Année : 2014

  • Turbulencias mauritanas

    José Naranjo
    Mauritania acaba de celebrar unas importantes elecciones legislativas y municipales. Con dos años de retraso sobre el calendario establecido y divididas en dos rondas, el 23 de noviembre y el 21 de diciembre, los comicios se han saldado con una amplia victoria del partido del actual presidente Mohamed Ould Abdelaziz y con un notable ascenso del partido islamista Tawasoul. Sin embargo, esta interpretación a vista de pájaro es demasiado simple para una realidad compleja como la mauritana. La constatación de numerosas irregularidades durante las votaciones, sumado al hecho clave del boicot de la mayor parte de la oposición a dichos comicios y su decisión de no presentarse a los mismos, que ha dejado fuera de juego a una buena parte de la clase política, hacen pensar que se avecinan curvas y turbulencias, máxime teniendo en cuenta que en 2014 deben celebrarse elecciones presidenciales.
    El nuevo Parlamento nacido de estas elecciones cuenta con 147 escaños, 52 más que el Parlamento anterior. De esos 147 asientos, nada menos que 74 han ido a parar a Unión por la República (UPR), el partido del presidente Abdelaziz. A ellos hay que sumar los 34 diputados obtenidos por una docena de pequeños partidos satélite de la UPR, lo que eleva hasta los 108 escaños (73%) la actual mayoría parlamentaria. En los bancos de la oposición domina ahora la presencia de 16 diputados del partido islamista Tawasoul, que mejora notablemente sus resultados anteriores, seguido de 10 escaños de el-Wiam, partido que reúne a altos responsables del régimen del ex presidente Taya (1984-2005), 7 de la Alianza Popular Progresista (APP) encabezada por el ex presidente del Parlamento, Messaoud Ould Boulkheir, y 4 para la Alianza por la Justicia y la Democracia/Movimiento por la Renovación (AJD/MR) del periodista Ibrahima Sarr.
    Mohamed Ould Abdelaziz, presidente del país. Foto: AFP
    Las elecciones municipales, que se han celebrado de manera simultánea, arrojan resultados similares. La UPR ha obtenido 149 ayuntamientos de los 218 que tiene el país, mientras que Tawasoul tendrá 18 alcaldes. Sin embargo, más allá de la constatación de una victoria bastante previsible, es más noticia los que se quedan fuera del Parlamento que los que entran. Meses antes de las elecciones, once partidos de la oposición reunidos en torno a la Coordinación de Oposición Democrática (COD) decidieron no concurrir a esta cita con las urnas alegando falta de transparencia en la confección del censo electoral, así como posibles intentos de fraude. De ellos el único que se desmarcó de la posición de boicot fue Tawasoul, que es lo que le ha permitido cuatriplicar sus resultados anteriores y situarse como principal partido de la oposición parlamentaria, aprovechando el vacío dejado por los demás.
    El líder de Tawasoul, un partido considerado próximo a los Hermanos Musulmanes de Egipto, es Jemil Mansour. Su comentado éxito es en realidad una victoria pírrica y, según muchos analistas, no debe hacer pensar en una basculación repentina de la sociedad mauritana hacia el islamismo político. En primer lugar, por el hecho ya comentado de que se ha beneficiado de la ausencia de otros, pero también porque fue de los pocos partidos que realmente gastó una suma significativa de dinero durante la campaña (muchos votos fueron en realidad “comprados”) y, en tercer lugar, porque algunos de sus nuevos diputados ni siquiera se consideran islamistas. En muchos pueblos si el candidato de la UPR era de una tribu, el de la tribu rival se adhería a Tewassoul para tratar de disputarle el poder, pero ni por convicción ni por ideas políticas.
    Entre los diez partidos que han quedado fuera del Parlamento destaca la presencia de la Agrupación de Fuerzas Democráticas (RFD) de Ahmed Ould Daddah, ex jefe de la oposición, eterno aspirante a presidente y pariente del que fuera primer jefe de Estado del país, Moktar Ould Daddah. Igualmente, queda excluido del juego parlamentario la Unión de Fuerzas Progresistas (UFP) de Mohamed Ould Mouloud, auténtico referente de la izquierda mauritana y uno de los líderes más sólidos del país. Así, con las fuerzas de progreso y los liberales marginalizados, todo apunta a que darán la batalla en la calle, como se ha visto antes de los comicios. Sin embargo, hay quien apunta incluso que existe un serio peligro de tentativas de golpe de estado, tanto por el enorme malestar que ha dejado esta cita con las urnas como por la proximidad de las elecciones presidenciales, a celebrar en 2014, a las que espera concurrir Mohamed Ould Abdelaziz con la intención de repetir en el cargo.
    Otro elemento que puede hacer subir la tensión es la enorme cantidad de defectos detectados en el proceso electoral. Con una participación, según la Comisión Electoral, que ha rondado el 70% en las dos vueltas a partir de un censo inicial de1.200.000 electores, lo cierto es que muchos mauritanos se han quedado sin poder votar. Además, según ha llegado a admitir la Delegación de la Unión Europea, la calma general en la que se ha desarrollado todo no puede ocultar las “numerosas irregularidades e insuficiencias” de unas elecciones en las que “hubiera sido deseable una mayor participación de la clase política mauritana” en clara alusión a la exclusión de los principales partidos de la oposición.
    En representación de la Coordinadora de la Oposición Democrática, Daddah no ha podido ser más claro al asegurar que el “el país se hunde más en la crisis” con estas elecciones, a las que definió como “mascarada electoral nula y sin ningún efecto”. Por todo ello, los líderes de la oposición reclaman la celebración de unos nuevos comicios sobre bases de consenso “que permitan salvaguardar la unidad del país y su cohesión social”. Asimismo, Daddah ha pedido que no se produzcaninguna intervención exterior porque los mauritanos deben ser capaces de resolver esta crisis. Francia, la ex potencia colonial, a través de un portavoz del Ministerio de Exteriores, ha saludado el buen desarrollo de las elecciones y se ha mostrado esperanzada de que la puesta en marcha del nuevo Parlamento marque “una nueva etapa en el proceso de democratización en curso”.
    El general Mohamed Ould Abdelaziz llegó al poder en Mauritania tras dar un golpe de estado el 6 de agosto de 2008, el undécimo que sufría el país desde su independencia en 1960, derroca
    ndo al presidente electo Sidi Ould Cheick Abdallahi. En abril de 2009, Abdelaziz renunciaba a su cargo al frente del Alto Consejo de Estado nombrado por los militares para presentarse a las elecciones de julio de ese año, en las que ganó en la primera vuelta convirtiéndose en nuevo presidente del país. Su postura intransigente con el terrorismo yihadista le ha valido las simpatías de Occidente. El pasado año 2012 sufrió graves heridas al ser tiroteado por un soldado cuando no detuvo su vehículo en un control militar, un confuso incidente que le llevó hasta un hospital francés durante meses hasta que volvió a Nuackhot, aclamado por la multitud, hace ahora algo más de un año.
    El Pais, 03/01/2014
  • Hace 129 años nació el Sáhara español

    Cuando España se convierte en potencia mundial y sale de la Península, el plan geopolítico de la reina Isabel es la expansión al otro lado del Estrecho de Gibraltar, con la finalidad de recuperar la antigua Hispania Tingitana, el norte de África que ya fue adjudicado por los romanos a la Hispania europea y mantenido por los visigodos. Los portugueses habían reconquistado Ceuta en 1415 y los castellanos Melilla en 1497.
