. L’humoriste Bziz, boycotté sur nos chaînes nationales, ne dit rien d’autre en se moquant d’un pays malade transformé en « salle d’attente pour 30 millions de Marocains », sinon en salle d’embarquement, pour les plus chanceux, ou en rivage de désespoir pour les pateras de l’émigration clandestine. C’est là ma convergence avec les démocrates au Maroc et mon désaccord avec les attentistes de tous bords, tant au Palais que dans les villas bourgeoises : l’inertie et le blocage ont un coût en termes d’opportunités pour le pays ! Nous subissons aujourd’hui nos manquements d’hier. Et ne pourrons plus faire, demain, ce que nous n’accomplissons pas aujourd’hui. Comme les milliers de refuzniks dans la rue, je ne me résigne pas à m’accrocher à ma chaise pour écouter l’orchestre sur le pont du Titanic. Quitte à perturber, j’interromps la musique. Il est encore temps de changer de cours. 
    Ce livre critique la monarchie chérifienne pour que les Marocains puissent s’en défaire, s’ils en ont la volonté, ou pour qu’ils puissent l’adapter à leurs besoins, si tel est leur souhait. Mais on peut seulement garder ou remiser ce que l’on connaît vraiment, de l’intérieur. Je vais donc passer au crible la monarchie marocaine, conduire le lecteur dans les allées du pouvoir à l’abri des hautes murailles qui, chez nous, séparent le souverain absolutiste et Commandeur des croyants de ses « sujets ». Attention ! On ne verra pas ici le roi nu – ce n’est dans l’intérêt de personne. En revanche, je vais payer de ma personne pour décrire les travers du système. Je retrace ma vie à l’intérieur puis à l’extérieur du Palais pour démonter les rouages d’un univers au sein duquel je suis né. Je vais décoder l’ADN d u makhzen et indiquer la mutation génétique qu’il faudrait provoquer pour qu’une monarchie parlementaire puisse, éventuellement, rester le réceptacle de notre passé tout en devenant le vaisseau de notre modernité. 
    Contrairement à tant de figures de notre histoire et de grands commis de l’État, qui nous ont quittés sans léguer à la mémoire collective leurs expériences et réflexions, je voudrais laisser une trace. Ma vérité, que j’offre ici en partage, est simple : né hors du commun, sans l’avoir cherché, puis éjecté du sanctuaire du pouvoir – de ma propre maison ! – pour avoir voulu faire cause commune avec tous les Marocains, je cherche à faire advenir dans mon pays la démocratie, un « royaume pour tous ».
  • Lucha contra el terrorismo: Argelia molesta a los partidarios de la guerra

    por Rachid Houari 
    Los occidentales, sobre todo Francia, buscan por todos los medios « meter las narices » de Argelia en los asuntos de los otros. Para ello aprovechan todas las oportunidades que se les presentan, como el « Foro Global sobre la lucha contra el terrorismo », las reuniones bilaterales entre diplomáticos, las sesiones extraordinarias del Consejo de Seguridad de la ONU … Para doblarle el brazo. 
    Esta obsesión no tiene nada que ver con la solución de los problemas de los « otros ». La UE, que combina « política » y acción, hace todo para empujar a Argelia a firmar acuerdos que van en este sentido? Inventando una especie de memorándum de entendimiento sobre la seguridad regional, la UE intenta que Argelia lo avale para verla intervinniendo en los países limítrofes « en el caso de nuevos conflictos en el Sahel y el Magreb. Y en un espectro más amplio, en África « . Se trata, claramente, de hacer que haga el trabajo sucio para evitar que los países occidentales malgasten su dinero en estos tiempos de clara crisis económica y financiera. 
    Para llegar a sus fines, los europeos piensan que es necesario que Argelia se deshaga pronto de sus « dogmas » – la no injerencia en los asuntos internos de los países y rechazo de hacer intervenir sus fuerzas militares fuera de sus fronteras- accediendo a su deseo, avanzando el argumento de « el grave deterioro de la situación de seguridad en la región. » Y quieren comenzar por el CEMOC, el mando del Estado Mayor Conjunto, cuya sede se encuentra en Tamanrasset, y que está constituido exclusivamente de los cuatro « países del terreno », Argelia, Mauritania, Malí y Níger. Su objetivo es hacer que se admita en su seno a Marruecos, que es, al igual que Israel en Oriente Medio, su relé tradicional en la región magrebo-saheliana. 
    Esta apertura se supone que les permitirá de mantener un ojo, que no tienen de momento, sobre el Sahel. Pero, Argel siempre se ha negado a que el CEMOC se abra a otros países porque considera que sólo los países del terreno están concernidos por el aseguramiento de la región del Sahel. Un principio que no incumbe ni a los europeos ni a los americanos. 
    Para lograr su objetivo, el coordinador de la UE para la lucha antiterrorista va a utilizar, como siempre, el palo y la zanahoria. Además de las amenazas terroristas, no se olvida de elogiar « los esfuerzos que hace Argelia, sobre todo en las acciones concertadas con las fuerzas tunecinas » en materia de lucha contra el terrorismo. Este forzamiento de Francia, que siempre precede al de los Estados Unidos no es sano. Según numerosos expertos, es otro caballo de Troya para permitir a los Estados Unidos instalarse en la región a través del AFRICOM. Sin embargo, Argelia, que siempre se ha negado a esta aventualidad, no puede hacer nada sola porque algunos de sus vecinos, Túnez, para ser más claro, ya han permitido a los Yankees instalat campamentos cerca de nuestra frontera. En cuanto a la turbia participación de Marruecos, ya se dijo bastante. Lo que no presagia nada bueno para la región y su estabilidad. 
    R. H.