    El descubrimiento de las Indias y la herencia borgoñona aportada por los Austrias distrajeron las fuerzas españolas en América y Centroeuropa. En los reinados siguientes África sólo preocupó en tanto en cuanto era la base para los ataques piratas a las costas españolas. La última vez que un monarca ibérico, el rey Sebastián I de Portugal, se planteó una cruzada en el norte de África acabó en un desastre militar y la muerte del soberano. Incluso se olvidó el establecimiento de Santa Cruz de Mar Pequeña, fundado en 1476 en la zona de Tarfaya, frente a las Canarias, hasta que fue ocupado en 1934, por orden del Gobierno de centro-derecha de la II República, en el lugar de Ifni (en las Cortes se opuso a la ocupación el diputado comunista Cayetano Bolívar).
    A pesar de que las islas Canarias, a unos cien kilómetros de distancia de África, se habían convertido en un centro de comercio y navegación internacional, la penetración española en el territorio sahariano fue muy lenta. Los únicos que se acercaban a las costas africanas eran los pescadores canarios. La pobreza de la región y la ausencia de ciudades (y por tanto de comercio y de poderes con los que negociar) favorecían su aislamiento. Esa situación cambió con la aplicación del vapor a la navegación y otros inventos, que permitieron a los europeos penetrar en el interior de África.
    En el siglo XIX, la pérdida de los virreinatos americanos, el auge del colonialismo europeo y la amenaza de que otras potencias se establecieran en el imperio jerifano y el Sáhara, rodeando así a España por el sur, colocaron África otra vez en el centro de la política exterior española.
    Expediciones montadas por iniciativa privada
    A la incompetente clase política española del siglo XIX se le planteó la colonización del Sáhara por las circunstancias, no por deseos propios. En 1879 el escocés Donald MacKenzie, en nombre de laNorth West African Company y con respaldo del Gobierno británico, estableció una factoría en Tarfaya, después de negociar con los notables del lugar. El jalifa marroquí se quejó de que ese territorio estaba bajo su soberanía, protesta en la que contó con el apoyo del Gobierno español. El presidente Antonio Cánovas del Castillo aprovechó la ocasión para reclamar la concesión del territorio de Santa Cruz de Mar Pequeña, que aparecía en el art. 8 del tratado de 1860.
    A partir de entonces, la sociedad española empezó a comprender la importancia que tiene para ella la costa africana. Pero las siguientes exploraciones de la costa y el interior del Sáhara fueron de iniciativa privada.
    La Asociación Española para la Exploración del África y lasPesquerías Canario-Africanas corrieron con la organización y los gastos. Quienes realizaron los primeros contactos con los indígenas en esos años fueron el catalán Joaquín Batell, el alemán Oskar Lenz y el andaluz Cristóbal Benítez. En 1881 la sociedad Pesquerías Canario-Africanas consiguió de la tribu Ulad Delim la cesión de la península de Río de Oro.
    El Congreso Español de Geografía Colonial y Mercantil, celebrado en Madrid en 1883, dio origen a la Sociedad Española de Africanistas y Colonistas, que preconizó el establecimiento de factorías permanentes en la costa africana y su protección militar.
    La Compañía Mercantil Hispano-Africana relevó a Pesquerías Canario-Africanas en el mantenimiento y construcción de nuevas factorías. La misma compañía envió en octubre de 1884 una expedición mandada por el alférez aragonés Emilio Bonelli Hernando, conocedor de la lengua árabe. El militar estableció casetas en Río de Oro, Angra de Cintra y Cabo Blanco, y luego pactó con la tribu Ulad Bu Sba la cesión del Cabo Blanco.
    Esta expedición, que no contaba con financiación pública, permitió a España presentarse en la Conferencia de Berlín (15 de noviembre 1884-26 de febrero de 1885) con argumentos para justificar su reclamación sobre el Sáhara.
    El 26 de diciembre de 1884 una real orden, firmada por Alfonso XII, declaró bajo protectorado de España la costa de África comprendida entre los grados 20 (Cabo Blanco) y 27 (Cabo Bojador) de latitud norte y reconoció los esfuerzos del pueblo canario y de la Compañía Mercantil Hispano-Africana para agregar ese territorio a España. Esta norma, publicada por la Gaceta de Madrid, se presentó en Berlín.
    Intereses franceses en España
    Las relaciones con tribus saharuis prosiguieron en los años siguientes. Gracias a pactos entre los enviados españoles y notables saharauis, los primeros penetraron hasta las salinas de Iyil y Adrar-Temar, hoy en Mauritania. Pero esos pactos no se debatieron en las Cortes ni se publicaron en la Gaceta de Madrid, por lo que no pudieron alegarse ante las potencias.
    La extensión de los territorios saharauis puestos bajo soberanía española hasta 1886 por voluntad de los nativos rondó los 700.000 kilómetros cuadrados. La superficie de la provincia del Sáhara incorporada a España era de menos
    de 270.000. ¿A qué se debió el rechazo a anexionarse semejante territorio?
    Se dan varias razones. Que los Gobiernos españoles creían que ya tenían bastantes problemas con Cuba; que la expansión podía haber causado rencillas con los franceses y marroquíes; que sólo se querían proteger las pesquerías canarias… En las últimas décadas del siglo XIX las elites españolas se desentendieron de cualquier adquisición territorial, fuese en África o en Oceanía, pese a los derechos que España tuviera. El principal abandonista fue el progresista y masón Práxedes Mateo Sagasta, presidente del Gobierno entre noviembre de 1885 y julio de 1890, los años cruciales para reafirmar el dominio del Sáhara.
    El profesor Javier Morillas (Sáhara Occidental: desarrollo y subdesarrollo) da otra explicación: numerosos políticos españoles tenían intereses en la empresa financiera de capital francésSociedad General de Crédito Mobiliario Español, que habría sido perjudicada en África de haber ocupado Madrid los territorios en los que se había asentado la Compañía Mercantil Hispano-Africana.
    La Sociedad General de Crédito Mobiliario Español, fundada en 1856, se dedicaba a cubrir el endémico déficit presupuestario del Estado con la compra de deuda pública del reino de España y la concesión de créditos a empresas públicas. En 1902 los accionistas, tanto españoles como franceses, acordaron disolver la sociedad y constituir una nueva: el Banco Español de Crédito, conocido por su marca comercial, Banesto.
    Diferencias entre los saharauis y los palestinos
    La real-orden de 1884 reapareció en la historia cuando la adujo el Ministerio de Asuntos Exteriores español ante el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya en el pleito con Marruecos, para demostrar que las tribus que poblaban el territorio jamás habían rendido vasallaje al jalifa marroquí, tesis a favor de la que se pronunció el TIJ en su dictamen de octubre de 1976. Pero Rabat y el Gobierno español de 1975-1976 vulneraron la legalidad internacional al ocupar el primero el Sáhara, de acuerdo con Mauritania, y los segundos al entregar una provincia española al extranjero y renunciar a cumplir su compromiso de celebrar un referéndum de autodeterminación.
    El catedrático Carlos Ruiz Miguel constata que el decreto de 1884 supone una gran diferencia entre los saharauis y los palestinos:
    En el momento de la ocupación israelí, como antes en el momento de la ocupación británica, como antes en el momento de la ocupación otomana, no existía un pueblo palestino independiente. Sin embargo, el Tribunal Internacional de Justicia dictaminó con claridad (y la efemérides del 26 de diciembre de 1884 nos lo recuerda, en el parágrafo 105 de su Opinión Consultiva, entre otros) que en el momento de la ocupación española sí existía una población saharaui políticamente organizada e independiente.
    Desde la ocupación romana, Palestina no ha sido nunca territorio independiente. Por ella han pasado diversos conquistadores: bizantinos, árabes (año 636), cruzados europeos (1099-1187), de nuevo árabes, turcos (1516-1916) y británicos (hasta 1948).
    Sin embargo, la llamada nación árabe muestra más interés por la liberación de Palestina que por la liberación del Sáhara. En esta última sólo está implicada Argelia. Como paradigma del cinismo, el rey Mohamed VI, que se niega a cumplir las resoluciones de las Naciones Unidas sobre la descolonización del Sáhara Occidental, preside el Comité Jerusalén de la Liga Árabe encargado de los palestinos, como también lo presidió su padre, Hassán II, que ordenó la invasión y la masacre de los saharauis.
  • Islam Khoualed libéré : la fausse mansuétude de Rabat

    Comme annoncé hier par Algeriepatriotique, le jeune athlète algérien Islam Khoualed, après dix mois d’incarcération au Maroc, vient d’être libéré aujourd’hui vendredi, apprend-on de source sûre. C’est la fin du calvaire pour ce garçon promis à un avenir sportif radieux, et pour sa famille qui a dû souffrir pendant ces longs mois d’internement dans un pays étranger. 
    Cela dit, cette décision ne saurait réparer une injustice commise par la justice marocaine qui a condamné ce mineur algérien à une peine aussi lourde, alors que les éléments du dossier et l’absence de constitution et de caractérisation des faits allégués plaidaient pour une relaxe. Mais les autorités marocaines, le roi en tête, n’ont jamais été sensibles aux sollicitudes de la famille ni à celles des défenseurs des droits de l’Homme qui avaient exprimé leur indignation face à cette atteinte criante aux droits de la personne humaine. Mohammed VI préférera exprimer sa magnanimité au profit d’un pédophile espagnol, coupable de viol sur 11 mineures marocaines et condamné par la justice à 30 ans de prison, au lendemain de la visite du roi d’Espagne. 
    Obsédés par l’idée de marchander avec Alger sur la question des frontières qui les préoccupent tant, les Marocains ne s’encombraient d’aucun scrupule pour essayer d’instrumentaliser l’affaire du jeune détenu algérien à des fins purement politiciennes et de la ressortir au moment opportun. Mais par cette prétendue «grâce» – peut-on l’appeler ainsi, lorsqu’on sait que le jeune Islam a purgé trois quarts de sa peine ? –, les Marocains ne peuvent faire croire à un geste d’apaisement en direction d’Alger, après toutes les turpitudes commises depuis quelques mois et qui avaient atteint leur apogée, le 1er novembre dernier, avec la profanation de l’emblème national algérien au consulat d’Algérie à Casablanca par un sbire du régime qui, lui, n’a même pas été condamné pour un geste aussi grave et exécuté face aux caméras. C’est sans doute durant cet épisode-là que l’Algérie attendait des gestes sincères de la part du Palais et de son gouvernement pour surmonter cette tension. Or, dans son discours qui a suivi cet incident, Mohammed VI s’est montré, au contraire, plus agressif à l’égard de l’Algérie qu’il déclarait, à cette occasion, comme «pays ennemi».
    R. Mahmoudi
  • A propos des marocains et les sahraouis

    Au Maroc, la question du Sahara Occidental fait partie des trois lignes rouges du régime. La presse n’est autorisée que pour défendre la « marocanité du Sahara » selon les termes utilisés par le Makhzen. Pourtant, aucun pays au monde ne reconnaît la souveraineté du Maroc sur l’ancienne colonie espagnole. 
    Je viens d’apprendre qu’un groupe dénommé « Marocain, soutiens le peuple sahraoui dans son droit à l’autodétermination » vient de lancer un appel au peuple marocain l’appelant à se solidariser avec le peuple du Sahara Occidental.
    C’est une initiative très honorable, mais a-t-elle la moindre chance d’être écoutée ? 
    Après près de 40 ans, le peuple marocain ne semble pas être prêt à écouter les revendications de ses frères sahraouis. C’est tout à fait compréhensible compte tenu de la désinformation dont il est victime déployée par toute une panoplie de médias.
    Au Maroc, la question du Sahara Occidental fait partie des trois lignes rouges du régime. La presse n’est autorisée que pour défendre la « marocanité du Sahara » selon les termes utilisés par le Makhzen. Pourtant, aucun pays au monde ne reconnaît la souveraineté du Maroc sur l’ancienne colonie espagnole. 
    « Ce groupe a pour but d’échanger de manière sereine et décomplexée avec vous amis virtuels marocains, sahraouis et de tout horizon, sur ce dossier qui a trop duré », rappelle le communiqué. Echange avec qui ? Le marocain lambda n’a pas accès à l’Internet à cause de la situation économique et sociale. D’ailleurs, ils n’ont pas le temps de s’occuper des affaires politiques, il se battent pour survivre dans une société dominée par des dangeureux prédateurs. Ceux qui surfent jour et nuit pour afficher leur allégeance au roi Mohammed VI et s’en prendre aux sahraouis ne sont qu’une poignée de banlieusards épris de la propagande du régime sanguinaire marocain. Ils ne travaillent pas, crise oblige. Ils passent leur temps à fumer des joints du cannabis qui provient de leur chère patrie et à surfer surfer, complètement pétés, pour louer les « bienfaits de la monarchie marocaine ».
    Il est à rappeler que la résistance du peuple sahraoui est restée intacte pendant 38 ans sans aucun soutien de la part des marocains. En d’autres mots, les sahraouis n’en ont pas besoin
    Diaspora Saharaui, 03/01/2014
  • A propos des marocains et les sahraouis

    Au Maroc, la question du Sahara Occidental fait partie des trois lignes rouges du régime. La presse n’est autorisée que pour défendre la « marocanité du Sahara » selon les termes utilisés par le Makhzen. Pourtant, aucun pays au monde ne reconnaît la souveraineté du Maroc sur l’ancienne colonie espagnole. 
    Je viens d’apprendre qu’un groupe dénommé « Marocain, soutiens le peuple sahraoui dans son droit à l’autodétermination » vient de lancer un appel au peuple marocain l’appelant à se solidariser avec le peuple du Sahara Occidental.
    C’est une initiative très honorable, mais a-t-elle la moindre chance d’être écoutée ? 
    Après près de 40 ans, le peuple marocain ne semble pas être prêt à écouter les revendications de ses frères sahraouis. C’est tout à fait compréhensible compte tenu de la désinformation dont il est victime déployée par toute une panoplie de médias.
    Au Maroc, la question du Sahara Occidental fait partie des trois lignes rouges du régime. La presse n’est autorisée que pour défendre la « marocanité du Sahara » selon les termes utilisés par le Makhzen. Pourtant, aucun pays au monde ne reconnaît la souveraineté du Maroc sur l’ancienne colonie espagnole. 
    « Ce groupe a pour but d’échanger de manière sereine et décomplexée avec vous amis virtuels marocains, sahraouis et de tout horizon, sur ce dossier qui a trop duré », rappelle le communiqué. Echange avec qui ? Le marocain lambda n’a pas accès à l’Internet à cause de la situation économique et sociale. D’ailleurs, ils n’ont pas le temps de s’occuper des affaires politiques, il se battent pour survivre dans une société dominée par des dangeureux prédateurs. Ceux qui surfent jour et nuit pour afficher leur allégeance au roi Mohammed VI et s’en prendre aux sahraouis ne sont qu’une poignée de banlieusards épris de la propagande du régime sanguinaire marocain. Ils ne travaillent pas, crise oblige. Ils passent leur temps à fumer des joints du cannabis qui provient de leur chère patrie et à surfer surfer, complètement pétés, pour louer les « bienfaits de la monarchie marocaine ».

    Il est à rappeler que la résistance du peuple sahraoui est restée intacte pendant 38 ans sans aucun soutien de la part des marocains. En d’autres mots, les sahraouis n’en ont pas besoin
  • "L’Algérie par principe continuera de défendre ouvertement le droit des Sahraouis à l’autodétermination" (Mahrez El Amari, président du CNASPS)

    Par Meriem Ali MARINA 
    L’Algérie ne cesse de réaffirmer sa position «constante» concernant le conflit du Sahara occidental, ancienne colonie espagnole envahie par le Maroc, il y a 38 ans. Les Sahraouis le reconnaissent et ne manquent aucune occasion de le rappeler. En effet, l’Algérie qui a de tout temps défendu les « causes justes », n’a pas tardé à faire de même avec celle du peuple Sahraoui dès les premiers instants de l’invasion marocaine survenue en novembre 1975. Celle-ci a grand ouvert les bras à des milliers de refugiés sahraouis établis dans des camps dans le sud-ouest algérien. L’Algérie a également, « souvent abrité des conférences internationales de solidarité avec le peuple sahraoui », comme a tenu à le rappeler le président du Comité national algérien de solidarité avec le peuple sahraoui (CNASPS) à El Djazaïr.com, la veille de son départ à la tête d’une forte délégation, dans la capitale nigériane où il a pris part à la Conférence africaine de solidarité avec la cause sahraouie. « La question du Sahara occidental est une question de décolonisation qualifiée et reconnue comme telle par la communauté internationale et par toutes les résolutions pertinentes du Conseil de sécurité qui ont consacré le droit du peuple sahraoui à l’autodétermination et validé sa juste lutte et sa résistance pour l’exercice de ce droit inaliénable à travers un référendum juste et régulier sans contraintes », a indiqué Mahrez El Amari. 
    Pour lui, la charte des doctrines des Nations unies a aussi défini quels sont les pays sous domination et sous occupation et qui sont inscrits au niveau de la quatrième commission onusienne de décolonisation. « Et c’est le cas du peuple du Sahara occidental», a-t-il précisé. « L’Algérie dans toute sa dimension, dans toute sa composante et ses tendances avait tout le temps soutenu les peuples en lutte. Pour l’indépendance et les libertés, ce pays dont nous sommes aujourd’hui fiers, a affiché sa position aux côtés 
    des mouvements de libération », a encore soutenu le président du CNASPS. « Nous nous honorons de cet engagement fidèle et inspiré des principes et fondements de la Révolution glorieuse du 1er novembre, mais aussi des sacrifices d’un million et demi de martyres morts certes pour la cause nationale mais leur 
    combat était d’une dimension continentale et africaine. L’Algérie par principe, attachée à la légalité internationale, comme elle a assumé la même position avec tous les mouvements de libération y compris en Timor Oriental, continuera de défendre ouvertement le droit du peuple sahraoui à l’autodétermination attachés la légalité internationale et à la doctrine de l’ONU en matière de décolonisation », a assuré Mahrez El Amari pour qui « ce soutien demeure perpétuel ». « Nous oeuvrons en tant que dimension citoyenne et populaire au niveau du CNASPS à l’instar de toutes les opinions et autres acteurs et pays épris de justice à travers le monde, à soutenir la lutte pacifique du peuple sahraoui dans les territoires occupés. 
    Nous continuerons également à travailler pour que l’ONU puisse enfin agir et que toutes ses résolutions réaffirmant le droit à l’autodétermination soient appliquées », a-t-il dit à propos. 
    L’ONU « doit assumer ses responsabilités » 
    Par ailleurs, le président du CNASPS a exhorté l’ONU à « assumer ses responsabilités visà- vis de la question sahraouie ». Selon lui, l’ONU devrait agir et ainsi mettre un terme à l’entêtement à la politique de l’obstruction d’un royaume marocain qui fait fi de la légalité internationale et se refuse de s’y conformer. Lequel Maroc, a-t-il enchaîné, fait tout pour perpétuer le statu quo, d’où nous assistons quotidiennement à toutes formes de violations systématique des droits de l’Homme dans les territoires occupés comme souligné dans des différents rapports établis par des organisation gouvernementales ou non gouvernementales et ce au vu et au su de la Minurso, une mission qui n’est toujours pas capable de protéger les populations d’un mécanisme de protection des droits de l’Homme puisque la France, avec son droit de véto, bloque toute résolution allant dans ce sens. Cette France officielle qui se revendique des valeurs des droits de l’Homme et de la démocratie, dans son esprit, n’a pas encore divorcé de l’esprit colonial et de la pratique coloniale. « Au lieu d’encourager le colonialisme arbitraire du Maroc au Sahara occidental, la France devrait au contraire oeuvrer pour l’application des différentes résolutions onusiennes garantissant le droit à l’autodétermination des Sahraouis », a-t-il estimé. Enfin, soulignant que l’Algérie n’est nullement un partie prenante dans le conflit sahraoui étant les « deux parties – Polisario et le Maroc – identifiées », le président du CNASPS a estimé que « notre pays aurait soutenu le Maroc s’il avait été colonisé par les Sahraouis ». C’est dire que la justesse des causes nobles est au-delà de toute considération pour l’Algérie ayant payé son indépendance au prix fort des sacrifices de ses enfants. 
    M. A. M. 
    El Djazair, Janvier 2014
  • 2013 : lutte sans merci contre la drogue provenant du Maroc

    Les tentatives d’inonder l’Algérie par le kif traité provenant du Maroc ont été fermement annihilées en 2013 par les services de lutte contre les stupéfiants, parvenant à démanteler et à mettre fin aux agissements de nombreux réseaux qui utilisent l’Algérie comme zone de transit vers l’étranger.Les efforts entrepris par les éléments de la Gendarmerie, de la Sûreté et des Douanes dans le cadre de la lutte contre ce fléau se sont soldés par des résultats tangibles notamment en termes de saisie de quantités énormes de kif traité, de démantèlement de dangereux réseaux internationaux dont les barons et les membres sont traqués et leurs noms faisant l’objet de mandats d’arrêt nationaux et internationaux, s’ils ne sont pas appréhendés.La perspicacité des unités de gardes-frontières, déployées largement sur la bande frontalière ouest s’étendant sur des centaines de kilomètres, a constitué « un bastion » devant ce phénomène ayant des liens avec d’autres fléaux qui menacent la société dont le trafic d’armes, le terrorisme et le blanchiment d’argent.Sur les quelque190 tonnes de kif traité saisies par les services combinés en 2013, les services de la gendarmerie nationale en ont enregistré la saisie de 107 tonnes, la plupart lors des opérations menées au niveau de la bande frontalière Ouest ou dans des régions proches des frontières.Les quantités saisies étaient découvertes à bord de véhicules de luxe portant des plaques d’immatriculation étrangères dont le Maroc et des pays d’Europe et autres véhicules sans plaques, ce qui renseigne également sur des crimes de falsification et de contrebande de voitures.Les opérations de mise en échec des tentatives d’introduction de ces poisons en Algérie cette année ont eu lieu, selon des rapports des services de sécurité, suite à des enquêtes exploitant des informations ayant permis aux services combinés de mettre en place des plans efficaces.Les informations obtenues grâce une stratégie de lutte contre ce phénomène ont permis de préparer des formations sécuritaires à l’instar des plans des services de la Gendarmerie nationale qui s’est appuyée sur un dispositif sécuritaire et un déploiement judicieux des unités des gardes-frontières, des brigades territoriales renforcées de manière étudiée par des brigades de sécurité et d’intervention et des sections de recherche relevant des groupements territoriaux de ce corps.Des tentatives d’acheminement de quantités entre 2 et 7 tonnes de kif traité à bord de camions et semi-remorques déjouées à Tlemcen, Ain Témouchent, Sidi Bel Abbès et Oran par les services de sécurité, confirment que les barons de drogue intensifient leurs activités pour palier à des revers subis.De plus grands réseaux de narcotrafiquants ont subi un sévère coup, en fin septembre dernier suite à une opération mettant en échec une tentative d’introduction de 10 quintaux de kif vers l’Algérie et arrêtant deux personnes dont un baron marocain qui a conduit après quelques heures d’enquête à la capture de cinq acolytes à travers la wilaya de Tlemcen.
    Renforcer la surveillance et coordonner les actions
    L’Algérie a exprimé, à plus d’une occasion à travers son corps diplomatique, son inquiétude concernant l’ampleur pris par ce phénomène, appelant à une coopération territoriale pour faire face à ce fléau aux ramifications internationales.L’Organisation de la police criminelle internationale, Interpol, a également adopté cette position avec l’Algérie, notamment lors de la 22ème conférence régionale africaine, tenue du 10 au 12 septembre dernier à Oran, où a été recommandée une coopération régionale, territoriale. Les participants ont demandé aux pays concernés de renforcer la sécurité des frontières, partant d’un constat que la drogue a une relation avec des phénomènes dangereux menaçant la société comme le terrorisme et le trafic d’armes.L’Algérie a concrétisé, cette année, un ensemble de mesures visant à resserrer l’étau sur les trafiquants qui tirent profit, sur la bande frontalière ouest, de conditions géographiques « complexes » en intensifiant l’implantation sécuritaire, renforçant le contrôle jour et nuit, en adoptant des moyens technologiques modernes et multipliant les patrouilles.Des tranchées ont été creusées et des barrières construites à travers des points frontaliers qui attirent des trafiquants pour sa spécificité topographique. Ces actions ont donné des résultats positifs selon les services de la gendarmerie nationale.Dans la wilaya d’Oran, l’année 2013 a enregistré le démantèlement de plus de 20 réseaux criminels « organisés et dangereux » dont leurs éléments activaient collectivement dans plusieurs genres de crime. L’action retentissante a été la mise hors état de nuire du réseau du baron, dénommé « Tiyaya », arrêté en 2013 par les services de la police judiciaire de la sûreté de wilaya d’Oran. Ce sinistre individu était impliqué dans 20 affaires de trafic et de commercialisation du kif.Les services de la sûreté de wilaya a arrêté dernièrement un baron (40 ans), à la tête d’une bande internationale de trafic de drogue. Il était activement recherché, suite à des mandats d’arrêt en collaboration avec Interpol.
    Ennahar Online, 03/01/2014
  • La grande manœuvre marocaine au Sahara (3é Partie)

    Après le cessez-le-feu, le Maroc et le Polisario ont entamé, chacun de son côté, des actions diplomatiques et une activité de relations publique à l’échelle internationale très intenses. 
    Devant l’impossibilité de parvenir à une solution depuis la naissance du conflit, l’ONU a déployé des efforts considérables dans le but de trouver une issue à cette situation, même si l’on pourrait être tenté de reprocher à Washington et surtout à Paris de ne pas «réussir» à appliquer davantage de pression sur Rabat.
    En juin 2001, le secrétaire des Nations Unies a proposé un accord cadre connu sous le nom de Plan Baker, mais qui ne fut jamais présenté au Conseil de sécurité. Rédigé par une équipe juridique marocaine parrainée par les Américains, ce document offre une autonomie totale aux Sahraouis à l’intérieur de l’Etat marocain, excepté dans le domaine de la défense et de la politique étrangère.
    L’Algérie et le Front Polisario ont rejeté ce plan car il ne tient pas compte de l’avis de la totalité des Sahraouis mais uniquement de ceux qui vivent déjà sous l’autorité du royaume. 
    Une deuxième version de ce plan, officieusement connu sous le nom de Baker II, envisageait une autonomie sahraouie sous l’autorité du Sahara occidental pour une période de cinq ans, avec un référendum sur l’indépendance qui devrait suivre. 
    A ce référendum, l’ensemble de la population actuelle du Sahara occidental participerait, y compris les personnes qui ont émigré depuis 1975. 
    Cette fois-ci, l’Algérie et le Front Polisario ont accepté ce plan alors que le Maroc, favorable au premier plan de Baker, l’a rejeté en argumentant qu’il ne serait plus pour tout référendum qui comprendrait l’indépendance comme option. 
    Baker a fini pas jeter l’éponge et, en signe de protestation, il a démissionné. La volonté des Marocains a toujours été de négocier uniquement avec les Algériens mais ces derniers ont toujours refusé, insistant sur le fait qu’ils ne pouvaient pas se substituer aux Sahraouis. 
    Un autre obstacle majeur pour les parties en termes de négociation, c’est de déterminer et de savoir qui doit voter dans les référendums, car chacune des parties interprète les chiffres du recensement et le rôle que les colons marocains devraient jouer différemment. 
    Ensuite, depuis les attentats terroristes de Casablanca en 2003, Rabat a ressenti moins de pression pour faire des concessions sur le sujet avec l’appui des alliés outre-Atlantique, qui, à cette occasion, ont même renforcé l’alliance stratégique entre les Etats-Unis et le Maroc. 
    A l’automne de cette année, le président George W. Bush a rassuré le roi Mohammed VI que les Etats-Unis ne chercheraient pas d’imposer une solution sur la question du Sahara occidental. Et, depuis, la diplomatie suit son cours.
    La situation dans les camps de réfugiés en Algérie et les territoires inoccupés du Sahara occidental évolue en un ensemble distinct de défis en matière de sécurité présentant un intérêt non seulement pour les acteurs immédiats dans la région, mais aussi pour les Etats-Unis et d’autres puissances extérieures. 
    Selon le Haut-Commissariat des Nations unies pour les réfugiés, il y aurait plus de 116.000 sahraouis réfugiés dans les camps en Algérie et 80.000 vivant dans les territoires actuellement inoccupés.
    Même si le Maroc a habituellement et vivement critiqué le Polisario dans sa gestion des camps, parfois la décrivant comme un règne de terreur, la situation des réfugiés reste une préoccupation majeure, même après le cessez-le-feu. 
    L’administration du Polisario dans les camps qui, jusqu’à la trêve de 1991, était en grande partie entre les mains des femmes parce que les hommes étaient partis à la guerre, a eu beaucoup de succès.
    D’ailleurs, les représentants de l’ONU et des ONG sont beaucoup moins critiques. 
    Selon un rapport de Human Rights Watch datant de 2008, « le Polisario est efficace dans la marginalisation de ceux qui défient directement sa direction ou son orientation politique générale, mais jamais il n’a fait de prisonnier ». 
    Il permet même aux résidents des camps de critiquer son administration au jour le jour. S’ils souhaitent le faire, les résidents des camps en Algérie peuvent également passer sous contrôle marocain dans les territoires du Sahara occidental par la Mauritanie. Certains travailleurs des ONG espagnoles ont même fait l’éloge du Polisario pour assurer la sécurité contre des possibles infiltrations d’extrémistes et de terroristes. 
    Les principales forces de sécurité sahraouies sont les policiers qui opèrent dans les camps et la Gendarmerie nationale, dont la compétence s’étend aux routes et aux sentiers entre les camps.
    Cette dernière, avec sa structure militaire, possède une juridiction sur les transports par routes, et est chargée, en outre, de la lutte contre la contrebande surtout avec les menaces plus récentes de pénétration par les terroristes et les organisations criminelles dans les camps. 
    Aujourd’hui, la situation sociale des Sahraouis présente certains aspects particuliers. 
    Des milliers de jeunes sahraouis ont été accueillis pour une formation par Cuba dans les écoles secondaires, les universités, les instituts techniques et les académies militaires. A leur retour, un grand nombre a connu une sorte de choc culturel se demandant comment mettre leur formation en pratique dans le désert et se sentir contraints par de nombreux aspects de la société sahraouie traditionnelle. 
    Au point où ceux qu’on nomme aujourd’hui les Cubaraouis, hommes et femmes, constituent ensemble une nouvelle tribu saharienne avec sa propre identité. 
    Ce sont ceux-là mêmes qui figurent parmi la no
    uvelle génération de l’élite sahraouie, qui remet en question la domination et les moyens de la direction du Polisario traditionnel sans renoncer à sa cause. 
    Comme on pourrait s’y attendre, dans le domaine des relations publiques, le Maroc a fait de son mieux pour extraire le maximum de profit possible à partir des quelques cas de transfuges sahraouis. En plus de ces quelques occasions, les principales motivations de ces gens, considérés comme des traîtres opportunistes par le Polisario, étaient toutes financières, le Maroc offrant des incitations attractives à ces Sahraouis qui ont osé dénoncé publiquement le Polisario.
    A partir de 1975, la répression antinationaliste sahraouie par les autorités marocaines a été sans conteste des plus sévères, et les estimations du nombre total de «disparus» dans le Sahara occidental depuis le retrait espagnol s’élève à plus d’un millier de personnes. 
    La dernière grande vague de disparitions a eut lieu en novembre 1987, coïncidant à peu près avec la visite de la mission technique de l’ONU. Ces détentions à grande échelle par le Maroc ont acquis un caractère permanent et ont perduré jusqu’en juin 1991, lorsque plus de 300 «disparus» sahraouis ont été libérés. 
    Les anciens détenus ont parlé de prisons clandestines, des conditions difficiles, et de violence physique et psychologique de la part des gardes marocains. En juin 2010, il y a avait encore 46 prisonniers politiques sahraouis dans les diverses installations pénitentiaires marocaines et essentiellement dans la «prison noire» d’El-Ayoun. 
    Pour sa part, le Polisario a mis la main sur plus de 2.000 prisonniers de guerre marocains A partir de 1976, grâce à la médiation du sénateur américain Richard Lugar et avec l’intermédiation de la Croix-Rouge internationale, les 404 derniers prisonniers marocains ont été relâchés en 2005. 
    Dans de nombreux cas, le Maroc a refusé d’accepter les anciens détenus à leur libération parce que Rabat ne reconnaît pas le Polisario. Leur retour a été donc retardé de plusieurs années jusqu’à ce que des diplomates américains et argentins interviennent pour les rapatrier de force. 
    La situation des droits de l’homme au Maroc est un dossier très sensible, même si depuis le couronnement de Mohammed VI en 1999, il y a des améliorations tangibles et des signes de changements, ainsi que le signalent Human Rights Watch et Amnesty International. 
    Le régime chérifien a toujours manifesté une tolérance zéro dans trois domaines : la monarchie, l’islam et l’intégrité territoriale du royaume. 
    Ainsi, sans aller jusqu’à menacer la stabilité de la monarchie alaouite, les Etats-Unis et l’Europe devrait fortement encourager le Maroc à développer et mettre en œuvre un programme de véritable autonomie pour le Sahara occidental.
    Si les Sahraouis gardent un scepticisme quant aux intentions des Marocains, c’est certainement par de véritables réformes et une réduction notable de clientélisme et de la corruption que Rabat a une chance d’acquérir une crédibilité parmi eux. 
    Le France pourrait assurer un rôle dans ces efforts en mettant plus de pression sur le royaume et les Etats-Unis gagneraient gagner en crédibilité parmi le Polisario et l’Algérie, dont le soutien pourrait être crucial pour un règlement durable.
  • Droits de l’Homme au Sahara occidental : le Makhzen et ses vieux démons

    Par Ammar KHELIFA
    Une tentative de diversion qui ne trompe personne, car la position de l’Algérie à l’endroit de la question sahraouie est mondialement connue depuis le retrait de l’Espagne et le partage de ce territoire non autonome, selon le classement de l’ONU, entre le Maroc et la Mauritanie en novembre 1975. Le jeune Marocain qui a arraché le drapeau du consulat algérien à Casablanca a été arrêté. Tout juste après, le ministre marocain des Affaires étrangères s’est empressé de présenter ses excuses officielles. Selon la machine propagandiste du Makhzen, il s’agit d’un acte isolé et dont la coïncidence avec la célébration du 59e anniversaire du déclenchement de la lutte de libération nationale algérienne serait fortuite et hasardeuse. Les Algériens sont donc invités à considérer l’incident clos ; et au cas où certains d’entre eux insisteraient à connaître les dessous de cette provocation haineuse, on leur démontrera, preuves scientifiques à l’appui, les effets indésirables du cannabis marocain et son impact sur les capacités visuelles, surtout lorsqu’il est consommé sans modération. En conséquence, les Algériens sont tenus de faire preuve de compréhension vis-à-vis d’un égaré qui ne savait pas ce qu’il faisait ! Au-delà de l’indignation légitime que ce geste imbécile soulève, les Algériens sauront démontrer leur force de caractère, en considérant que l’arrachage de l’emblème national du toit d’un de ses consulats constitue un acte individuel commis par un pauvre type excité qui n’a rien à voir avec un symptôme d’une grave pathologie affectant le sérail marocain et ses courtisans.
    Ils feront l’économie d’une réaction à chaud devant ce comportement hystérique traduisant le grand désarroi d’une partie de la classe politique marocaine qui ne sait plus à quel saint se vouer. Qu’il ait été planifié par des sbires du roi ou commandité par des flagorneurs appointés par le Makhzen, ils ont décidé de ne pas commenter cet acte ignoble, ni à lui réserver un prolongement médiatique qu’il ne mérite pas.
    La seule réponse appropriée à ce genre de conduite de désaxé est le mépris absolu. N’en déplaise aux sectes maraboutiques et aux « sorciers » attitrés du monarque, les Algériens vont, une fois encore, faire preuve de retenue, en adoptant une attitude responsable qui cadre mieux avec leur degré élevé de maturité politique et leur conception avancée du bon voisinage.
    Ils ne vont pas se fatiguer à chercher pourquoi un groupe d’énergumènes s’en est pris à leur consulat, ni à s’interroger sur l’étonnante passivité des policiers marocains censés protéger le bâtiment et ses occupants. Dans la vie, chacun réagit selon ses propres repères culturels et spirituels ; et les Algériens sont suffisamment imprégnés de valeurs morales pour ne pas tomber dans une aussi abjecte machination fomentée par des esprits dégradés.
    Dans ce cas précis, ils se font un honneur de démontrer aux instigateurs de ce «coup» misérable leur profond attachement aux principes supérieurs qui les ont toujours distingués, en s’inspirant du prophète Mohamed (que le salut de Dieu soit sur lui) et du cheikh Abdelhamid Ibn Badis dont l’humanisme et le savoir avaient illuminé son époque, malgré la répression féroce menée par une administration coloniale s’acharnant à maintenir tout un peuple dans les ténèbres de l’asservissement.
    Le premier s’était interposé entre un nomade qui a uriné à l’intérieur de la mosquée et certains de ses compagnons décidés à «corriger» le malheureux ignorant, en prodiguant à ce dernier une leçon mémorable de tolérance ; quant au second, l’Histoire nous rappelle combien il a été sage et clairvoyant en appelant au calme et à la retenue une population Constantinoise outrée par le comportement obscène d’un individu de confession juive qui avait uriné sur le mur de la mosquée Sidi Lakhdar, et en mettant en garde ses concitoyens contre les risques d’un conflit communautaire attisé par la France coloniale.
    En refusant de se laisser entraîner dans une escalade voulue par le palais royal pour des raisons qui lui sont propres, l’État algérien n’a fait que perpétuer sa traditionnelle politique privilégiant la raison et l’apaisement. Forte de sa position juste et inaliénable à l’égard du droit des peuples à l’émancipation, une position qu’elle a toujours défendue avec beaucoup d’intransigeance, l’Algérie rappelle au Maroc que le message de Bouteflika, lu par Tayeb Louh, le ministre de la Justice, devant les participants à la Conférence africaine de solidarité avec le peuple sahraoui, qui s’est tenue à Abuja au Nigéria, ne traduit aucune malveillance à l’encontre d’un voisin qui ne cesse de manifester une fébrilité excessive lorsqu’on lui parle de la question du Sahara-Occidental.
    En appelant à l’élargissement du mandat de la Minurso à la surveillance des droits de l’Homme dans la dernière colonie du continent africain et à la nécessité de la mise en place de mécanismes pour leur protection, l’Algérie n’a commis aucun acte d’ingérence dans la politique intérieure marocaine comme le prétendent certains sujets de sa majesté.
    Elle n’a fait que soulever un grave problème d’atteinte à la dignité humaine dont souffre un peuple qui refuse de faire allégeance au roi, en acceptant la «raison» du fait accompli. Ceux qui estiment que le message de Bouteflika est un « acte de provocation directe à l’égard de l’intégrité territoriale du Maroc », ont choisi délibérément de travestir la réalité et de faire acte de mauvaise foi vis-à-vis de l’Algérie, parce qu’ils sont en panne d’arguments politiques et juridiques valables pouvant servir de base à une occupation militaire dénoncée par environ 80 pays à travers le monde.
    Une tentative de diversion qui ne trompe personne, car la position de l’Algérie à l’endroit de la question sahraouie est mondialement connue depuis le retrait de l’Espagne et le partage de ce territoire non autonome, selon le classement de l’ONU, entre le Maroc et la Mauritanie en novembre 1975. Durant cette même année, la Cour internationale de justice avait affirmé que « les éléments et les renseignements portés à sa connaissance n’établissent l’existence d’aucun lien de souveraineté territoriale entre le territoire du Sahara-Occidental, d’une part, le royaume du Maroc ou l’ensemble mauritanien d’autre part ».
    Cette instance internationale souveraine avait-elle été manipulée par l’Algérie ? Ces dizaines de milliers de sahraouis réfugiés qui vivent depuis 38 ans dans des conditions précaires, chassés de chez eux par le Maroc, spoliés de leur terre sont-ils une invention algérienne ? Pourquoi le monarque marocain n’avait-il pas rappelé son ambassadeur lorsqu’en janvier 2006, Washington lui avait signifié que l’accord de libre-échange signé entre les USA et le Maroc excluait expressément le Sahara-Occidental ? Pourquoi Rabat a-t-il adopté le profil bas, lorsqu’en septembre der
    nier le Département d’État américain a affirmé, dans un nouveau rapport, que la violation des droits humains des Sahraouis par le Maroc se poursuivait au point de susciter des inquiétudes ?
    Si l’on doit tenir compte de la thèse marocaine quant à une prétendue souveraineté sur le territoire du Sahara-Occidental – une souveraineté qui n’est reconnue officiellement par aucun pays au monde –, les avocats du trône ne vont pas tarder à intenter un procès en diffamation contre Kathleen Thomas qui, en sa qualité d’ancien membre de la Minurso au Sahara-Occidental, avait récemment déclaré à titre officiel que « la seule raison pour laquelle le référendum n’a pas eu lieu, c’est la décision du Maroc de se retirer du processus, parce qu’il a craint que les électeurs sahraouis se prononcent pour l’autodétermination » !
    L’Américaine avait déclaré apporter son témoignage « dans le souci de dissiper le mythe selon lequel le référendum ne pouvait pas avoir lieu en 2 000 pour des raisons pratiques ». Mythe, le mot est lâché sans que les Marocains s’offusquent pour autant comme ils l’ont fait à la suite de la lecture du message de Bouteflika. La nécessité de mettre en place un mécanisme de protection des droits de l’Homme au Sahara-Occidental – et les Marocains le savent mieux que quiconque – n’est pas une création algérienne.
    Il s’agit d’une exigence humanitaire imposée par des circonstances dramatiques vécues par une population soumise à toutes sortes de violences et d’intimidations à laquelle ont appelé des organisations internationales que l’on ne pourrait pas accuser d’inféodation à l’Algérie. Une exigence qui avait failli se transformer en résolution onusienne, en avril dernier, si elle n’avait pas été retirée à la suite du soutien apporté au Maroc par Israël, la France et l’Espagne. Mais au lieu de faire face à ses problèmes domestiques qui ont pris une dimension critique, le « commandeur des croyants » dont les convictions ont été ébranlées par maître Jean Chevais, avocat de l’association «Touche pas à mon enfant» et co-auteur avec Catherine Graciet d’un livre intitulé « Le roi prédateur, main basse sur le Maroc », s’en prend à l’Algérie qui n’a fait qu’accomplir son devoir de solidarité envers un peuple qui revendique légitimement un référendum libre, régulier et impartial, comme elle l’aurait fait à l’intention de ses voisins du royaume, si le peuple marocain était soumis aux mêmes affres.
    Mais peine perdue pour le monarque et ses louangeurs obsédés par une haine sans limite envers tout ce qui est algérien, l’Algérie ne cessera jamais d’être la voix de ceux qui n’ont pas de voix. Son emblème flottera toujours haut, en portant à travers les océans et les continents, l’amour que lui portent ses enfants et l’estime que lui vouent les peuples épris de liberté.
    Soucieux de consolider une vraie démocratie sociale basée sur une répartition équitable des richesses du pays, l’Algérie préfère perfectionner sa démarche interne pour répondre aux revendications de son peuple que de polémiquer avec un régime qu’elle n’a jamais considéré ni comme un adversaire ni comme un rival, mais comme un voisin qui refuse de se rendre à l’évidence et de reconnaître qu’il est le dernier pays colonisateur au monde, avec Israël bien entendu.
    A. K.
    El Djazaircom.dz, Janvier 2014
  • Maghreb-2013 : Un tour d’horizon sur des événements importants

    De nombreux événements ont marqué le Maghreb de 2013 bien que l’Union des peuples, en tant qu’organisation reste une utopie. Le Maroc a connu une récession et des difficultés économiques qui ont obligé le royaume à faire des prêts auprès des institutions financières mondiales. La Tunisie est toujours en quête d’un consensus national pour une sortie de crise. La crise politique pèse lourdement sur l’économie et les recettes de touristiques. En Libye, l’autorité provisoire peine à mettre en place les institutions sécuritaires capables d’instaurer un climat de sérénité et de quiétude. En Mauritanie, les législations locales ont marqué la fin de l’année écoulée avec le renforcement du parti au pouvoir. Les Sahraouis n’ont pas exaucé leur rêve d’autodétermination devant les avatars politiques de Washington et le partie pris de la France.
    Maroc : Un pas en arrière
    La tension entre le Maroc et l’Algérie a sérieusement marqué les esprits en 2013. Jamais les relations entre les deux pays ne sont arrivées à ce stade d’embrouille. Le Maroc a saisi l’occasion d’une lettre du président de la République, Abdelaziz Bouteflika, lue à Abudja par le ministre de la Justice, Tayeb Louh, pour crier au complot. Le makhzen avait mobilisé tous ses relais et ses partis croupions pour dénigrer l’Algérie. La crise diplomatique s’est alors enflammée des deux côtés après qu’un individu se réclamant de la « jeunesse royaliste » eut arraché le drapeau du consulat algérien à Casablanca. Les relations algéro-marocaines était également au cœur du discours du roi du Maroc, prononcé à l’occasion du 38e anniversaire de la Marche verte le 6 novembre dernier. Quelques jours plus tard, Bouteflika adressait une lettre de félicitations au monarque à l’occasion du 58e anniversaire de l’indépendance du Maroc. Vu le climat qui régnait, celle-ci a plutôt été perçue comme un geste de bienséance diplomatique. L’affaire du pédophile espagnol gracié par Mohamed VI avait failli mettre le royaume à feu et au sang. Le Danielgate comme l’a nommé la presse marocaine a attisé la colère des Marocains. Si la majorité des médias nationaux s’étaient avancés avec beaucoup de retenue sur un sujet impliquant directement le roi, la médiatisation internationale de l’affaire ainsi que la prise de position de la société civile avait créé le buzz. Même la répression des forces de l’ordre lors de la manifestation du 2 août à Rabat n’avait pas refroidi les Marocains. Au contraire, les ONG des droits de l’homme étaient allées jusqu’à porter plainte contre le ministre de l’Intérieur de l’époque. Cependant cela n’avait pas éteint le feu de la polémique. Toujours sous la pression sociale et internationale, le Maroc avait demandé l’extradition du pédophile. Mais l’Espagne s’y était finalement opposée, prétextant que les accords en matière d’extradition de prisonniers entre les deux pays n’incluent pas les nationaux. Aujourd’hui, Daniel Galvan purge sa peine en Espagne avec la possibilité de sortir de prison en 2018, conformément à l’article 92 du code pénal qui accorde, sous certaines conditions, la liberté conditionnelle aux détenus ayant plus de 70 ans. L’affaire du journaliste Ali Anouzla a également capté l’intérêt de l’opinion publique. Arrêté le 17 septembre dernier, à Rabat, suite à la publication d’une une vidéo d’Al-Qaïda au Maghreb islamique, incitant à commettre des « actes terroris tes» au Maroc, l’ex-directeur de publication du site Lakome.com était et est toujours accusé d’actes terroristes.
    Tunisie :La crise…encore et toujours
    Tout au long de l’année 2013, la Tunisie aura vécu sous le poids d’une crise politique grave qui a laissé son empreinte sur la situation socio-économique du pays accablé aussi par une menace terroriste qui gronde pour porter un coup à sa stabilité et freiner son processus de transition. Les forces de l’opposition laïques n’ont pas tari en critiques acerbes sur le parti islamiste au pouvoir lui reprochant la « mauvaise gestion des affaires du pays » et sa « tolérance » vis-à-vis des courants extrémistes accusés d’être à l’origine des actes de violence qui secouent le pays. Des accusations qui seront rejetées en bloc par les dirigeants du parti. L’assassinat du député Mohamed Brahmi, en juillet dernier, viendra attiser la tension entre le gouvernement transitoire dirigé par Ali Laârayedh, du parti islamiste Ennahdha, et les forces de l’opposition laïques. Cet assassinat sera le deuxième après celui qui aura coûté la vie en février de la même année, à l’homme politique Chokri Bélaïd. Les partis de l’opposition n’hésiteront pas à pointer du doigt la troïka au pouvoir l’accusant d’ « atermoiement » quant à la rédaction de la nouvelle Constitution dans le seul but de faire « perdurer » la période de transition tout en lui reprochant de procéder à des désignations partisanes dans les rouages de l’État « pour ficeler les opérations de fraude lors des prochaines élections ». Les dirigeants du parti au pouvoir ont affirmé que le peuple tunisien « avait voté en leur faveur en toute démocratie et ils ne peuvent par conséquent, se dérober à leurs responsabilités pour exaucer la volonté de l’opposition sous peine de faire sombrer le pays dans l’inconnu ». De longs mois durant, les sympathisants des deux parties investiront les rues à travers les différentes régions du pays enclenchant ainsi un fleuve de manifestations et de sit-in interminables. Le Livre noir de Marzouki a constitué également un événement majeur dans la vie politique du voisin de l’Est. Hormis quelques publications qui ont échappé au contrôle, les instances judiciaires tunisiennes se sont prononcées contre sa diffusion.
    Mauritanie : Rien n’a changé
    L’ événement politique majeur de l’année 2013 en Mauritanie a été l’organisation d’élections législatives et municipales les 23 novembre et 21 décembre, après deux reports imputables à la situation de l’état civil et à une tentative vaine de nouer un dialogue entre le pouvoir et la frange la plus radicale de l’opposition. Un fichier de 1,1 million d’inscrits a servi de base à ces consultations électorales sur une population globale en âge de voter évaluée à 1,9 million. Ces consultations ont enregistré la participation d’une soixantaine de partis politiques parmi lesquels, quatre seulement se réclament de l’opposition. Par contre, les élections législatives et municipales 2013 ont été boycottées par dix partis regroupés au sein d’une Coordination de l’opposition démocratique (COD) et quelques autres de la mouvance dite radicale. A l’issue de ces élections, qui ont connu un taux de participation évalué à 72 pc, le président Mohamed Ould Abdel Aziz dispose d’une majorité confortable de 108 députés sur une Assemblée nationale qui en compte 147. Le principal parti de la majorité, l’Union pour la République, compte 74 députés et ses alliés de la mouvance présidentielle 34 élus. La mouvance favorable au pouvoir est aussi largement majoritaire dans les assemblées municipales, en dépit d’une forte présence de l’opposition dans les communes de Nouakchott, où elle a remporté trois mairies sur neuf. Au terme de ces élections, le président Mohamed Ould Abdel Aziz a salué leur “bon déroulement” et souligné le fait qu’elles aient permis un renouvellement de la classe politique tant au niveau de l’Assemblée nationale que des conseils municipaux.
    Libye : Un grand pays balkanisé
    L’année s’est achevée en Libye sans qu’aucune avancée n’ait été enregistrée sur le plan sécuritaire. Les autorités provisoires peinent à mettre en place des institutions sécuritaires alors que les milices reprennent du poil de la bête. Des groupes de mercenaires, des djihadistes et des séparatistes assiègent des sites pétroliers pour acculer le gouvernement provisoire d’accepter leurs revendications qui se différent d’une bande à une autre. C’est le cycle de la terreur qui s’est installé à Tripoli et Benghazi où on enregistre des attentats contre les ambassades et les représentations diplomatiques. Le dernier attentat a été perpétré avant-hier matin, contre l’ambassade de France à Tripoli. Il fait deux blessés parmi la gendarmerie française, dont un a été grièvement atteint, et provoqué d’importants dégâts. Il s’agit de la première attaque contre des intérêts français en Libye depuis la chute du régime de Mouammar Kadhafi en 2011. Pour l’analyste Patrick Haimzadeh, spécialiste de la Libye, cet attentat est symptomatique d’un pays en proie à la violence permanente.
    Algérienews, 01/01/2014